Este número incrementa cuando se toma en cuenta las agresiones sexuales y el acoso sexual, en su mayoría las víctimas son jóvenes. De hecho, el Banco Mundial asegura que las mujeres entre los 15 y los 44 años son más susceptibles a la violencia sexual y doméstica que al cáncer.
En nuestro país la violencia sexual y el abuso han incrementado desde el 2008, esto a pesar que existen leyes y oficinas encargadas de prevenir estos delitos. La entidad Médicos sin Fronteras en Guatemala ...
Este número incrementa cuando se toma en cuenta las agresiones sexuales y el acoso sexual, en su mayoría las víctimas son jóvenes. De hecho, el Banco Mundial asegura que las mujeres entre los 15 y los 44 años son más susceptibles a la violencia sexual y doméstica que al cáncer.
En nuestro país la violencia sexual y el abuso han incrementado desde el 2008, esto a pesar que existen leyes y oficinas encargadas de prevenir estos delitos. La entidad Médicos sin Fronteras en Guatemala señaló en un informe que solamente en el departamento de Guatemala se reportan más de 200 casos de violación sexual al mes. Lo más preocupante es que la mayoría de las víctimas son menores de edad , reafirmando el dato del Banco Mundial. Este número se cree que es mucho más alto ya que en la mayoría de casos las mujeres optan por no denunciar el delito. Esto se debe a la falta de confianza en las instancias, en la mayoría de casos por la re victimización que reciben y el miedo a recibir represalias de sus victimarios. Guatemala es considerado uno de los países más avanzados en materia legal de protección de la mujer, sin embargo la practica y la implementación de las mismas ha resultado en lo opuesto.
Sin embargo, el tema del abuso y la violación es un problema mundial, ya que este delito es un problema que afecta a países avanzados como también a países en vías de desarrollo. Por ejemplo en Canadá y en Estados Unidos, los índices de abuso sexual se han elevado en los últimos años específicamente en los campuses universitarios, en donde los predadores son los mismos estudiantes. Muchos psicólogos argumentan que el abuso sexual ha incrementado mundialmente ya que existe una tendencia actual de culpar a la víctima. Por consiguiente las percepciones culturales han desvirtuado el delito al señalar a la víctima como la responsable de su propio abuso.
Esto comúnmente lo vemos en nuestra sociedad como: ella se lo buscó, teniendo como raíz un sinfín de falsos estereotipos propagados por una cultura machista. El machismo no es exclusivo del género masculino ya que en muchas ocasiones las mujeres somos cómplices de propagar estos estigmas que lo único que logran es poner en peligro a otras. La tendencia se ha convertido en justificar al agresor y su actuar violento a costa de la seguridad y justicia de su víctima. Uno de los ejemplos es condenar la manera en como una mujer se viste o actúa como una justificación al ataque y la victimización. Otro razonamiento ridículo es descreditar a la victima si esta se encontraba bajo la influencia de alguna sustancia, similar a la anterior atribuyéndole la culpa. Cuando una persona de encuentra bajo la influencia de sustancias, ésta jamás puede dar su consentimiento ya que no cuenta con la capacidad de razonar por lo que aprovecharse de su estado debe ser condenado como violación.
El debate sobre el poder de consentimiento de una mujer ha contribuido a una cultura que acepta y en muchas ocasiones condona la violación sexual y la re victimización de la victima. Resulta que ahora las víctimas de un abuso sexual se convierten en las villanas de la historia y resultan ser castigadas por nuestra sociedad. El consentimiento entre dos personas debe ser siempre respetado por más borrosos que sean los límites, contrario a lo que dice la canción que lleva el mismo nombre. Precisamente éste es el problema, que existen canciones, películas y mensajes en los medios de comunicación que promueven la violencia en contra de la mujer . No es cool bailar al ritmo de una canción que quiere domesticar a la mujer ya que es un animal y que odia los límites borrosos de una posible violación. Estos son los mensajes que debemos repudiar como sociedad por más inofensivos que los percibamos ya que resultan ser poderosas justificaciones. Al aceptar imágenes y mensajes como los mencionados nos volvemos cómplices de construir y propagar una cultura de violencia que hace peligrar la vida de muchas.
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