Usted no es médico, señor Giammattei. Los que curan y están dispuestos a darlo todo en esta pandemia se encuentran en los hospitales temporales durmiendo mal, comiendo pésimo, sin un contrato laboral decente, y, lo que más frustración causa, sin el equipo de protección básico y sin los medicamentos requeridos para atender dignamente a los contagiados con covid-19. Usted no es médico, porque se está aprovechando de la situación para mostrarse protagonista de una película que tiene un final fel...
Usted no es médico, señor Giammattei. Los que curan y están dispuestos a darlo todo en esta pandemia se encuentran en los hospitales temporales durmiendo mal, comiendo pésimo, sin un contrato laboral decente, y, lo que más frustración causa, sin el equipo de protección básico y sin los medicamentos requeridos para atender dignamente a los contagiados con covid-19. Usted no es médico, porque se está aprovechando de la situación para mostrarse protagonista de una película que tiene un final feliz en su cabeza, en su imaginación. Su reprobable y trasnochado protagonismo galeno parece justificarse en que al ministro de Salud Pública le cuesta tanto leer, hablar e interpretar los datos diarios que, en lugar de brillar por su astucia y visión estratégica, está siendo la cara visible de un gobierno que no está a la altura de las circunstancias por la ineptitud reinante.
Usted no es arquitecto, señor Giammattei. Da vergüenza verlo en las costosas transmisiones oficiales dibujando rutas, áreas de acceso, rampas, tramos que deben modificarse e instalaciones que deben remodelarse. Toda esta farsa, todo este juego al sabelotodo, se realiza ante la servil y complaciente mirada de los que sí tienen el título y la experiencia. ¿Qué sabe usted de aeródromos? ¿Qué sabe usted de hangares?
[frasepzp1]
Usted no es honesto, señor Giammattei. Tantas fotografías y tantos agradecimientos a los donantes en lo que parece un desborde de generosidad empresarial sin precedentes, como usted mismo lo ha dicho una y otra vez. Tantos préstamos y donaciones publicados en las redes sociales del Gobierno nos hacen sospechar y dudar de la transparencia y del uso de los recursos recibidos. Programas de ayuda social que van y vienen y en el aire se detienen.
Usted no puede olvidar, señor Giammattei, que muchas organizaciones civiles están recopilando información y dándoles seguimiento a todas sus decisiones para tener las pruebas suficientes y, si fuera necesario, llevarlo ante la justicia. No olvide que los guatemaltecos estamos cansados de la corrupción enquistada en el Gobierno y de las amistades malsanas que se benefician con cuotas de poder y contratos relámpago para primos, sobrinos y ahijados. No crea que, por el simple hecho de tener poco más de cien días como presidente constitucional de la república de Guatemala, usted podrá terminar en tiempo y forma con su mandato.
Señor Giammattei, usted puede preguntarme si estoy exagerando. Mi respuesta es ¡sí! ¡Estoy exagerando! Y en este estado anímico le exijo que vaya con su brillante ministro de Salud Pública al hospital temporal del Parque de la Industria y que ambos se vistan con los trajes hechos con bolsas de basura que están utilizando los médicos y las enfermeras para protegerse de posibles contagios. Le ordeno que llegue con su secretario de Comunicación Social (y sus otros amigos extranjeros) a la hora del almuerzo y pruebe la comida podrida que se les está sirviendo a los pacientes y al personal de salud. ¡Buen provecho, señor Giammattei!
Más de este autor