Según las declaraciones de las jóvenes, dicho personaje no solamente habilitaba y facilitada la ejecución de una red de trata de personas sino que también era un cliente frecuente de la misma red. Las jóvenes fueron testigos en varias ocasiones de las visitas del señor Barrientos que ya en varias ocasiones había actuado como abogado defensor de los principales arquitectos de dicha red.
A la misma vez, César Barrientos no solo fungía como abogado de los agresores sino que también facilitaba el transporte de las víctimas o le facilitaba vehículos para que esta red criminal pudiera ampliar su nivel de impacto. La captura de estos personajes es el resultado de un operativo que llevaba realizando varias acciones desde el año pasado para poder desarticular esta red de explotación y esclavitud sexual, principalmente de mujeres. Como suele ser tendencia en el funcionamiento de este tipo de redes criminales, los principales arquitectos son mujeres que adquieren la confianza de las víctimas a través de falsas promesas y engaños.
Debido a que uno de los capturados en el operativo es hijo del Magistrado César Barrientos de la Corte Suprema de Justicia, muchos cuestionan si su tardía captura se debe a la protección de su padre. Estos señalamientos se razonan con los previos enfrentamientos con la justicia que había tenido el implicado en relación al tema de trata de personas. Por ejemplo, en más de una ocasión Cesar Barrientos hijo había sido el representante legal de personajes que habían sido señalados por el delito de esclavitud y trata de personas. Curiosamente, una de las razones por las cuales dicho delito es tan común en el país es no sólo por la falta de protección de las victimas sino que también por la impunidad que envuelve los juzgados de esta naturaleza. De por sí el acto de denuncia no es común debido a la clandestinidad del delito, sin embargo las pocas denuncias que son presentadas terminan a favor de los agresores en los tribunales. El resultado en la mayoría de los casos es la liberación de los abusadores y en las pocas ocasiones que sí existen penalizaciones, éstas resultan ser una injustica en relación al delito. Según un estudio realizado en el 2012 por la Procuraduría de los Derechos Humanos, las penalizaciones resultan en multas insignificantes y pocos años de cárcel.
En la mayoría de casos, las victimas reportan intimidación y acoso de los mismos empleados públicos a los cuales les presentan las denuncias. El problema resulta que las instituciones y dependencias encargadas de lidiar con este tipo de crímenes no tienen los recursos financieros para capacitar y entrenar a sus empleados. Lo cual resulta en personas incapacitadas para recabar la información necesaria y conducir las entrevistas de las víctimas, y en muchas ocasiones agravan el estado psicológico ya frágil de las víctimas. Aparte de tener un staff poco preparado para enfrentar dicho crimen, el presupuesto de estas instancias es cada vez más reducido, lo cual ha resultado en el cierre de albergues que se especializan en rehabilitar a víctimas de la trata. Por lo tanto, las víctimas son transferidas a otros albergues que tratan otra problemática y por consiguiente las víctimas no reciben el tratamiento adecuado. El informe realizado por la PDH el año pasado señala también que una desventaja en combatir este crimen es la falta de coordinación y comunicación interinstitucional entre las dependencias públicas responsables. La falta de información que existe entre las instituciones lleva a que los operativos resulten en fracaso.
Guatemala es uno de los países en América Latina con los índices más altos de trata de personas según un estudio realizado por la ONU; en Centroamérica es considerado como el pasillo de transporte entre las redes de México y Sur América. Dicho estudio señala que tendencias migratorias y el incremento del crimen organizado en la región han incrementado no solo la incidencia del crimen sino que también la viabilidad de la desarticulación de las redes. Lo más preocupante es que los presupuestos de las instituciones responsables de combatir la trata de personas es cada vez menor y por lo mismo los recursos para la protección y rehabilitación de las víctimas son cada vez más escasos. Esto ha resultado en que las organizaciones sociales han tenido que tomar la batuta para combatir este flagelo, sin embargo sin un sistema de justicia operante, sus acciones y esfuerzos tiene poco resultado.
Según varias organizaciones internacionales la medida más exitosa de prevención es la educación, por lo que el Ministerio de Educación está en la construcción de un programa nacional. Es importante que como sociedad apoyemos y validemos estos procesos en nuestros diferentes ámbitos de acción.
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