Así, a la luz de las desgracias sucedidas en el norte y el nororiente de Guatemala (desde el 7 de noviembre), decidí escribir un artículo que llamara al desahogo, pero también a la reflexión, para encarnar (y no solo entrever) la dimensión del sufrimiento humano en las regiones afectadas. Pero, ante la publicación de la carta-reportaje de Juana M. Guerrero publicada el 18 en este medio, me di cuenta de que cualquier intento mío quedaría en deuda con los lectores. El texto de ella se titula Ayudar luego de Eta sería menos difícil sin un Estado fallido, y su lectura, de unos 15 minutos, le permite al lector dimensionar a cabalidad la terrible situación que aún se vive en estos lugares.
Consideré oportuno entonces, luego de 17 días de angustia, descargar un poco el peso del sufrimiento mediante la búsqueda de un remanso donde se pudiera descansar de esa repetición mental de las adversidades provocadas por Eta y Iota en plena pandemia de covid-19. Y lo encontré en la feliz noticia de que este año 2020 sí habrá Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua).
Y sobre esa noticia argumentaré a continuación.
La Filgua, como bien dice uno de sus promotores, «es un espacio de enriquecimiento espiritual y cultural que es vital para el desarrollo humano». Es también una sucesión de tablados donde se permite, a toda persona que así lo desee, la libertad de expresión, que hoy está amenazada desde los poderes fácticos que a manera de titiriteros manejan a diputados, a funcionarios del Ejecutivo y a no pocos burócratas del Organismo Judicial. Además, la Filgua es —lo he dicho en otras ocasiones— un espacio del pueblo. Se trata de un escenario de encuentro, de diálogo y de alteridad. Razones de más para no permitir que se la escamoteen al pueblo. Porque miserables intentos para hacerlo, ¡vaya que sí los hay! Bien sabemos que la libertad de expresión es considerada, por ciertos sectores oscuros, peor que un pecado mortal.
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El programa cultural se percibe prometedor. Cerca de 200 actividades se realizarán desde el sitio web. Entre otras: Filgua Niños, Filgua Jóvenes, Filgua Mujeres, Filgua Música, Filgua Cine, jornadas de literatura infantil y juvenil, actividades para bibliotecarios y venta de medianoche.
La Unión Europea será este año la invitada de honor, y desde España participará el escritor y actor Carlos Bardem. En la parte artística intervendrá Dolores Avendaño, la ilustradora de los libros en español de Harry Potter. Y Pepe y Teo compartirán sus experiencias acerca de sus libros en Youtube.
En Filgua Musical se contará con Rebeca Lane, Sara Curruchich y Marjorie von Ahn Scheel, así como con Casa de Kello y Kadmon, y habrá un repertorio de agrupaciones guatemaltecas que alternarán todas las noches para nuestro enriquecimiento artístico y descanso anímico.
Como parte de la agenda de Filgua Mujeres habrá un conversatorio sobre la vida y obra de Alaíde Foppa a 40 años de su desaparición. Habrá también diálogos sobre la literatura escrita por mujeres en Centroamérica y un encuentro de artistas visuales para abordar la importancia y la voz de la mujer en ese ámbito.
Todos estos datos se pueden encontrar en el comunicado de prensa Filgua virtual 2020 (26 de noviembre al 6 de diciembre). De ese sitio los tomé yo a sugerencia del editor Raúl Figueroa Sarti.
Es importante destacar el lema que utilizarán este año: «Vamos por un país de lectores». Importante porque la lectura provee capacidad de discernimiento para entender que «la justicia y la paz se besan…» (Salmo 85,11). Y sin justicia no hay paz.
Sé que me he quedado corto al mencionar algunas de las actividades que este año tendrá la Filgua. Dicho sea, llega a su XVII edición. El Comité Organizador y la Gremial de Editores de Guatemala están haciendo un enorme esfuerzo por sacarla adelante, y el mero hecho de convertirla de Filgua presencial a Filgua virtual nos permitirá, además de sus propósitos ya establecidos, un remanso de paz en medio de la pandemia y de las tormentas. Y tendremos acceso a ella desde nuestros hogares.
Muchas gracias a sus organizadores por alivianar nuestra carga mediante la palabra y la lectura al alcance de todos.
Hasta la próxima semana si Dios nos lo permite.
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