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De «Roma» y la Romo (eso quiera Dios)

Varios años después comprendí que para muchos resulta normal que haya personas que les sirvan. Les sirvan de apoyo, de sustituto y de papel «toilet» por toda una vida.
Tipo de Nota: 
Opinión

De «Roma» y la Romo (eso quiera Dios)

13 de Abril de 2019
Palabras clave

A las ocho en punto se apagaba la luz. La cita era a los pies de la cama de mi abuela. Ella, una mujer en sus 50, cansada y con medias de esas que llegan justo debajo de la rodilla. Una mujer de días largos y oficios pesados que a las ocho en punto subía los pies a la cama y suspiraba.

Yo, la niña de ocho años con trenzas y gruesos anteojos acostada sobre la alfombra sintética. Palo rosa. Años después supe que así era como se llamaba ese horrendo color.

Su habitación estaba en el primer nivel de la mansión, justo al lado de la puerta que daba al océano Pacífico. En el aire, el eco de las olas. Y la Romo, con el galillo a todo lo que da: «Mira que el día que de mí te enamores tú voy a ver por fin de una vez la luz».

Ver la luz. Eso me pasó hace algunos días cua...

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