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La revisión de escrutinios del Distrito Central en el Parque de la Industria, el 05 de julio. Simone Dalmasso

Quiñónez sigue en la muni en una elección sin sabor a triunfo

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Quiñónez sigue en la muni en una elección sin sabor a triunfo

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La elección de alcalde de la capital permaneció en un atolladero por más de tres semanas. Finalmente, no queda recurso legal que pueda revertir los resultados: Ricardo Quiñónez, actual jefe edil, quedó en primer lugar con una diferencia mínima de 423 votos respecto al segundo lugar. Sin embargo, los resultados no fueron convincentes y tampoco le dieron motivos suficientes para celebrar con triunfalismo.

La pelea por la Municipalidad de Guatemala no terminó el 25 de junio. Los resultados preliminares situaron, en un inicio, al alcalde Ricardo Quiñónez, de la coalición Valor/Unionista, en primer lugar con una diferencia de solo 522 votos de su contendiente más cercano, Roberto González Díaz-Durán, «Canela», del partido Creo.

Pero estos resultados no fueron definitivos y, durante 15 días, la disputa por la alcaldía capitalina se dirimió en las cortes.

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La mínima diferencia de votos, las denuncias de alteración de actas que fueron digitadas en lugares ajenos a los centros de votación y las sospechas de que esto pudo favorecer a Quiñónez, hizo que el equipo legal de Creo accionara ante la Corte de Constitucionalidad (CC) para que el TSE hiciera una nueva revisión y cotejo de actas.

La CC resolvió que se revisaran las actas impugnadas. Esto retrasó por una semana más la oficialización de resultados por parte del TSE. En audiencias públicas en el Parque de la Industria se desarrollaron las verificaciones en jornadas protagonizadas por los fiscales de partidos inconformes.

La Junta Electoral del Distrito Central (JEDC) finalizó en el tiempo ordenado el cotejo. De esa cuenta, la diferencia entre Quiñónez y «Canela» se redujo de 522 a 423 votos tras la nueva audiencia de revisión que se prolongó por tres días, en jornadas diarias que superaron las 15 horas.

De mañana a noche, el partido Creo peleó por medio de su fiscal nacional, Diego Ronquillo, todos los votos que no se les asignaron durante el primer escrutinio. Sin embargo, aunque la diferencia con Quiñónez se redujo aún más, no fue suficiente para desplazar al unionismo de la alcaldía.

El alcalde finalizó en primer lugar con 106,604 votos y González Díaz-Durán en segundo, con 106,181. Al primero se le sumaron 384 sufragios que no le habían sido adjudicados y al segundo 483. El tercer lugar fue para la coalición Semilla-URNG-Maíz-Winaq, con 77,880, a la que le sumaron 217.

Laberinto legal

José Murúa, presidente de la JEDC, advirtió al finalizar la segunda audiencia de revisión que «no hubo cambios sustanciales después de realizar un exhaustivo cotejo». En efecto, según los datos de la junta hubo una variación de apenas el 0.3 por ciento con relación al primer conteo en la alcaldía.

Pero el equipo de Creo no quedó satisfecho. Ronquillo, su fiscal nacional, denunció que hubo cuatro mesas cuyos votos fueron invalidados por la JEDC ya que las Juntas Receptoras de Votos (JRV) consignaron los sufragios de la corporación municipal en actas que correspondían a diputados del listado nacional o al Parlacén. 

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Estas fueron las mesas 368, 604, 628 y 953, en las cuales votaron 992 personas y de ellas 249 lo hicieron por Creo en la elección municipal. Sin embargo, al ser anuladas, los sufragios no fueron adjudicados a la planilla de «Canela».

Creo también solicitó que se anularan 38 mesas, ya que las actas no estaban firmadas por todos los miembros de las mesas, siendo este un requisito que estipula el artículo 102 del Reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Por esta razón, al finalizar el cotejo de actas, Creo fue uno de los partidos que no firmó el documento 8, en el cual la JEDC certifica los resultados finales obtenidos en el distrito central y el cual servirá para adjudicar cargos.

Estas inconformidades también se hicieron constar en una acción judicial que el partido presentó ante la Corte Suprema de Justicia y en una queja ante la CC, pero ninguna de las cortes accedió a depurar las actas aludidas. Así, confirmaron que las audiencias de las juntas electorales se realizaron de forma correcta, sin ninguna anomalía que amerite un reconteo.

«La población tiene que entender que en cuatro mesas se anularon las elecciones de las personas que fueron a votar. Es valedero que no se firme el acta cuando en cuatro mesas quedaron fuera las personas, independientemente de a beneficio de qué partido haya sido», dijo Ronquillo.

«Canela» también se pronunció por medio de su cuenta de Twitter. «El día de hoy la CC ha declarado sin lugar nuestro “ocurso en queja”, en medio de una coyuntura totalmente ajena a lo nuestro; por lo que he decidido concluir acá con los procesos legales de esta elección plagada de vicios que me hizo quedarme a 423 votos», expresó.

Declive

La falta de certeza de quién será el alcalde para el período 2024-2028 se extendió por tres semanas. Pero, entre tanta incertidumbre, también hay certezas. Una de ellas es que, en los últimos 20 años, el unionismo que gobernó la municipalidad de Guatemala con el fallecido exalcalde Álvaro Arzú ha perdido fuerza electoral.

Los datos demuestran que apenas dos de cada diez personas le dieron su voto a Quiñónez. Esto dista de otras épocas, cuando el unionismo lograba que más de la mitad de los vecinos empadronados los favorecieran en las urnas.

El declive también es evidente por las rupturas que hay entre su círculo político. Por ejemplo, Quiñónez no estuvo de acuerdo en participar en estas elecciones en coalición con el partido Valor, pero pesó más la opinión de otros cuadros, entre quienes figura el diputado Álvaro Arzú Escobar y su círculo de confianza. 

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El actual alcalde parece tampoco tener liderazgo dentro del Partido Unionista, al punto en que en noviembre de 2021 quedó fuera del Comité Ejecutivo Nacional y fue relegado a la presidencia del Consejo Político.

Las rencillas entre unionistas y Valor, que figuraron como coalición para la contienda por la municipalidad, subieron de tono. El fiscal del partido Unionista, Pablo Duarte, dijo abiertamente que habían finalizado la alianza porque Valor pidió un reconteo de votos, y ellos no estaban de acuerdo.

Además, durante la nueva audiencia de revisión de escrutinios, dijo que había agrupaciones que estaban aprovechando las inconsistencias que se denunciaron la elección de corporación municipal para pedir reconteo en otras elecciones, como la presidencial.

No mencionó directamente a Valor, pero esta es una de las organizaciones políticas que denunció que pudo haber fraude. Además, fue una de las que accionó ante la CC para que se ordenara una nueva audiencia de revisión y cotejo de actas.

«Hay gente que pide recuentos cuando la cantidad de votos con la que perdieron hace imposible que el resultado vaya a variar. Si van a impugnar teniendo una diferencia insalvable, están empañando el proceso y diciéndole a todos los guatemaltecos que sus votos no valen. Dije desde el principio que la única discusión valedera era la que teníamos con Creo, porque había cantidad razonable de votos que se podrá corregir (en la elección de alcalde de la ciudad capital), pero no podemos corregir 300,000 o 500,000 votos. Hay un complot orquestado desde hace mucho tiempo para echar a perder las elecciones del 25 de junio», dijo Duarte.

De esta forma, se confirma que será el unionismo quien gobernará la ciudad capital cuatro años más, en una contienda en la que, lejos de mostrar superioridad, se dejaron entrever las debilidades del linaje político que por más de 20 años ha permanecido en la comuna.

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