¿Habrá diferencia entre historia y mito? Para el positivismo occidental son campos o enfoques diferentes. La historia se construye con interpretación de evidencias y el mito es un relato no comprobado. Para los pueblos indígenas, no hay frontera definida entre el mito y la historia. Los relatos de hechos acontecidos se expresan plenos de simbolismos, expresiones artísticas, lenguajes floridos, poéticos, de ensoñación y relacionando la descripción con el cosmos. El Popol Vuj, es obra maestra de mito e historia como un todo, para darle sentido, valor y grandeza a la identidad y cultura propia: «El mito también puede contener elementos imaginativos o simbólicos que le dan profundidad y significado a la cultura de una sociedad».
Ha habido mitos que se creían elucubraciones y con el tiempo se han comprobado como ciertos, a raíz de nuevos descubrimientos.
Los colonizadores en Africa, escuchaban en la población local, relatos sobre una ciudad fantástica, de jardines y caminos bellos, riquezas, palacios, etc. Pero, se consideraba mito de la población hasta que unos exploradores encontraron los vestigios de dicha ciudad. Igual con los famosos soldados de terracota de China. Al relato popular lo consideraban un mito hasta que se encontraron enterrados.
«Los soldados, los caballos y los carruajes de terracota fueron desenterrados en China cerca de la ciudad de Xi'an en 1974. Se cree que estaban allí para defender la tumba del emperador Qin Shi Huang de la primera dinastía china, uno de los líderes más influyentes de la historia. Estas figuras de terracota representan la vida militar de la época y están formadas por soldados, caballos, carruajes y animales. Los soldados varían en tamaño desde unos 20 cm hasta unos 1.8 metros de altura y se calcula que hay alrededor de 8,000 figuras de terracota».
Veremos en los próximos artículos, que la historia de los pueblos se articula con elementos diversos de tiempo, espacio, valores, naturaleza, cosmos y solo un pueblo civilizado, como los mayas y sus herederos, podían interpretar los contenidos en textos como el Chilam Balam, las estelas, los códices, dinteles y la memoria.
La historia colonizadora ha condicionado la subjetividad de historiadores oficiales y oficiosos que narran la historia de Guatemala a partir de 1524, para contrarrestar la fortaleza identitaria de los pueblos. Es a partir de ahí que se imponen los acontecimientos impulsados por los colonizadores como fundación de ciudades, el aporte civilizatorio de occidente y los valores promovidos desde la religión cristiana y la ideología de las oligarquías de ese inicio.
Utilizando la educación como el principal artefacto de la colonialidad, somos formados –manipulados– como cajas de resonancia de los intereses de las elites y, por ello, se impulsan celebraciones de la invasión de 1524, la independencia (que no fue el 15 de septiembre), La revolución liberal, el bicentenario reciente y, ahora, la fundación de Quetzaltenango y otras ciudades situadas físicamente en territorios densamente poblados desde hace miles de años.
El abandono de las ciudades mayas (no colapso civilizatorio), ocurrió más o menos en el año 900 DC, dando inicio al post-clásico. Y es este último período sobre el cual la historia oficial ha tendido el manto del olvido malicioso para deshistorizar a los pueblos que fueron colonizados 600 años después. Porque ocultando, tergiversando o quitando la historia de los pueblos es más fácil la dominación y explotación.
Sin embargo, fue un periodo muy dinámico de migraciones y asentamientos nuevos. Por ejemplo, lo narrado en el Popol Vuj de cómo el pueblo k´iche´ se expandió en el altiplano, no siempre de manera pacífica. El origen de este pueblo y los otros: kaqchikeles, tz´utujiles, mames, etc., se formaron «(…) en base a tres grupos originarios: mayas clásicos de las grandes ciudades de Petén, mayas clásicos del altiplano mismo y grupos migrantes de la costa del Pacífico procedentes de México central (posiblemente toltecas y teotihuacanos) y la costa del Golfo.»
El pueblo K´iche´ se originó aproximadamente en el año 1,000 DC, siendo, posiblemente, los mames asentados en Quetzaltenango determinantes en su fundación. El apogeo K´iche´ fue de 1,300 a 1,450 aproximadamente, siendo el más connotado impulsor el señor K´iq´ab, nombre que también es título de la «serpiente emplumada». Mito e historia aunadas en territorio mesoamericano, antes de la invasión.
Quetzaltenango, entonces, no se funda en 1524.
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