Todos podemos hacer un poquito por revertir la situación desde nuestro pequeño espacio de decisión. Por ello, hoy les traigo una propuesta concreta para hacer ver a los dos candidatos presidenciales que deben tomarse más en serio el tema alimentario, presentando durante la segunda vuelta electoral propuestas concretas y realizables. A sabiendas de que cualquier propuesta que plantee reducir la desnutrición crónica en más de 2% por año es inviable, todos queremos oír que tienen Pérez Molina y Baldizón en sus programas para reducir el hambre durante el próximo Gobierno. Nos gustaría oírlo muchas veces, explicado con detalle, dando cifras, objetivos e indicadores. El país lo necesita, y los casi 3 millones de hambrientos se lo agradecerán. Muchos de ellos son votantes también…
La propuesta que lanzamos es sencilla y realizable, pero a la vez supone un enorme desafío porque no se ha hecho hasta ahora en el país: movilizar a la ciudadanía utilizando las redes sociales y los medios de comunicación, para hacer sentir su prioridad a los políticos. Y hacer esto durante el periodo electoral, para demostrar que la democracia es participativa y no sólo electoral. Para que los ciudadanos y ciudadanas puedan proponer prioridades, darles seguimiento, y exigir su cumplimiento, y no solo votar cuando les dicen que voten. Esto es un modesto ejercicio de democracia total, haciendo partícipe a cada ciudadano/a que está conectado/a a internet y que quiera hacer oír su voz por una causa justa. Es un germen de democracia 2.0 y bien merece la pena intentarlo.
Para ello, proponemos hacer de la frase #Guatesinhambre la frase más enviada a través de las redes sociales, haciendo que este término (conocido en Twitter como Hashtag) sea la frase más leída, repetida y re-enviada del mes de octubre en el país. Esto hará que se convierta en el Trending Topic del momento y que aglutine el pensamiento de miles de ciudadanos, dentro y fuera de nuestras fronteras, sobre un problema nacional prioritario, un problema estructural que supone una cadena perpetua para la mitad de nuestra juventud. También proponemos apuntarse a una página de Facebook denominada “Yo quiero una Guatemala sin Hambre”, para mostrarle a los dos candidatos que miles de chapines quieren eso que indica el título: vivir en un país sin niños/as desnutridos, donde el Gobierno se tome en serio el tema, donde le den prioridad desde el máximo nivel presidencial, donde se movilicen los fondos necesarios, se consiga un Pacto de Estado con todas las fuerzas vivas y se usen las instituciones del Estado para tal fin.
Hay algunas cosas en la vida donde el tamaño sí importa, y esta es una de ellas. Si conseguimos que más de 100 mil guatemaltecos y guatemaltecas decidan movilizarse en la red para hacer oír su voz cibernética, esos miles podrán hablar por los casi tres millones de hambrientos que viven en esta bella tierra, y que apenas son escuchados, ni cuando les piden su voto. Necesitamos “Paz Alimentaria” y podemos llegar a ella si ejercemos una nueva modalidad de democracia participativa virtual. Yo quiero una Guatemala sin hambre, y espero que tú también.
Nota del autor: He empleado el “nosotros” varias veces en el texto porque esta iniciativa ha sido lanzada por un grupo de jóvenes universitarias, y desde aquí le doy todo mi apoyo. Y sólo funcionará si la juventud globalizada y conectada se moviliza por ello. Los jóvenes de la ciudad y del campo, de la clase alta o baja, ladinos e indígenas, con estudios o sin ellos, de la izquierda o de la derecha, todos y todas por una Guatemala sin hambre ¿Conseguiremos que #Guatesinhambre se convierta en el tema del momento? Hoy tengo un sueño…
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