Dicha iniciativa fue aprobada con 68 votos a favor y 32 en contra, lo cual marca una diferencia en el actual modus operandi de un Senado bastante polarizado, ya que varios senadores republicanos votaron a favor de esta. Aparte del apoyo de varios senadores en la votación, la iniciativa fue creada por un grupo de ocho senadores (cuatro republicanos y cuatro demócratas). La votación es histórica, ya que es la primera vez desde 1986 que se da un paso significativo en materia de una reforma migratoria comprensiva. En el pasado ha habido varias ocasiones en las que una iniciativa similar, liderada por miembros de ambos partidos, ha fracasado. Muchas veces las iniciativas ni han llegado a debate, mucho menos a votación, ya que las diferentes comisiones que las revisan las han rechazado. El ejemplo más reciente fue en el 2007, cuando una iniciativa apoyada por el presidente Bush y creada por un grupo de senadores de ambos partidos fue rechazada por todos los senadores republicanos. George W. Bush, a pesar de ser un republicano conservador, siempre fue pro reforma migratoria desde sus días de gobernador. Sin embargo, en el 2007, su mismo partido se volcó en su contra y mató cualquier esperanza de una reforma migratoria comprensiva.
Debido a la actual historia política de Estados Unidos, caracterizada por una extrema polarización de ambos partidos, la hazaña del pasado 27 de junio es un paso importante en materia de reforma migratoria. La conclusión positiva de dicha iniciativa no ilustra un arduo proceso de negociaciones y tratos hechos detrás de las puertas del mismo Senado. Fueron varios meses de intensas negociaciones no solamente entre los dos partidos, sino también con varios sectores interesados de la sociedad. A estos debates asistieron miembros de las diferentes cámaras de negocios, agricultores, abogados y activistas. Estos grupos ayudaron a crear el producto final. La iniciativa propuesta se enfoca en tres ejes principales: seguridad en las fronteras, amnistía y obtener nacionalidad y E-Verify (sistema electrónico para monitorear las visas de los migrantes). Los primeros dos ejes no solamente van de la mano, sino que también fueron los más contenciosos durante los negocios. Los republicanos, en su mayoría, tienden a estar en contra de la amnistía y la nacionalización de los actuales 11 millones de migrantes indocumentados y, por consiguiente, son los que apoyan que se refuerce la seguridad en las fronteras. Sin embargo, ignorar a estos 11 millones de migrantes indocumentados ya no es una política viable ni aceptable, por lo que los demócratas tuvieron que ceder en aumentar la vigilancia de las fronteras para poder incluir en la iniciativa un camino hacia la nacionalización de los 11 millones. El tercer eje, E-Verify, es un sistema tecnológico que busca controlar todas las salidas y entradas de los migrantes a EE. UU., sistema que deberá usar cualquier negocio o empresa que contrate a migrantes.
Después de las negociaciones y concesiones hechas por ambos partidos, la iniciativa aprobada está lejos de ser perfecta y no debe ser considerada como la mejor opción. Sin embargo, esta es mucho más progresista que la que planea plantear la Cámara de Representantes. La iniciativa aprobada por el Senado fue entregada al presidente de la Cámara, John Boehner, quien por ley debe presentarla al resto de integrantes de esa institución. Sin embargo, en una Cámara mucho más polarizada que el Senado, con una mayoría republicana, el presidente fue presionado por el ala más conservadora de su partido, por lo que en el último mes Boehner ha reiterado que no presentará dicha iniciativa en el pleno, ya que la Cámara está trabajando en su propia reforma migratoria. Sin embargo, la iniciativa de la Cámara no solo convertirá las fronteras en una especie de zona militar, sino que busca hacer más difícil cualquier proceso de nacionalización para los 11 millones de personas sin documentos legales.
Para que cualquier iniciativa se convierta en ley, debe ser aprobada por ambas cámaras y firmada por el presidente. El presidente Barack Obama declaró públicamente que no firmará la iniciativa de la Cámara porque no es una reforma comprensiva. Por eso varias organizaciones pro reforma migratoria han invertido todos sus recursos en un cabildeo que busca que la iniciativa del Senado llegue a votación en la Cámara de Representantes. Para que dicha iniciativa se convierta en ley se necesitan 219 votos a favor, hazaña posible porque 200 demócratas votarán si 23 republicanos han manifestado su apoyo también. A diferencia del 2007, existen más organizaciones con más recursos cabildeando a favor de una reforma migratoria comprensiva.
La próxima semana exploraré el trabajo que hacen las organizaciones a favor de una reforma migratoria compresiva.
Más de este autor