Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

Es un día que nos debe llamar a la movilización colectiva para denunciar y buscar soluciones a la situación de pobreza extrema en la que viven 2 millones de guatemaltecos y guatemaltecas y mil millones de personas alrededor del mundo.

La pobreza, la exclusión social y económica son el resultado de un modelo de crecimiento que conlleva serios problemas en la distribución de la riqueza, lo que conduce a la reproducción intergeneracional de la pobreza y de la exclusión. Las nuevas generaciones provenientes de familias pobres tienen escasas oportunidades de romper con el círculo de la exclusión ya que el Estado y la sociedad en su conjunto no generan condiciones para un verdadero desarrollo humano de las personas.

Desde esta perspectiva, es importante resaltar que cualquier noción del desarrollo pasa por crear condiciones de educación, salud y trabajo para todas las personas. En este sentido, los niveles educativos de las y los niños y jóvenes guatemaltecos se encuentran entre los más bajos del continente. Desde la niñez se enfrentan graves problemas de deserción, rezago escolar y aprendizaje efectivo. La educación acontece en condiciones poco favorables, con la consiguiente disminución de la calidad de la enseñanza y la insuficiente formación de capital humano para la sociedad.

En cuanto a la situación de la salud, esta es de las más precarias en la región. Tanto la cobertura como la calidad de la salud son bajas, la inversión insuficiente y la proyección y comprensión de la importancia de la salud para el desarrollo humano de la sociedad aún no parecen ser una prioridad.

Aunado a lo anterior, Guatemala se caracteriza por su incapacidad crónica para generar los puestos de trabajo que se requieren para incorporar en la economía formal a la población activa del país. La insuficiente oferta de empleo así como la precariedad, inestabilidad, inseguridad, bajas productividad y competitividad del mismo, son cuestiones obligatorias para cualquier estrategia de desarrollo, ya que representan barreras para erradicar la pobreza y la exclusión.

Las condiciones para el desarrollo que el país proporciona a la mayoría de su población son escasas o nulas. Los años pasan, las décadas pasan, los gobiernos pasan y la situación sigue siendo igual o peor, quizás avancemos en algunos indicadores y retrocedamos en otros, pero no hemos visto ni vemos en el horizonte reformas radicales que modifiquen esta situación.

¿Qué sentimos al vivir en un país donde algunos cuantos tenemos el privilegio de la  educación, la salud, el trabajo, es decir, tenemos derecho al desarrollo, frente a grandes mayorías que no tienen derecho a nada? ¿Qué hacemos día a día por cambiar esta situación, por erradicar la pobreza, la desnutrición, la desigualdad? Podemos hacer mucho o podemos quedarnos de brazos cruzados, un día no es suficiente, pero sí puede ser el inicio del cambio. La decisión está en nosotros.