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Los trabajos de remodelación de la 2a. calle, en la zona 1 de Salcajá, iniciaron hace un año. Hasta la fecha el paso quedó intransitable. María José Longo

La calle de la discordia

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La calle de la discordia

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Una mañana de los últimos días de mayo de 2022, la 2a. calle de la zona 1 de Salcajá es un cuadro con volcanes de tierra, tuberías expuestas y agujeros. Las vecinas cuentan que cuando llueve, al panorama se suma un río de lodo. El marco del escenario son los negocios que rodean la calle, ventas de hilo que se usa para tejer y bordar indumentaria. Por esa calle pasan dos obras que se adjudicaron por 15 millones de quetzales.

La municipalidad planeó dos proyectos: mejorar la calle (Q6 millones 39 mil) y ensanchar las aceras (Q9 millones 702 mil) para tener espacios peatonales. Pero el proyecto no fue socializado con los vecinos, a quienes no les interesa tener aceras muy grandes, porque según protestan, impiden tener áreas de carga y descarga para sus negocios.

La Municipalidad de Salcajá no escuchó el rechazo de vecinas y vecinos, quienes no quieren cambios de la calle en el sector comercial. La población también alega que la comuna usa materiales de mala calidad para construcciones que costarán millones de quetzales y que fueron adjudicadas a una misma empresa: Multiservicios Ramírez. 

Los vecinos no están dispuestos a ceder para que la comuna imponga las obras, se han plantado en el lugar para evitar que los trabajos continúen. Desde abril de 2022 la construcción está oficialmente parada. Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá y expresidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM), dice que la obra es parte del plan de gobierno del Concejo para dar prioridad al peatón y que los vecinos deben ceder.

Ovalle tiene diez años consecutivos en la alcaldía. Es un hombre de cejas espesas, barba y bigote; el movimiento de sus ojos acompaña al sonido de sus palabras. Antes de las obras en la calle de la discordia, él estaba acostumbrado a las alabanzas y los abrazos. Ejecutar las obras sin la aprobación de los vecinos ha provocado manifestaciones en su contra y serenatas que incluyen la canción «Sacaremos a ese buey de la barranca». 

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Rosibel López, es una de las vecinas que se opone. Con voz enérgica afirma que el alcalde quiere hacer su voluntad y los vecinos no permitirán abusos. Ella está convencida de que, si la comuna lo permitiera, podrían concluir la construcción de la calle con sus propios fondos, materiales de calidad y aceras sin estrechar. Algo que para Ovalle no es viable. 

El estado de la calle también cambió la vida del vecindario, la población no puede ingresar sus vehículos, el polvo afecta su salud y cuando llueve el lodo ingresa a sus viviendas. En un inicio el conflicto incluyó desde la 0 hasta la 5a avenida, pero en dos cuadras los vecinos accedieron a la intervención municipal, en tres más parece que un temblor sacudió la calle.

El 3 de junio 2022, el Concejo aprobó que los trabajos sigan y pidió apoyo a las fuerzas de seguridad, el Ministerio Público (MP) envió un oficio a la subestación de la Policía Nacional Civil para que den protección y auxilio a los trabajadores de la empresa constructora cuando se retomen los trabajos. Hasta el sábado 27 de agosto la imagen era la misma, ese día algunos automovilistas estacionaron sus vehículos al inicio de la calle como en un parqueo público, mientras el resto del camino seguía intransitable.

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Esta publicación es parte del Programa de formación dual para periodistas departamentales de Plaza Pública, 2022.

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