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La escuela primaria de Santa Mónica, aldea de Cahabón, Alta Verapaz, donde 77 niños, hoy, vuelven a clase. Simone Dalmasso

Las clases arrancan sin el seguro médico que prometió Giammattei

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Las clases arrancan sin el seguro médico que prometió Giammattei

Historia completa Temas clave
  • El seguro médico ofrece a cada estudiante del sistema público consultas médicas en telemedicina para atender 17 enfermedades comunes y la primera etapa de COVID19, medicamentos hasta por 300 quetzales, entre otros.
  • Docentes consultados cuentan que intentaron usar el servicio en 2021, pero no era posible.
  • En 2021 la póliza llegó a varias escuelas hasta noviembre, cuando ya habían terminado las clases y solo faltaba un mes para que expirara.
  • El presupuesto asignado al seguro médico escolar para 2022 es el doble que lo asignado el año pasado.
  • El ciclo escolar 2022 ya inició, pero la póliza no está vigente.

Docentes de escuelas públicas están confundidos, cuentan cómo padres y madres preguntan con frecuencia por qué cuando llaman al servicio del seguro médico no los atienden. Como encargados de esos centros educativos no sabe qué responder. El Mineduc habla y publicita un seguro médico que no conocen, es una póliza que supuestamente existe, pero que no ven. Con esa incertidumbre comienza el ciclo escolar 2022.

Según el cronograma oficial del Ministerio de Educación (Mineduc), el ciclo escolar para el sector público arrancó este 21 de febrero. En medio de los preparativos para volver a las aulas, directores y docentes aún desconocen si hay un seguro médico disponible para sus estudiantes, ese que el presidente Alejandro Giammattei prometió que sería «la mejor inversión en la historia del país».

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Frente a esa promesa, directores de escuelas públicas cuentan cómo este seguro es más bien un fantasma del que han escuchado hablar, pero que no han visto.

Aldina Orozco, directora de la Escuela Oficial Urbana para Varones Filadelfo Ortiz García, ubicada en San Juan Sacatepéquez, está preocupada porque desde enero varias familias reportaron que el seguro no está prestando servicio.

«Le comunicaron a uno de los profesores que habían tenido necesidad de utilizarlo porque tuvieron algunas emergencias con sus hijos este año. Les contestaron que ya no se podía porque los alumnos tenían que estar nuevamente inscritos, no sé qué pasa», dice la educadora, con mucha confusión.

Un plan sin estrategia

A grandes rasgos, el seguro médico incluye consultas médicas en telemedicina para atender 17 enfermedades comunes y la primera etapa de COVID19, atención presencial, medicamentos hasta por 300 quetzales, accidentes personales y servicio funerario para estudiantes.

Giammattei hizo el ofrecimiento en 2020. Ese año el Mineduc estableció un convenio con el Crédito Hipotecario Nacional (CHN) y solicitó un presupuesto de 180 millones de quetzales para comprar un seguro privado a la empresa Urgencias Médicas, S.A. Ya pasaron dos años y ningún representante de Educación ha podido explicar cuál fue la justificación para contratar el servicio a través del CHN, o qué estudios previos realizaron para demostrar la necesidad de este gasto.

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Tras la promesa presidencial, son recurrentes las historias de madres y padres de familia que intentaron usar el servicio, pero en las llamadas reciben respuestas negativas. «Hemos tenido necesidad de utilizar el seguro y no se ha podido. Llamamos y piden el código del alumno, luego dicen que no aparece en el sistema. Los padres de familia han llamado y no reciben la atención que necesitan. Ya lleva dos años sin estar funcionando, yo no sé si está vigente y ya estamos por empezar el nuevo ciclo», cuenta Carlos Robles, director de una escuela en Momostenango, Totonicapán, quien tiene a su cargo casi 900 estudiantes.

No pudieron reclamar el seguro todo 2021

Cada año el Mineduc debe entregar, a través de las direcciones departamentales, las pólizas para los estudiantes. Los docentes son los encargados de explicar y entregar los documentos a padres de familia. En el documento aparecen los datos del estudiante, el código mediante el cual puede solicitar el servicio, la cobertura, sumas aseguradas y el listado de enfermedades que cubre.

Las pólizas entregadas el año pasado, según el certificado de la póliza, tenían vigencia del 15 de marzo al 31 de diciembre de 2021. Aun así, cuando desde San Juan Sacatepéquez, los estudiantes de la directora Aldina estuvieron enfermos y sus padres llamaron al seguro, no recibieron la atención a la que supuestamente tienen derecho. ¿La razón? Los 541 estudiantes de la Escuela Oficial Urbana para Varones Filadelfo Ortiz García recibieron sus pólizas al cierre del ciclo escolar 2021.

«Lo que no entiendo es por qué lo enviaron tarde. El año pasado nos lo dieron casi a fin de año. Llegó tan fuera de tiempo y yo no había leído todo el documento, entonces todavía le dije a los compañeros: Como a veces los padres pierden las cosas mejor hay que sacarles fotocopia a esas pólizas, pero el seguro se vencía el 31 de diciembre», recuerda la directora.

La historia puede repetirse este año. Para este momento ningún establecimiento en el país ha recibido una nueva póliza de renovación del seguro.

Las pólizas llegaron tarde a todas partes

El retraso ocurrió desde el primer año de implementación del seguro médico. Plaza Pública conversó con docentes y directores de distintos municipios del país para confirmar este dato.

«Nos entregaron las pólizas en noviembre de 2021», dice Teodoro Pérez, supervisor de educación en Chisec, Alta Verapaz. Según su relato, los padres de familia recibieron la información relacionada a los beneficios del seguro a un mes de que se venciera la póliza de ese año.

Lo mismo ocurrió en Malacatán, San Marcos.

«Nos mandaron una póliza para cada estudiante y se les entregó a los padres de familia. La información que nos dieron la mandaron en digital, no fue tan clara. Lo que yo hice fue leer qué era lo que cubría el seguro, y cuando estuve entregando los documentos les explicaba a los papás que se podía usar una vez al mes, que podían tener 300 quetzales de medicina, les dije qué enfermedades cubría. Explicaba lo que entendía. Del Ministerio lo que nos entregaron fueron unos volantes en donde se explicaba la cobertura que tenían», cuenta Rosvely Pérez, maestra de cuarto primaria en la Escuela Oficial Urbana de Niñas Magdalena Mérida de Morales.

Las pólizas, recuerda Pérez, llegaron a manos de los padres de familia en noviembre de 2021.

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Mientras los documentos oficiales son claros y señalan que el seguro 2021 caducó en diciembre, desde el Ministerio de Educación envían otro mensaje: Aseguran que el servicio continúa disponible.

«La semana pasada recibimos un taller y se nos hizo saber que la póliza del año pasado todavía está vigente», indicó Dallana Flores, supervisora del área de Villa Nueva, durante la primera semana de febrero.

«Los estudiantes están inactivos»

A través de una solicitud de información, el Mineduc reportó que, desde el 1 al 20 de enero de 2022, ingresaron 81,727 llamadas al 1526. Sin embargo, no detallaron qué porcentaje fueron atención a consultas médicas, y cuáles se limitaron a informar a los padres de familia que no sería posible darles servicio.

Plaza Pública se comunicó a la línea del seguro médico escolar para consultar por qué algunos estudiantes no reciben la atención a pesar de estar inscritos en el nivel primario o preprimario. Según la información proporcionada, el seguro médico está vigente a pesar de que la póliza indica que venció en diciembre de 2021, sin embargo, explicaron, muchos estudiantes aún no están siendo atendidos porque se encuentran «inactivos en el sistema» pues el Ministerio está actualizando sus datos y no los ha reportado aún al seguro.

«Muchos menores en este momento aparecen inactivos y en este caso tienen que estar a la espera a que el Ministerio de Educación termine de actualizar la información. En el momento en que eso suceda con mucho gusto se les podrá seguir apoyando con el servicio», indicaron. 

Desconocen en qué fecha el servicio ya será regular para todos los estudiantes. Es un aspecto que está en manos del Ministerio de Educación y no de la empresa que ofrece el servicio, aclararon.

El Mineduc sabe poco de su propio seguro

Una auditoría realizada en 2020 evidencia lo limitada que es la fiscalización para este programa. «Nuestro examen se basó en evaluación documental del cumplimiento de las cláusulas del convenio administrativo interinstitucional, póliza de seguro colectivo (...), verificación por medio de encuestas telefónicas a padres de familia o encargados de alumnos asegurados», detalla el documento. Sin embargo, más adelante reconocen que la auditoría no se completó porque no pudieron realizar visitas a padres de familia, ni hablar con padres de familia porque «no contestaron la llamada».

«Al realizar la llamada operadora manda a buzón, número de teléfono de base de datos no existe en la red de operadores, entre otros, no se puedo evaluar el tiempo de respuesta de la atención médica vía telefónica por falta de información», específica el informe.

Plaza Pública realizó llamadas a la empresa Urgencias Médicas para cuestionar estas deficiencias en el servicio que prestan a la población asegurada. La empresa no accedió a atender una entrevista.

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En una citación realizada en septiembre de 2021, la viceministra administrativa de la cartera, María del Rosario Balcárcel reconoció ante la diputada Sonia Gutiérrez que no existen análisis y estudios del Ministerio de Educación para evaluar el costo-beneficio de este programa. Solo cuentan con auditorías realizadas por el Ministerio.

Pese a todas esas irregularidades y a las recomendaciones de diputados que han fiscalizado el programa, para 2022 el seguro médico tiene un presupuesto de 312.5 millones de quetzales disponibles, el doble de lo solicitado para 2021, y los utilizará para supuestamente ampliar su cobertura hacia el resto de municipios aún en espera. En el portal del Sistema de Contabilidad Integrada (SICOIN), se detalla que, a la fecha, el Mineduc asignó al rubro del seguro médico 62,350,267 quetzales para el nivel pre primario y 250,149,608 quetzales para el nivel primario. El porcentaje de ejecución de esos recursos aún está en 0 por ciento. Según informó el Mineduc, en este año no se han realizado pagos por concepto del seguro médico al CHN.

Mientras estos fondos son asignados al seguro privado que padres y madres de familia no han podido utilizar, al Ministerio de Salud le hacen falta 4 mil puestos de salud más que podrían ser construidos con esa cifra, según la diputada y exministra de salud, Lucrecia Hernández Mack.

Hernández Mack y otros diputados de oposición insisten en la necesidad de suspender este programa debido a la baja cobertura, elevado costo e inaccesibilidad del servicio. A ese claro se suman algunos analistas.

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«El Gobierno Central invierte al día, en promedio 9.54 quetzales (1.23 dólares) en cada niña, niño y adolescente. Infortunadamente, entre esta “inversión” —que debe considerarse sumamente baja e insuficiente— se encuentra el seguro médico privado escolar y otros programas que poco aportan al bienestar general y que más bien deberían ser considerados despilfarro y corrupción», dijo Jonathan Menkos, representante del Instituto, a finales del año pasado.

En varios análisis, el ICEFI ha calificado este seguro como excluyente, oneroso e innecesario. Ha insistido en suprimir el programa para reasignar los fondos a otro tipo de gastos y también se opusieron a que para este año, la asignación del seguro médico se duplicara. Sin embargo, sus recomendaciones no fueron tomadas en cuenta.

Desde su campaña, Giammattei recorrió el país y prometió en todos los departamentos que pondría a funcionar un seguro para esos «rincones del país más olvidados», más lejanos de los cascos urbanos y con más dificultades para acceder a la salud. La realidad resultó muy distinta.

Desde esos «rincones», como el municipio de Ixcán, en Quiché, algunos docentes ya han dejado de esperar esa promesa. Para su fortuna, dice Jorge Alonzo, director de la escuela ubicada en la aldea Riveras del Chixoy, el ajo, la cebolla, el limón o la canela no falta cuando alguno de los niños pesca un resfriado o amanece indispuesto.

«Ya se fueron dos años de gobierno, van a pasar los otros dos años y no va a pasar nada. Y como esta es una política de gobierno, no de Estado, entonces si se acaba el gobierno, se acaba la propuesta y no pasa nada», pronostica el director Alonzo, a días de que inicie el ciclo escolar 2022, sin haber tenido noticias del seguro médico por más de dos años. «Gracias a Dios conservamos la cultura maya y usamos la medicina natural», dice, resignado.

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