La explicación de la relación sociedades-naturaleza en los sistemas de conocimientos mayas, q’ij alixak o rajawal en k´iche, desde una lógica greco-romana de dioses y, el oxlajuj b’aqtun sensacionalistamente promocionado por los medios y explicado e interpretado por la arqueología a partir de: los mayas fueron y/o los mayas creen, me pregunto: ¿Si la autoridad otorgada por el proceso educativo formal no es en muchos casos, la continuación de los procesos civilizatorios?
En las últimas décadas, con la contribución de algunos de los pocos indígenas que accedemos a la educación formal y quienes sin muchas opciones nos convertimos en promotores de estrategias desarrollistas diseñadas para la homogeneización civilizatoria, principalmente desde n ONGs.
La occidentalización del mundo a través de estrategias “civilizatorias” como la cristianización y la castellanización, han sido una constante en la construcción de la historia moderna guatemalteca. En la contemporaneidad, la educación formal y el acceso a la educación superior, autorizan y respaldan la organización de los “conocimientos” en una lógica positivista por medio del “método científico”, el cual, apodera a los sujetos para intervenir en el proceso epistemológico en el que se otorga la autoridad.
En el transcurso de la historia, los sujetos respondemos a situaciones coyunturales, políticas, económicas, culturales, generacionales y tal vez hasta existenciales. De ahí que en una mirada en retrospectiva al discurso maya, podamos establecer desde quiénes, por qué y en qué momento se construyen, proponen y promocionan estrategias y discursos para el reconocimiento público, el ejercicio de la ciudadanía guatemalteca y el goce del respeto a los derechos colectivos.
Sin embargo, parece que muchos y muchas indígenas con acceso a la educación formal trabajamos para la “conservación” del sistema de conocimientos mayas, quizás impregnados por la lógica del sistema que nos dice de una episteme indígena “tradicional” en vías de extinción y con la única posibilidad de guardarse como archivo de memoria a través de una recopilación etnográfica.
Otros coinciden en un esfuerzo por cuestionar, recrear y rehacer interpretaciones que se han establecido a respecto de los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas, también muy necesario. No obstante, ¿cuál es la contribución de estas generaciones interactuantes entre el sistema de conocimientos mayas y las fluctuaciones económicas, informáticas, tecnológicas y socioculturales neoliberales globales, para la comprensión, el fortalecimiento y el avance de la episteme indígena no positivista, que respete, aprenda y vigorice el conocimiento y las prácticas de aquellos que dinamizan sus haceres, maquinean estrategias de continuidad de las diferentes sapiencias a través de su cotidianidad y realidades inmediatas como los lenguajes, sueños, tejidos, ritos, poesía, filosofía, etc., sin intención de ser o no reconocidas por la “verdadera ciencia”?
También es necesario entender que pueblos indígenas son al mismo tiempo, sociedades contemporáneas y complejas, atravesadas por clase, género, diversidad generacional, de opiniones, credos y objetivos de ser y estar en el mundo.
* María Jacinta Xón Riquiac, Maya k'iche, Master en Historia de las Ciencias.
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