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Rodrigo Salguero Ruata, directivo del Consejo Nacional Empresarial.

«El rechazo (a la Ley de Competencia) solo expone qué empresas ejecutan prácticas anticompetitivas», Rodrigo Salguero Ruata, directivo del CNE

«Una de nuestras fuentes de inversión son las remesas, no tienen un alcance en productividad, se van sólo en consumo y eso está demostrado que no es sostenible a largo plazo» Rodrigo Salguero Ruata, del CNE .
«Todos le tememos a un Organismo Judicial totalmente corrupto y un Ministerio Público no objetivo y no técnico. A la hora de entrar en vigencia una ley sentimos que nos van a venir a atacar» Rodrigo Salguero Ruata, CNE.
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«El rechazo (a la Ley de Competencia) solo expone qué empresas ejecutan prácticas anticompetitivas», Rodrigo Salguero Ruata, directivo del CNE

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El Consejo Nacional Empresarial (CNE) espera que la Ley de Competencia se apruebe sobre bases técnicas. Explica que el temor de esta nueva regulación no es perder privilegios es temor a las instituciones cooptadas y corruptas. 

Las instituciones a cargo de regular la competencia en América Latina y el Caribe son débiles. Mientras que la cartelización y la concentración de mercado perduran de manera generalizada en la región, así respondió a Plaza Pública el Banco Mundial al consultarle por qué la región no le apuesta a la competencia a pesar de los beneficios que se tienen para los países más desarrollados. 

En la segunda parte de la respuesta, el texto del Banco Mundial  colocó: «Algunos actores empresariales han tenido suficiente poder como para diluir o evadir los controles gubernamentales mediante interferencias de facto en todos los niveles de gobierno.

Estas obstrucciones varían desde el lobbying sistemático para obtener legislación favorable hasta el uso estratégico de juzgados y otras disposiciones. De igual forma, la protección comercial establece precios mínimos, cuyos resultados se asemejan a los carteles. (Ver más en el capítulo «El poder político de las grandes empresas», del informe «Competencia: ¿El ingrediente que falta para crecer?»

Guatemala se comprometió a adoptar leyes de competencia con la firma de acuerdos comerciales: Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, el país sigue siendo el único centroamericano sin leyes que protejan los derechos de los consumidores, refiere el Banco Mundial. 

El informe «Diagnóstico del Sector Privado: Creando Mercados en Guatemala» señala que las empresas formales en Guatemala sufren de bajos niveles de dinamismo e innovación, lo que limita su desarrollo de competitividad.

Guatemala en 2020 fue clasificado en el lugar 96 entre 141 países en dinamismo empresarial y el lugar 98 en capacidad e innovación. Bajo estas condiciones  para competir la edad de las empresas para ingresar aumentó de 17.5 a 28.5 años entre 2006 y 2017. 

En 2024, la consigna con la entrada del nuevo gobierno central y Congreso, es aprobar una Ley de Competencia que establezca reglas claras para el mercado y se elimine las prácticas anticompetitivas. 

El Consejo Nacional Empresarial (CNE) es una de las agrupaciones que incentiva la discusión en el tema para que los diferentes sectores productivos puedan involucrarse y conocer de qué va esta discusión sobre una Ley de Competencia. Incluso, junto a Usaid, desarrollaron un estudio para analizar algunos sectores productivos como cemento, banca y telecomunicaciones. 

Rodrigo Salguero Ruata, integrante de la Junta Directiva del CNE, coloca en perspectiva los siguientes puntos en una entrevista con Plaza Pública.

Durante la conversión recuerda que hay mercados regulados como la banca y las telecomunicaciones que tienen la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Telecomunicaciones. Incluso, en el Congreso está la iniciativa de ley de infraestructura vial, que también contempla un ente regulador.

«Es importante que el ente regulador de la Ley de Competencia no choque con esos entes regulados, para que esto no llegue a la última instancia que es la Corte de Constitucionalidad », resaltó.

Salguero considera que en el Congreso se debe tener cuidado con las enmiendas para que no exista algo que sea inconstitucional y frene de nuevo la aprobación de la ley.

Otros  de los puntos que considera clave el empresario es la asignación de personas en los cargos de la autoridad de competencia, así como de los jueces. «Hay desconfianza de quién es experto en Guatemala si nunca ha habido competencia». Allí la capacitación del recurso humano es relevante, incluso hay países que ya ofrecieron apoyo. 

Se debe garantizar la independencia financiera de la autoridad para evitar que sea objeto de corrupción. Las sanciones deben ser importantes para que las empresas eviten esas prácticas.  «Si no son sustanciales, las multas pueden llegar a entrar como parte del presupuesto de las empresas».

Este es el resumen de la conversación:

— El CNE es una de las organizaciones empresariales que mantiene en la agenda el impulso de la Ley de Competencia, ¿por qué?, ¿cuál es la razón?

— Para el Consejo Nacional Empresarial desde su formación en 2021, vimos como parte de la modernización de la gobernanza económica que un pilar fundamental para el crecimiento del sector privado, una disminución en la desigualdad y un desarrollo más dinámico en nuestro país, era impulsar políticas económicas que desarrollen mayor dinamismo en el mercado y en estas políticas económicas está como pilar fundamental la Ley de Competencia.

 Esto lo sacamos de una amplia investigación y evaluación de otros mercados más desarrollados en donde han demostrado que a la hora de implementar una Ley de Competencia robusta, técnicamente bien diseñada y de una manera apolítica… fomenta un aumento en la productividad, en la innovación y en el desarrollo económico de los países. 

Es una punta de lanza ponerla sobre la agenda política, pero también muy importante para el CNE es que la implementación sea técnica.

— Ustedes solicitaron un estudio a investigadores que se realizó con apoyo de Usaid que incluye algunos sectores como cemento, telecomunicaciones y banca, ¿qué hallazgos puede resaltar? 

— Queríamos hacer un estudio en todas las áreas productivas, sin embargo, Usaid decidió implementarlo en estas tres. La razón creo que fue una manera puntual de ver en qué áreas está más concentrado el mercado, probablemente donde hay ciertas prácticas duopolíticas, monopólicas que puedan estar afectando al consumidor y disminuyendo la competencia. 

¿A qué es lo que vamos con estos estudios? Ofrecer evidencia científica, técnica en donde estos mercados están afectando el crecimiento principalmente del sector privado y de la mano con un efecto multiplicador a otras empresas que quieren entrar al mercado, y que lastimosamente afectan la vida cotidiana de los guatemaltecos. 

Estas prácticas anticompetitivas no ayudan al desarrollo económico de las familias guatemaltecas. Un ejemplo que está muy en la esfera es el tema de las medicinas, tal vez uno no se da cuenta con la telefonía o el internet, o la construcción, sino que lo vive puntualmente con las medicinas, es la parte más sensorial de las prácticas anticompetitivas, porque muchas personas padecen enfermedades crónicas, se pueden estar beneficiando de precios más competitivos y más bajos, y tener dinero para otras cosas… Lo mismo está pasando en las otras áreas de productividad. 

— ¿De cuánto es la pérdida o lo que se deja de crecer al tener prácticas anticompetitivas?

— Las pérdidas están dimensionadas directamente al consumidor… Las cifras son millonarias, a la hora de dividirlo entre toda la población son bastante sensibles.

— ¿En qué sectores ven mayor rechazo de contar con una Ley de Competencia?

— El rechazo lo único que hace es exponer qué empresas están ejecutando prácticas anticompetitivas. Los únicos que no se benefician de una ley como esta, tal vez sean aquellas empresas que no van a contar con la innovación o dinamismo económico de poder entrar a competir y las que obviamente están cometiendo prácticas anticompetitivas. 

Esas son las que están rechazando. Ahí solitos se están poniendo a la luz. ¿Quiénes son los que realmente tienen estas prácticas?, ¿Quiénes son los que no quieren entrar a competir de una manera leal?, ahí están a la luz. 

¿Cuáles son las narrativas que están dando para estar en contra de la Ley de Competencia? ¿Quiénes son los que lo están dando? 

-Son las empresas que están haciendo las prácticas anticompetitivas.

— ¿Son estos tres sectores que se investigaron? o ¿habría otros?

— Yo creo que todos. Aquí la productividad en Guatemala la hacen empresas que han estado funcionando desde hace años de una manera legal, buena en general, pero a la hora de entrar a una modernización de la economía, en donde hay una competencia que busque disminuir los precios, mejorar la calidad de los productos, aumentar la productividad y el crecimiento del sector privado, es donde probablemente van a dar un rechazo de esta iniciativa. 

Estos sectores se han beneficiado definitivamente por no contar con una Ley de Competencia, pero lo que tienen que hacer es cambiar.

Hay empresas que ya lo están haciendo porque esto se viene, y es hacer un cambio, y eso es lo que busca la ley, disuadir las prácticas anticompetitivas, no es algo punitivo, eso no es el objetivo, sino lo que tienen que hacer es empezar a hacer cambios para ser más eficientes, más innovadores, más productivos; más que estar gastando y diseñando estructuras para estar en contra de la Ley de Competencia. 

…en general para la humanidad, siempre ha sido difícil el cambio y uno está siempre tratando de estar en contra del cambio, porque no nos gusta estar en situaciones incómodas, pero el cambio genera beneficios, siempre el cambio es bueno, nos va a llevar a ser más productivos y eso es lo que ellos tienen que ver ¿Qué voy a cambiar? no puedo seguir con el status quo, si no tengo que cambiar ¿a qué? a disuadir mis prácticas anticompetitivas… el primero que logre entender esto va a ser el primero que va a empezar a ganar con la implementación de la Ley de Competencia. 

El primer ganador que debe contar con una Ley de Competencia son las empresas y los empresarios, es el sector privado, y el efecto multiplicador va para las micro, pequeñas y medianas empresas y al consumidor final.

— ¿A qué cree que le temen estos sectores con una autoridad de competencia? ¿a perder privilegios?

— Todos le tememos a un Organismo Judicial totalmente corrupto, que está totalmente cooptado; un Ministerio Público que ha sido de dos vías  —de persecución, no objetiva y no técnica—.

A la hora de entrar en vigencia una ley sentimos que nos van a venir a atacar, a callar, a perseguir. 

Yo creo que más es la confianza que le tenemos que poner a una institución del Estado que se está implementando, que es nueva, y que no vaya a caer en las manos de la corrupción.

Ese es el miedo, de no tener la confianza como guatemaltecos de poder imponer instituciones saludables, robustas, que cuente con un organismo judicial independiente, en tanto en lo que es la parte financiera, y que tenga sanciones importantes para que disuada las prácticas anticompetitivas. 

Eso es lo que le temen, no tanto a perder los privilegios, porque si yo tengo una empresa que me he beneficiado por 50, 30, 20 años de ciertos privilegios, tengo una empresa tan robusta, con todos los mecanismos para poder innovar, porque al final el mercado no lo tienen que ver solo local. Estoy seguro que las empresas guatemaltecas no solo estamos viendo hacer (negocios) locales sino entrar al mercado internacional.

En la medida que le demos la confianza a todos los empresarios, que la institución que va a llevar a cabo los procedimientos de sanciones, la obtención de queja, donde va a estar la denuncia, si eso va a ser robusto, imparcial, nadie le va a tener más miedo.

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— Sus agremiados o promotores de la ley han recibido alguna intimidación de algún tipo por hablar o estar impulsando esta Ley?

— No me he enterado que hayamos tenido intimidaciones. El Consejo Nacional Empresarial se ha puesto como una asociación de empresarios que buscan el bien del país… Somos empresarios de diferentes cadenas productivas, no estamos buscando algo para nosotros como asociación o como empresarios.

Se han dado cuenta de que las personas que manejamos y somos parte del Consejo hemos dado la confianza de que no estamos con una agenda ideológica, de que no estamos con una agenda individual, egoísta. Nos hemos posicionado como una voz empresarial, en donde lo que buscamos es la mejoría en la actividad económica de nuestro país para sacar de la pobreza a muchos guatemaltecos.

— Un informe reciente del Banco Mundial habla sobre el impacto que tiene la falta de competencia en la región, la cual se traduce en menor productividad y bajo crecimiento, ¿Cómo les afecta las prácticas anticompetitivas a empresas como las que ustedes aglutinan?

— En el momento en que se está discutiendo esta ley, no pudo quedar mejor el informe del Banco Mundial. Este informe va también para países que tienen ya Ley de Competencia y habla mucho sobre las restricciones que tienen. 
Lo que vemos para nuestras empresas es que se disminuye la inversión directa, la confianza hacia el país está prácticamente nula o estancada. 

Una de nuestras fuentes de inversión que son las remesas no tienen un alcance en productividad, se van sólo en consumo y eso está demostrado que no es sostenible a largo plazo.

También el Banco Mundial (tiene) un marco teórico de competencia, (el informe) lo sacó el año pasado, en donde se habla mucho del sector público… El sector público invierte muchísimo.

Lastimosamente en Guatemala sabemos que mucho se va en corrupción y en funcionamiento, sin embargo, en la medida que logremos salir de ese empedrado, vamos a tener más inversión en infraestructura, y para eso necesitamos empresas competitivas, que se animen a entrar de nuevo al sector público y para eso hay que sacar a las empresas que están dándole servicios o vendiéndole al Estado de una manera corrupta. 

Eso también habla de que no hay competencia en el sector público, están a dedo las adjudicaciones. Y eso afecta a nuestros agremiados y al sector privado en general, y lo podemos ver en infraestructura, cómo muchas empresas se salieron de dar concesiones y dar servicios al sector público, porque ya era pura corrupción.

Por otro lado, también afecta el crecimiento de nuestras empresas cuando hay concentración de mercados, cuando hay colusión de precios. Muchas empresas nos vemos en la visión de querer crecer, sin saber ¿qué es lo que está pasando?, ¿por qué no estamos creciendo? Eso es porque hay en el mercado empresas que están con competencia desleal o con ciertos privilegios que no nos permiten crecer. 

Lo más importante es que se ha demostrado que la falta de competencia, y como lo dice el informe del Banco Mundial es una restricción para salir de la desigualdad, ¿qué hace la desigualdad? tener mucha población en pobreza, con salarios muy bajos, que no nos permite entrar al mercado para comprar a mercados más especializados, y no solo estar en el área de supervivencia. 

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— ¿A qué prácticas anticompetitivas se han enfrentado según las experiencias de sus agremiados? ¿Me puede explicar algún caso en particular?

— En el tema de construcción, se da una de las prácticas anticompetitivas… la dominancia del mercado es una práctica anticompetitiva  que estamos sufriendo algunos agremiados del Consejo. A la hora de disuadirla, va a mejorar la entrada de otros empresarios, a los distribuidores y eso por ende va a disminuir los precios y tener mejores productos.

— Esto es solo el sector de construcción, o ¿es en general?

— En general, pero principalmente lo vemos en construcción.

— Desde el Consejo qué esperan con esta Ley de Competencia?

— Esperamos entrar en una vía rápida en la modernización de la gobernanza económica, esto nos va a poner ya en la órbita con otros países para poder atraer mejor y mayor inversión extranjera.

Nuestro principal target es hacer que Guatemala entre a los países de la OCDE… Costa Rica que es de los últimos países que entraron, empezó a recibir ofertas de inversión extranjera directa en tecnología, en empresas internacionales fuertes, inversión sana que ha hecho que el dinamismo de la economía de Costa Rica lo tenga hoy como uno de los países más atractivos en inversión.

En la medida que eso se logre hacer en Guatemala, esa ruta rápida para entrar a mayor inversión, va a generar más empleo, va a disminuir una de las causas más importantes de migración irregular, que es la falta de oportunidades.

— ¿Cómo ve la agenda en el Congreso ahora que ya ha avanzado la iniciativa 5074? ¿Cree que sí es algo que se va a lograr?

— …El cabildeo en estos momentos políticos de Guatemala se está dando. Soy bastante optimista y creo que es una oportunidad para Guatemala indiscutible, en donde la mayoría de empresarios nos hemos dado cuenta que es beneficioso para nuestras empresas, que nos va a poner a trabajar, a innovar, a ser mejores.

Nos va a entrar más dinero, nos va a dar acceso a más inversión extranjera y, por ende, el efecto multiplicador hacia abajo va a venir. 

Lo estamos multiplicando y lo estamos contagiando hacia los diputados, hacia sus asesores y hacia todos. Me imagino que en esta semana o la siguiente viene la tercera lectura.

Estamos esperando a que las enmiendas sean las técnicamente más justas para que esta Ley de Competencia entre lo antes posible a dar los beneficios que estamos buscando, que es un mayor desarrollo económico y un aumento en el sector privado productivo.

— ¿Qué implicaciones tendría que al final los diputados no aprueben esta propuesta? 

— Sería lo mismo que hemos vivido por 50 años en Guatemala. Yo tengo 47, pero lo que hemos vivido es siempre estar de último, no tener un desarrollo, ser de los países más pobres, ser una economía estancada, tener más migración, mantener la economía de consumo que prácticamente no es funcional a largo plazo. Al final creo que sería una pérdida importante del tiempo político que tenemos, de los esfuerzos y la inversión que se le ha hecho para poder tener hoy en día la oportunidad de contar con una Ley de Competencia.

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