Juicio por genocidio ixil

Benedicto Lucas García fue jefe del Estado Mayor del Ejército del 1 de julio de 1978 al 23 de marzo de 1982, época en la que se perpetraron 32 masacres en la región ixil, en las cuales fueron asesinadas más de 800 personas; con base en esto es que se le acusa de genocidio cometido durante su gestión en contra del pueblo Ixil, el cual sigue esperando justicia después de más de 42 años de que se perpetraran estos crímenes atroces.

Los testimonios de las víctimas narran los hechos horrendos y de terror que vivieron y que aún recuerdan con mucho dolor sobre las torturas, las violaciones sexuales, la destrucción de sus comunidades, que el ejército cometió en contra de niñas, niños, mujeres, jóvenes, hombres, ancianas, ancianos, a quienes el Estado trató como «enemigo interno», pero que el trasfondo real de ello fue la intención de exterminar a la población indígena que estaba desarmada y a quienes además de haber desplazado forzadamente, también les fue arrebatada la tierra y sus medios de vida.

¿Cómo sanar estas heridas si no solo no ha habido justicia, sino que las condiciones de vida para las víctimas del genocidio no mejoraron? Los problemas de desigualdad, exclusión, impunidad y empobrecimiento que provocaron el Conflicto Armado Interno siguen latentes. La firma de la paz fue únicamente un acto protocolario, porque los cambios estructurales nunca se materializaron y hasta hoy miles de personas siguen padeciendo los efectos del racismo y el clasismo de este país colonial.

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Benedicto tiene casi 92 años y de forma virtual presencia el juicio que es llevado en su contra desde el Centro Médico Militar en donde se encuentra internado; fue capturado y encarcelado el 6 de enero de 2016 por el caso Creompaz, que es uno de los casos más grandes de desaparición forzada que existe en Latinoamérica. Es un estratega militar con una amplia carrera, de la cual se siente orgulloso, tal como se muestra en el documental «Benedicto» realizado por Plaza Pública, en el que indica que «las guerras, no cabe duda que, son para equilibrar» refiriéndose a que las guerras regulan y previenen la sobrepoblación.

Es originario de Cobán Alta Verapaz, de donde también es originaria su esposa María Elena Winter, más conocida como «Nana Winter», nombrada «Mensajera de la paz» por el Ministerio de Cultura y Deportes en 2021, quien ha estado vinculada a personajes espurios como Manuel Baldizón y que en 2017 recibió con pétalos de rosas al entonces presidente Jimmy Morales en su gira por el Alta Verapaz; ese mismo año Winter se presentó acompañada de kaibiles en el Congreso de la República para exigir amnistía a favor de su esposo y de otros militares también acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad y desaparición forzada.