Diez días que estremecieron al mundo y Cinco días que estremecieron al mundo son los títulos de libros enmarcados en hechos políticos del siglo XX. El primero se centra en la Revolución de Octubre, en 1917, y el segundo, en la caída y ejecución de Benito Mussolini, en 1945. Ambos se enfocan en pasajes que influyeron en Rusia e Italia, respectivamente.
Fijar un lapso de la gestión pública para destacarlo tiene que sustentarse en la trascendencia que acarrea. Para el efecto, la visión política es fundamental. Sin embargo, es usual dar más relevancia a lo mercadológico, publicitario o propagandístico, opción que no siempre es la más afortunada.
El mercadeo, mercadotecnia o marketing, es una herramienta que comprende etapas claves, principalmente en el ámbito comercial: exploración, diseño e implantación de actividades para satisfacer las necesidades de un mercado. Enfocado en lo político-gubernamental, este instrumento sirve para fortalecer los nexos entre el poder del Estado y la población.
Apunto lo anterior a propósito de la evaluación que se autoimpuso el gobierno de Bernardo Arévalo con motivo de llegar a los 100 días de ejercicio. Vale señalar que el Organismo Ejecutivo está integrado por el mandatario y la vicepresidenta de la república, 14 ministros/as, 15 secretarios/as, 22 gobernadores/as departamentales y variedad de directores/as de dependencias.
Obviamente, el trabajo de cada una de las instancias mencionadas es parte de una cadena, de forma que lo que cada responsable hace, suma o resta méritos en conjunto. Asimismo, debe indicarse que esta administración no ha logrado estabilidad en el transcurso de los 100 días. Relevos abruptos en los ministerios y falta de consenso en torno de gobernaciones son dos aspectos que la perjudican.
Lo expuesto, de entrada, afecta cualquier resultado y, además, es importante subrayar que el andar del gobierno no va en solitario ni al margen de otras aristas del Estado. La ecuación incluye a los organismos Judicial y Legislativo, así como las corporaciones ediles. Y con estos interlocutores el Ejecutivo aún no ha entablado una relación que propicie la presentación de metas preliminares.
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No obstante, como alguien con inclinación publicitaria orientó anunciar resultados, en espera de las lluvias de la temporada hubo más nublados que chaparrones. En unos casos la intención debe aplaudirse, en otros lo mejor era no aparecer en escena porque, en resumidas cuentas, los problemas y las necesidades de este país no pueden ni siquiera comenzar a modificarse, por lo que los logros no están en lo cuantitativo del momento, sino en la concepción de cómo llegar a ellos.
Concretamente, por ahora, los 100 días en referencia se asemejan a la película Groundhog day o El día de la marmota, también conocida como Hechizo del tiempo. Esta trama de Harold Remis recoge la experiencia de un meteorólogo que se queda atrapado al repetir el mismo día una y otra vez, como la historia de Guatemala, pues en diversos espacios las condiciones de vida no cambian.
Más que enunciar buenas intenciones o hacer una lista de actuaciones aisladas, las autoridades deben ir abonando al plan del primer año de decisiones, acciones y frutos, periodo en el que sí habrá una medición real y objetiva que se nutrirá con los tres siguientes del cuatrienio, momento que será el que cuente. El quid es que no se trata de cómo se inicia, sino de cómo se termina; ese será el día de la verdad.
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