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Código 300. Episodio 3. El poeta

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Código 300. Episodio 3. El poeta

Autoría
Ilustración: Diego Sac
Historia completa Temas clave

Luis de Lión era poeta y maestro. Nació en San Juan del Obispo, Sacatepéquez y formaba parte del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). El 15 de mayo de 1984 fue secuestrado por fuerzas del Estado en la zona 1 de la Ciudad de Guatemala. Su hija Mayarí ha creado una Casa-Museo para resguardar su memoria como artista, pero también para visibilizar su desaparición forzada.

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Esta es la transcripción del Episodio 3 de la serie Código 300: Las historias del Diario Militar, 25 años después

Mayarí de León:

Papá, quiero contarte que traje muchas semillas de mi caminar por otras tierras y por la propia. Las he sembrado y te he buscado en las muchísimas criaturas que han estado en tu casa, mi casa, nuestra casa.

Quizás renaces igual que mis amigos y mis amigas.

Igual que mi hijo Luis Alberto, con cada ilusión, con cada recuerdo, con cada alegría, con cada reto logrado, con cada paso en contra de la ignorancia y la marginación.

Melani Coyoy:

Ella es Mayarí de León, promotora cultural que a través del arte ha mantenido viva la memoria de su padre, Luis de Lión, desaparecido por el Estado guatemalteco hace 40 años.


Mayarí de León:

Pues mi relación con mi papá fue muy cercana. O sea, fue increíble. Era mi amigo, era alguien que siempre tenía tiempo para mí, que me enseñó a leer y escribir. Con él conocí lo que podría llamarse conciencia social también. Desde muy chiquita. Una persona muy franca también, pero sobre todo una persona que amaba la vida y que se reía con una gran carcajada, así estridente, y que soñaba con cosas muy grandes, o sea, no había un límite para los sueños y creo que eso es algo que agradezco bastante.

Melani Coyoy:

Mayarí recuerda que desde muy pequeña, su papá le hizo saber que aunque su vida no estaba llena de lujos, sí era mejor que la de otras personas.

También recuerda que desde niña le acompañaba a manifestaciones o reuniones del Sindicato de Trabajadores del Estado de Guatemala o del Frente Nacional Magisterial.  Iban juntos también a actividades artísticas.

Luis de Lión, era su papá, pero también era el escritor, el poeta.

Mayarí de León:

Yo lo acompañaba a todas las manifestaciones, a las reuniones que tenía del sindicato, del Frente Nacional Magisterial. Me acuerdo que me dormía, a veces me quedaba bien dormida y despertaba y seguía en el mismo lugar, también en los eventos artísticos, en los Festivales de la Juventud y los Estudiantes que hacían, los tengo presentes.

Melani Coyoy:

En una época en la que no era común hablar de roles de género, en la familia se reconocía el trabajo que hacía su mamá en casa y se asignaban las tareas por igual o sin un trato diferencial entre Mayarí y su hermano menor, que también se llama Luis.

Crecer y enfrentarse a un mundo diferente al que su familia le había mostrado, fue duro para ella.

Mayarí de León:

Si algo me costó mucho en la vida fue asumir que el mundo era diferente, porque seguramente crecí en una burbuja. Es una burbuja, no sólo de cariño, sino de compartir todo, verdad, de solidaridad como familia.

Melani Coyoy:

Desde 1960 el país atravesó un Conflicto Armado Interno. La época fue compleja, con constantes golpes de Estado y represión a la población.

-FRAGMENTO DE AUDIO DOCUMENTAL-

Él es el sargento José Ángel y en el documental Titular de Hoy:  Guatemala, responde al periodista Allan Nairn dónde nacieron las políticas de derechos humanos. Para José Ángel, el tema tenía que ver directamente con el comunismo.

Luis era maestro, escritor, poeta y militante del Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT.  Una organización comunista que fue principal objetivo de la lucha contrainsurgente.

No le tenía miedo a la palabra comunista, aún viviendo en un país en el que se criminalizaba por pensar diferente.

A Luis de Lión lo secuestraron por primera vez en 1973, cuando Mayarí tenía 7 años.


Mayarí de León:

Justamente estaba aprendiendo a leer y escribir cuando a papá lo secuestraron. Estuvo ocho días desaparecido y lo encontramos gracias a la universidad, a la asociación de estudiantes universitarios de la Universidad de San Carlos, porque a papá lo secuestraron junto al secretario general de la AEU de 1973, que estaba en junio del 73 y entonces la Asociación luchó por encontrar a su secretario general y es el secretario general fue el que dio fe y declaró que papá estaba ahí adentro, verdad, en en una estación de policía y por eso apareció papá. Apareció muy lastimado. La expresión, que a mí me me recuerdan que dicen que yo dije, verdad, yo no me recuerdo, les quiero decir que mi papá estaba como un caimito, verdad.

Melani Coyoy:

Los caimitos son unas frutas pequeñas y moradas. Mayarí, de 7 años, encontró en esa figura una explicación para los golpes que vio en la piel de su papá. En su casa siempre se habló con la verdad, con un lenguaje adecuado según la edad, pero en ese momento no recibieron una explicación sobre aquel secuestro y lo que Luis sufrió durante aquellos días. Desde entonces, Mayarí tiene pesadillas recurrentes.

Mayarí de León:

Pesadillas con las que una niña de siete años se ha hecho una mujer de canas y sigue luchando todo el tiempo. O sea, las pesadillas de personas torturadas y violentadas, los caminos, todo lo que se decía que pasaba, verdad. O sea, me hice adulta y algunas veces me despierto todavía sudando con esas pesadillas. Desde ese tiempo, o sea, medio siglo luchando con las pesadillas.

Melani Coyoy:,

11 años después de aquel primer secuestro, Luis vivió una crisis de salud. Había adelgazado y necesitaba recibir tratamiento con insulina.

Mayarí de León:

mi papá tenía diabetes. Entonces, en dos semanas antes que los secuestraran tuvo la crisis más dura de su enfermedad y se estaba quedando ciego y tenía una situación física bastante complicada, que lo hizo estar en cama dos semanas.

Melani Coyoy:

Aún débil, Luis de Lión volvió a su rutina. Salía de su casa en la Colonia La Florida, en Mixco, para dar clases en la zona 8. Era maestro de la Escuela Nacional para Varones número 11 «José Clemente Chavarría».

El 15 de mayo de 1984 no volvió a su casa. Luego se supo que a eso de las 5 de la tarde, Luis caminaba por zona 1 para asistir a una reunión del PGT. Cuando llegó a la 2da avenida y 11 calle, fue secuestrado.

Un telegrama antiguo cuenta que dos días más tarde, el juez tercero de primera instancia penal de ese entonces, Luis Alberto Cordón, ordenó al departamento de investigaciones técnicas de la policía nacional un recurso de exhibición para Luis de Lión. La solicitud fue rechazada, respondieron que no había sido detenido por la Policía Nacional. Fue su esposa, María Tula González, la que asumió su búsqueda.

Mayarí de León: al igual que muchas familias, verdad, mamás, esposas, hermanas, de buscarlo en los anfiteatros. En las morgues, verdad, ver cuerpos mutilados y muy violentados, que estaban como XX. En el manicomio, en las calles, en los barrancos, en los puestos de policía, en todos los lugares, donde todos buscaban y no era solo mi mamá, sino que eran muchas personas las que buscaban a sus familiares de manera infructuosa. Porque los que, o sea, algunos encontraron. El caso nuestro, pues eso no fue posible.

Melani Coyoy:

Luis seguía sin aparecer y, durante algún tiempo, la familia pensó que  había fallecido por complicaciones de la diabetes. Su tortura era una posibilidad que no querían considerar, mucho menos que lo hubieran asesinado. Sin embargo, la aparición del Diario Militar en 1999 no solo les confirmó el secuestro por fuerzas de seguridad del Estado, también reveló su asesinato y los días previos.

Mayarí de León:

Y cuando aparece el Diario Militar en 1999, en mayo del 99, allí dice que Luis de León la asesinaron extrajudicialmente el 5 de junio es decir que él sobrevivió 22 días. Entonces es es como bastante complicado.

Melani Coyoy:

En ese entonces Mayarí trabajaba procesando información. Leer los periódicos era una de sus primeras tareas cada mañana.

-SONIDO DE HOJAS PASANDO-

Mayarí de León:

Entonces cuando llegué fue lo primero, o sea, estoy hablando como a las 6:30 de la mañana. Y el periódico y cuando vi la portada, o sea, fue así que instantáneo leer el artículo y justamente ahí estaba, que ahí aparecía mi papá.

Melani Coyoy:

Recuerda que llamó a Francisco Morales Santos, un poeta amigo de su papá, que lloraron con él y su esposa, Isabel Ruiz, mientras hablaban por teléfono. También llamó a su hermano.

Mayarí de León: mi hermano también lo había visto y decidimos venir a ver a mi mamá en la noche porque pensamos que ella no sabía nada y efectivamente mi mamá no sabía nada pero en conclusión creo que para nosotros  ese momento fue como que ese día hubiese ocurrido nuevamente el hecho. O sea, no había ocurrido en el 84, sino que volvió a ocurrir ese mismo día, ese mayo de 1999.


Melani Coyoy:

El costo de tener información sobre su padre fue revivir la desaparición. Aunque fue doloroso, Mayarí lo considera un desafortunado privilegio pues, aunque Luis está dentro de las 45,000 personas desaparecidas durante el Conflicto Armado Interno, forma parte del pequeño grupo que cuenta con pruebas que documentan su ejecución extraoficial.

Mayarí de León: En nuestro caso sabemos a raíz del Diario Militar da qué hora fue, en dónde fue y en donde lo torturaron 22 días y presuntamente fue ejecutado el 5 de mayo de 1984 junto a otras 14 personas. Digo presuntamente porque hasta el día de hoy no sabemos dónde está su cuerpo.

-SONIDO DE MÁQUINA DE ESCRIBIR- 

Melani Coyoy:

135. José Luis de León Díaz

(s) Gómez

Comité de Base Órgano Medio

15-05-84: A las 1700 horas, fue capturado en la 2da avenida y 11 calle, zona 1

05-06-84: 300

Melani Coyoy:

Luis de Lión fue una de las 8 personas secuestradas el 15 de mayo de 1984. El operativo comenzó temprano, alrededor de las cinco y media de la mañana. Terminó a las 11 y media de la noche.

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Esta nota del diario Prensa Libre de noviembre de 2011 habla sobre la recuperación de los restos de dos víctimas. Desde que se hizo público el Diario Militar, en 1999, solo se han localizado los restos de seis de las 183 personas que aparecen registradas en él.

Melani Coyoy:

El proceso de duelo es complejo sin los rituales que usualmente acompañan la muerte de un ser querido. Sin un velatorio o entierro es como si el duelo no se pudiera comenzar.

Mayarí de León:

Es una falta de no hay voluntad política, sino una falta de humanidad, que a las familias no se nos diga que pasó con nuestros desaparecidos porque es un asunto de humanidad. Para nuestra paz, para nuestro descanso, para poder cerrar un duelo que nunca, o sea, no ha podido comenzar porque no sabemos realmente, qué pasó.

Melani Coyoy:

La justicia no ha llegado completa. Aún cuando el Estado ha reconocido su responsabilidad en la desaparición de Luis de Lión, nunca ha revelado más información sobre su caso ni dónde se encuentran sus restos.

En 2004 su familia firmó un acuerdo de solución amistosa con el Estado, a través de una Comisión Presidencial . Se comprometieron a reivindicar la memoria de Luis de Lión a través de varias acciones. Una de ellas era la construcción de un centro cultural en San Juan del Obispo, lugar donde nació el poeta. Ya pasaron 20 años y este centro no existe. En julio de 2020 la comisión fue cerrada. Aunque sería parte de la reparación por la desaparición de su padre, Mayarí considera que esto no haría justicia por completo.


Mayarí de León:

Sí, claro, quisiera verlos a los asesinos y a los torturadores cumplir una una condena, pero qué tanto me puede servir una condena de personas de la tercera edad que han tenido toda su vida privilegios. Y más que un dinero que reciben por una pensión que no se merecen. Porque son asesinos. Han tenido la oportunidad de gozar lo que nuestros familiares hubieran querido: su familia. Mi papá soñaba con ser abuelo. ¿Cuántos libros me hubiera escrito? ¿Cuántos hijos de desaparecidos adolecen del amor de una familia y esos señores lo han gozado?

Melani Coyoy:

Jóvenes estudiantes, sindicalistas y maestros como Luis de Lión fueron desaparecidos por el Estado. La información que las fuerzas estatales recopilaban de estas personas en el Diario Militar estaba relacionada con su militancia en organizaciones consideradas peligrosas. 

Mayarí de León:

Así como yo lo digo, lo dicen también otros hijos, otras hijas: mi padre no era un asesino y no merecía eso. Mi padre era una persona que amaba la vida, era un artista, era un intelectual y así como mi papá, miles también que no están merecían la vida y si alguno tenía algún delito, tenía que ser juzgado como corresponde y no de la manera en la que murieron violentamente.

Melani Coyoy:

La publicación del Diario Militar también hizo que muchos familiares encontraran su historia reflejada en otras personas que también habían vivido la desaparición forzada. Eso de alguna manera les acercó.

Mayarí de León:

Encontrarnos cuando nos encontramos las familias siempre es como es una familia, o sea, es una familia de muchas familias. Porque el dolor de uno o los sentimientos encontrados que uno tiene no son ajenos al que siente la otra familia y, de esa cuenta, uno también se entera que esos silencios, todo eso no hablado entre la familia, es como un denominador común.

Melani Coyoy:

Como aquella burbuja que Luis de Lión construyó para su familia, Mayarí construyó la propia para mantener viva la memoria de su padre en la misma casa donde el poeta nació. Ahí, desde 2004, se ha dedicado al mantenimiento y creación de un museo donde a través de la obra literaria de su padre, cuenta su historia. La Casa Museo Luis de Lión también funciona como centro de formación artística para niñas, niños y adolescentes.

Mayarí de León:

Creo que mi papá está en lo que hago todos los días, en el amor a la vida, pero sobre todo en la fe de la transformación de esta sociedad. Porque si yo olvido eso, es como que pensara que la muerte de mi papá fue en vano y no fue en vano, ¿verdad? Porque todos ellos, o sea, no solo mi papá, sino toda su generación, iba a entrar a la vida. Y nosotros estamos vivos y entonces tenemos que aprovechar cada instante que tenemos para disfrutarlos y para construir

Melani Coyoy:

Mayarí considera que en los 36 años de conflicto armado interno del país se fue perdiendo la sensibilidad, se hizo cotidiana la realidad violenta y esto generó indiferencia. 

Mayarí de León:

La violencia, la indiferencia, la falta de solidaridad y de humanidad entre nosotros, que es algo que que hacerlo, recobrarlo, luchar por alcanzarlo, creo que es parte de de una rebeldía por no dejar morir ni los sueños, ni las ilusiones, ni la vida. Sonreír porque de esa manera nosotros le estamos diciendo a los asesinos de nuestros familiares, a los torturadores, que no lograron su objetivo, porque la vida siempre va a surgir. Porque nuestro amor es tan grande que han pasado 40 años y lo seguimos buscando, lo seguimos esperando, vive en nuestro corazón. Los mejores momentos para poder seguir, aunque sabemos que en ese trayecto de 40 años han pasado muchas cosas.

Melani Coyoy:

Cuando volvás,

te esperaré con un canasto para recibir tu alegría.

Con estos crayones pintaré tus paisajes.

 

Amor,

si es invierno,

mis manos tendrán guardado el calor del verano.

 

Ese es un fragmento de los siete poemas que Luis de Lion escribió para su hija entre septiembre de 1983 y enero de 1984. Ella estaba fuera de Guatemala, él los llamó «Poemas para el correo». Mayarí los recibió tres años más tarde. Decidió leerlos hasta 1989. Sentía miedo e incertidumbre por lo que podrían decir.

Varias obras de Luis se han publicado después que el estado lo desapareciera forzadamente. Quizá las más conocidas son «El tiempo principia en Xibalbá» que se publicó en 1985, «La puerta del Cielo y otras puertas», en el 98 y más recientemente una antología de su poesía llamada «El papel de la belleza», donde se incluyen los 7 poemas para Mayarí.


-MUSICA SUAVE-

Melani Coyoy:

La historia de Luis de Lion es una de las 183 que aparecen en el Diario Militar y que siguen buscando justicia en Guatemala. Cuando grabamos este podcast, aún no concluía el juicio que se realiza por los crímenes que en ese documento se evidencian. A los sindicados se les capturó en 2021.

Escucha el resto de capítulos que en Plaza Pública investigamos a 25 años de la publicación del Diario Militar

Narrador:

Este material fue escrito por Melani Coyoy, con la edición de Liliana Villatoro, la producción fue realizada por Josué Sac y Melissa Coronado, el material visual fue realizado por Diego Sac y la dirección general está a cargo de Francisco Rodríguez.

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Equipo de Plaza Pública que participó en este episodio:

Investigación, entrevistas y locución: Melani Coyoy

Audio de entrevistas: Emmanuel Andrés

Diseño de portada e imagen: Diego Sac

Post producción: Josué Sac y Melissa Coronado

Edición: Liliana Villatoro

Editora gráfica: Rosana Rojas

Fotografía y vídeo: Emmanuel Andrés

Editora de fotografía: Laura García

Coordinadora de redes: Nydia Fuentes

Dirección General: Francisco Rodríguez

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