El tema de la paridad y la alternancia es, aparentemente, el gran tema que está generando oposición, lo que amenaza con entrampar, quizá de forma definitiva, el avance del actual proyecto de reforma.
Alrededor de la reforma electoral se han tejido muchos mitos y pseudoargumentos que esconden una actitud antidemocrática y profundamente machista y conservadora: sería mejor que muchos de los opositores dejaran de lado sus poco articulados argumentos para reconocer abiertamente que les afecta sus poco legítimos intereses de manera directa. Veamos algunos de estos argumentos. Ninguno tiene un mínimo de consistencia.
1. Argumentos legales. Es una discriminación legal que atenta contra el artículo 2 de la Constitución (igualdad ante la ley).
Respuesta. ¿En serio leyeron los dos dictámenes favorables de la CC?
2. Argumentos sociolegales. No todo se logra con la ley, tanto porque muchas leyes no se aplican como porque no se democratiza la sociedad por la vía legal.
Respuesta. Curiosamente, muchos de quienes argumentan esto son abogados. Si fuera así, disolvamos el Congreso y las cortes de justicia y volvamos a la ley del más fuerte. Además, declaremos que la carrera de abogado ya no es útil para Guatemala.
3. Argumentos técnicos. La paridad y la alternancia no democratizan la sociedad automáticamente. Además, cuando haya más participación de mujeres que hombres, esto les va a limitar su participación (va a ser contraproducente).
Respuesta. Aunque hay algo de razón, no hay ninguna justificación para detener una reforma legal por las posibles complicaciones técnicas.
4. Profesionalidad y capacidad. Se dice que la paridad atentaría contra la capacidad de quienes conformarán las listas.
Respuesta. ¿En serio? ¿Desde cuando el sistema guatemalteco es meritocrático? Si fuera así, no habríamos llegado al nivel de crisis que padecemos. Además, hay que diferenciar entre el acceso al poder y el ejercicio de este: toda mujer que sea postulada o elegida va a someterse al escrutinio público, especialmente si se fortalece la auditoría social.
5. Análisis comparado. No existe algo similar en el mundo.
Respuesta. La ignorancia es atrevida: hay mucha experiencia en el mundo que demuestra la viabilidad y la pertinencia de medidas legales para empoderar a grupos subrepresentados políticamente.
No hay ninguna razón de peso que legitime que el tema de la paridad y de la alternancia sea excluido del actual proyecto de reforma electoral. Por el contrario, un análisis de la realidad política diría que los diputados que se oponen están simplemente pensando en su propio interés: si se aprueba la normativa, al menos la mitad de los actuales hombres no indígenas deberán renunciar a su aspiración de seguir disfrutando de la cómoda posición de la que gozan como diputados al Congreso de la República.
¡Que la voz de la plaza se vuelva a escuchar! #ReformaElectoralYa.
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