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Kevin Díaz junto a su novia pertenecían a la peña (División de la Ultra Sur) llamada "Garra blanca". El Periódico

Domingo 27/4: El día en que un crema se tiñó de rojo

El 4 de abril —de 2014—, el Mingob hizo llegar a la FedeFut un proyecto de ley para reforzar el control en estos eventos. Se contemplaba instaurar como delito —sin medida sustitutiva— los hechos violentos dentro de un estadio o a 1 km a la redonda. También adquirir cámaras, equipo de detección de metales y un registro de las porras. No hubo respuesta de la federación.
La jerga futbolística guatemalteca tomó prestados los términos «Barra» (porras), «Peñas» (divisiones de porras) o «Trapos» (mantas con insignias del equipo) de las aficiones argentinas, quienes a su vez imitan el modelo inglés de los «Hooligans».
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Domingo 27/4: El día en que un crema se tiñó de rojo

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Este reportaje fue publicado originalmente el domingo 4 de mayo de 2014 en el diario elPeriódico. Plaza Pública lo reproduce como parte del registro hemerográfico que retrata a los distintos participantes  de la contienda electoral 2023.

«¿Y Kevin?», preguntó el padre cuando entró al hospital. «Se murió», respondió la novia. Con el precedente de encuentros violentos entre aficionados rojos y cremas, un reportero de elPeriódico asistió desde temprano al encuentro futbolístico. Tres horas después de observación, Kevin Díaz, aficionado contrario, fue golpeado y apuñalado.

8:45 horas

Con disimulo, la agente policial de cabellera larga le sonreía a su colega de al lado, el agente, alto, fornido y cabeza rapada, mantenía la mirada firme hacia el estadio Manuel Felipe Carrera. Devuelve el coqueteo con un suave empujón, de reojo sonreían. El ambiente no huele a turba enfurecida.

Las improvisadas tiendas de cerveza barata y asados tenían por clientes a hombres de playeras rojas, la mayoría con boleto en mano para evitar precios de reventa. Hacían falta dos horas para el Clásico 278 entre los rojos del Municipal y los Cremas de Comunicaciones, los dos equipos con las barras más grandes de Guatemala..

Si la discreta pareja, más los otros 488 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron enviados a patrullar desde temprano la periferia del estadio, fue por los antecedentes violentos de estos encuentros. Dos Clásicos antes, el 17 de noviembre de 2013, en el mismo estadio, el marcador fuera de la cancha quedó con 18 aficionados capturados (de ellos dos menores) y varias patrullas dañadas. Días antes de estos dos últimos encuentros violentos, se pudo constatar que los fanáticos rojos harían «cacería de ratas», término empleado para referirse al acto de perseguir con palos y cadenas a los cremas que lleguen al campo.

9:20 horas

La marea roja llega al estadio. Su entrada fue un desfile de fierros, cinturones, largos tubos de metal, un bastón como el utilizado por las fuerzas policiales para dar descargas eléctricas. Un mazo con púas en la parte superior también se hizo presente, un mortero completaba el arsenal.

En las playeras de los recién llegados, tanto como en la de su líder que los encabezaba. Marlon Puente, mejor conocido como Pirulo, tres letras los distinguían: «U5C», siglas de la barra fuerte que apoya al Municipal, «Ultra 5 Calderas». Un nombre que condensa dos porras y resalta el honor de haber conseguido cinco campeonatos consecutivos.

La barra U5C nació de la unión de las porras Ultra Roja y Caldera del Diablo, la primera fundada por Marco Antonio Jiménez, Jorge Jiménez y Pirulo en 1988. La segunda, instaurada en 1995 por un narcotraficante del barrio El Gallito, Luis Ortiz, apodado Güicho Caderas. Ortiz, vinculado al narcotráfico y a la banda de Los Caradura inició su porra como padrino de los aficionados, en la entrada y con dinero de su bolsa pagaba el boleto de los seguidores rojos. El 11 de junio de 2006 fue asesinado al regresar del estadio Mateo Flores. Después de un tiempo de pasar sin líder, la Ultra Roja los cobijó bajo su barra y, en su honor, cambiaron el nombre al de tres letras.

10:05 horas

El eco del paso a desnivel ubicado entre El Trébol y el estadio realza la voz de los U5C, del fondo de sus pulmones salen cantos como «Crema, decime qué se siente llegar a las finales y que te demos verga ¡Puto!» (sic). Fierros y palos son alzados al aire, alguien somata un tambor, en medio de los cantos en masa su retumbar es una mueca sin sonido.

Aproximadamente 15 minutos antes, la barra se aglomeró frente al área asignada para la afición contraria. Un bus tipo pullman que se acerca enciende las alarmas. Desde el día anterior la cuenta de Twitter @PasionPentaRoja, administrada por personal que participa en el programa radial Pasión Roja, advertía de la presencia de aficionados salvadoreños y costarricenses, supuestamente, en apoyo de Comunicaciones. «Hoy vino un bus con delincuentes del FAS y Saprissa xq los maricones de la perrasur no pueden solos OJO ROJOS! De Villa Hermosa, Cdad Real» (sic) publicaron en la red social.

La porra cruza la calle para detenerlo, somatan sus costados. Uno de ellos se trepa a la llanta para verificar si dentro vienen sus rivales, no encuentran nada, baja, alguien más abre la ventanilla del piloto, el ayudante del chofer prefiere no hacer contacto visual. Los liberan.

La fiesta sigue y los morteros explotan en el aire cual fiesta de pueblo. De pronto, el jolgorio es interrumpido por la advertencia de la cercanía de los cremas. La alegre porra se transforma de inmediato en una estampida que corre en dirección al bulevar Liberación, alistan sus armas.

Entre gritos, Pirulo es una especie de macho alfa. A mitad de carrera se detiene y gira hacia sus seguidores para lanzar un sonoro «¡Shoooo!». Los apacigua, no quiere que el ruido los delate ante los cremas. La masa obedece, deja de maldecir pero no de correr, en las siguientes cuadras solo se escuchaba el trotar de todos.

El liderazgo de Pirulo se lo ha ganado a base de perseverancia y pasión, como él mismo se definió en el programa radial, «Soy y seré el rojo más grande que jamás existirá». Se ufana, además, de haber sido el único que se atrevió a denunciar vinculaciones entre el narcotráfico y el equipo Heredia, de Izabal. Sus señalamientos cayeron sobre Milton Mendoza, nombrado director técnico y ligado a la familia de los Mendoza, grupo a su vez ligado al tráfico de drogas. A partir de su nombramiento, Heredia se convirtió en un equipo «invencible» en su propia cancha, mas no así cuando jugaba como visitante, recalca el líder de la barra.

Las anteriores declaraciones provocaron la cancelación de su espacio al aire en la radio Red Deportiva de la Cadena RCN. Tiempo después se mudó a Radio Nuevo Mundo, sus aficionados lo siguieron, y un patrocinador en particular también: El Gobierno de Guatemala.

El portal de Guatecompras constata que entre 2012 y 2014, el Gobierno hizo 11 contrataciones directas para spots publicitarios por un total de 330,714.59 quetzales. Los últimos siete, pagados por la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, y los anteriores por el Ministerio de Educación, Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), entre otros. Las contrataciones no fueron a nombre de las empresas radiales, más bien, a nombre de Marlon Alfredo Puente Rímola, Pirulo. Francisco Cuevas, representante de dicha Secretaría, asegura que los contratos se hacen por el rating del programa. Respecto al espacio que Pirulo tiene en la Radio Nacional TGW, asegura que solo es un invitado.

La turba, apaciguada después del grito continuó la persecución. En realidad nadie había visto a un crema, fue un rumor por el que se dejaron emocionar. Algunos de la U5C corrieron hasta la estación de Bomberos Municipales como persiguiendo una idea que solo está en sus cabezas, la mayoría se quedó al lado de su líder, entre ellos el segundo al mando de la U5C, Rudy Girón.

Cambian la estrategia. Cuatro miembros de la porra son enviados a buscar el punto de reunión de los cremas. En parejas abordan dos motos negras tipo mensajero. En una de ellas, el piloto porta el respectivo chaleco naranja, su acompañante, evidentemente preparado para la tarea, saca de su mochila una playera de un color distinto al rojo para despistar al enemigo. «Andá a ver al Obelisco», le ordenan. Arrancan, la U5C queda a la espera.

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10:30 horas

«¡Tuiteen!», grita Pirulo. La porra está molesta porque su rival no ha aparecido y solo falta media hora para el silbato inicial. La cuenta @PasionPentaRojas publicó: «SOLO TROMPA son putasus!! Te fuimos a buscar y no viniste!! AMARGOOOSSSS COBARDES! Sólo con niños se meten!» (sic).

El correteo empezaba a agotar a la barra. Hacía unos minutos también corrieron tras un ayudante de camioneta que pasó sobre la Calzada Roosevelt, colgado de la puerta del bus les mostraba su playera del Comunicaciones. De nuevo solo un grupo corrió.

A Pirulo no le molestó que hayan corrido detrás de él, más bien, le irritó que desperdiciaran esfuerzos en un solo crema. «¡Puta muchá! No se desconcentren por uno o dos ¡Miren!» —dice a modo de broma— «Ahí va una viejita ¿Por qué no le van a dar verga?». Sus seguidores ríen del chiste.

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10:47 horas

La U5C daba por frustrada su campaña. Se dirigían hacia el área general norte del estadio, espacio que ocupan de facto en cada partido que juegan de local. Los rojos brincan y vuelven a cantar sus porras, antes de entrar muchos se han quedado afónicos por la euforia de sus gritos. De pronto, la tonada se ve cortada por un creciente bullicio y manos agitadas desde la parte final del grupo. «¡Ya vienen! ¡Ahora sí ya vienen!».

Uno de los motoristas conduce en contra de la masa: «¿Ahora sí viene?» —se le pregunta— «Simón, allá vienen por el Trébol». No se escuchan gritos para reducirlos al orden, los cordones de seguridad formados por los agentes de la PNC salen unos metros de su perímetro mas no intervienen. Tampoco actuaron cuando quebraron el vidrio de un vehículo.

Al inicio de la calle se ve el primer crema retador. Pertenece a la barra, VLTRASVR (Ultra Sur), con una fama igual de agresiva que la U5C. El joven de playera blanca se acerca tanto como puede, lanza una piedra, pega en el asfalto. Huye. «Nos juntamos cerca del Obelisco y subimos al bus que siempre contratamos», cuenta un miembro de la peña «Garra Blanca», quien prefiere ser identificado solo como V5 en alusión a su barra. Kevin Díaz, junto a su novia y hermana, también pertenecían a esa peña.

Lo que siguió fue una estampida más enfurecida. Volvieron a alzar sus palos y fierros como si el cansancio no fuera cosa de ellos, aquella era la imagen viva de una batalla medieval donde los hombres (y contadas mujeres) estaban dispuestos a luchar de frente por su rey, (o su pasión).

La mancha roja salió del estadio, detuvo el tránsito de los ocho carriles de la Calzada Roosevelt. «Ya está hablado con la directiva», —habría dicho Pirulo unos minutos antes de la carrera— «Si esos entran al estadio vamos a tirar la malla».

—«¿Sabían que los estaban esperando?»

—«Creo que sí, yo lo presentía», responde V5.

El aficionado crema recuerda haber escuchado los disparos de bombas lacrimógenas, un miembro de la U5C lo corrige: «Lo que escuchó eran los morteros que les tiraron, acostaron el tubo y lo usaron como cañón».

Katherine Díaz, hermana de Kevin, cuenta sus últimos momentos. «Solo decían que ahí venía la Caldera (U5C), salimos corriendo pero íbamos en contra de la vía. Íbamos peligrando, pasaban los carros, bien nos pudieron tirar. De ahí nos alcanzaron, fuimos a la pasarela y fue donde la mayoría de delincuentes agarraron a mi hermano».

En el video tomado por un transeúnte desde la calle opuesta se ve, en baja calidad de imagen, cómo la turba, cual hormigas rojas, lo alcanzaron y golpean, logra escapar, pero cae. Kevin decidió alejarse de su hermana y novia porque él era a quien buscaban, Katherine hizo una minúscula pausa para quitarse la playera blanca, la empujan y van tras su hermano. Le obligan a quitarse la camisa, accede, la golpiza siguió de todas formas.

Kevin logra caminar unas cuadras, su abdomen está teñido de rojo de su sangre, cae de rodillas. Si hubiera vivido unas horas más habría alcanzado la mayoría de edad, el joven murió un día antes de cumplir los 18 años.

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11:05 horas

De nuevo cerca del estadio, con el rostro tapado por sus mismas camisolas, un grupo de U5C posa con una playera del Comunicaciones. La cuelgan de cabeza y lucen sus fierros como un trofeo de guerra. La U5C ingresa al campo cuando el partido había iniciado, queman bombas, morteros y bengalas rojas para apoyar, al que llaman, «Glorioso Municipal».

Cuatro días después ninguno de los propietarios de negocios cercanos al lugar de los hechos aseguró haber visto algo. Todos, dicen, se escondieron y mantuvieron encerrados durante media hora. Solo uno de ellos dijo apenas que le robaron de su carreta dos cuchillos de carnicero.

12:09 horas

El rumor de un muerto circula entre la gente de la general norte. Hablan de un crema asesinado, pero no están seguros que haya sido el mismo que alcanzaron. De entre los aficionados, uno de ellos presume una tarjeta de débito: «Miren muchá lo que me quedé… Vamos a comprar pollo», dice.

Otro más saca unos lentes oscuros de marco café. «Yo me quedé con esto», dice ahora con un tono más asustado, los medios de comunicación confirmaban la muerte del aficionado crema.

—¿Qué los hago?

—Tiralos—, le recomiendan.

Los deja caer al suelo y los quiebra de una pisada.

«¿Y Kevin?», pregunta el padre al ingresar al Hospital Roosevelt. «Se murió», respondió la novia que lo esperaba dentro.

En el velorio, Katherine confirma que los lentes pertenecían a su hermano, la tarjeta de débito, a su cuñada. Aunque la novia de Kevin no quiso hablar con elPeriódico, se logró establecer que esa misma noche ella bloqueó el plástico y no se hizo ningún consumo. Se rumoraba que habían gastado 600 quetzales en un restaurante de pollo.

Lunes 28 de abril. 15:00 horas

V5 encabeza el cortejo fúnebre, él y otros miembros de la Garra Blanca sostienen una bandera del Comunicaciones. En lugar de cantos religiosos, acompañan el féretro blanco con porras adaptadas. El color del ataúd fue elección de Jerónimo Díaz, el padre, quien durante todos los días de duelo siempre portó una camisola y un gorro de su equipo.

«Kevin no se va, Kevin no se va», canta V5 como lo haría en el estadio. «Pero ya se fue», dice para sí misma una de las acompañantes del velorio, llora. El informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) estableció que la causa de muerte fue un objeto punzocortante que deja heridas profundas y de gran longitud. Los hallazgos del forense descartan que en este hecho se haya utilizado un cuchillo, pues las heridas marcadas en el abdomen del joven hubieran sido distintas. Las características, más bien, pertenecen a un objeto con poco filo, quizá de origen artesanal.

La descripción del Inacif coincide con los relatos que dos rojos hicieron a sus compañeros cuando aún estaban dentro del estadio. Lo detuvieron con un golpe, Kevin pidió que lo dejaran salir, pero la turba lo agarró. «Entonces le clavaron el puñal y le caía la sangre».

La indignación por los hechos llegó a la Federación Nacional de Fútbol (FedeFut), la misma dictaminó que desde ese día hasta finalizado el torneo Apertura, a cada partido solo podrá asistir afición del equipo local. Los encuentros entre rojos y cremas, se realizarán a puerta cerrada.

La directiva de Municipal se deslindó de la U5C y aseguró que no tenían responsabilidad sobre ellos. En su programa de radió, Pirulo y compañía confirmaron esta separación. En la cuenta de Twitter, condenaron los hechos violentos, pero advirtieron proceder judicialmente contra todas las personas que se aprovechen de los hechos, es decir, que los inculpen. De manera reiterada se intentó contactar a Pirulo vía telefónica, aunque inicialmente accedió a la entrevista, la pospuso en dos ocasiones. Después ya no contestó a los mensajes y llamadas.

V5 y su delegación de garras blancas deben regresar a su casa, antes de irse responde una duda que queda en el aire:

—¿Por qué tanto amor por el equipo, al punto de llegar a eso?

— Mirá, la barra es como una familia, tal vez no te da de comer, pero fijate que en los momentos más difíciles yo sacaba todo mi enojo en el estadio al cantar. Cuando murió mi abuelo yo quería gritar, pero ¿qué iba a gritar? O cuando mi novia se fue con un Caldera. Esas ganas de gritar, son sentimientos que se van añadiendo a la vida de uno».

En el Clásico 278 de aquel 27 de abril —de 2014— sonó el silbato final y los mismos jugadores también se liaron a golpes y escupitajos entre ellos; los miembros de la barra se disolvieron. En el tablero el marcador final fue un empate a cero, y aunque los números hubiera favorecido a un equipo, la única gran perdedora de la jornada fue la familia de Díaz, la de Kevin.

***

Actualización del caso:

El Ministerio Público acusó a Marlon Puente Pirulo por el delito de homicidio, pero la jueza Marta Sierra de Stalling aceptó cambiarlo por el de instigación a la violencia. Puente aceptó la reforma y se declaró culpable el 28 de agosto de 2014. Fue sentenciado a tres años de prisión conmutables y al pago de una fianza de 200,000 quetzales. El acusado pasó aproximadamente dos meses en la prisión Mariscal Zavala. Dos años después fue sentenciado Francisco Antonio Pirir Cancinos, acusado de homicidio e identificado como uno de los que pateó a Kevin Díaz. La condena fue de 15 años. «No valió la pena haber actuado como lo hice, yo me lo busqué. Hice lo que dijo Pirulo», dijo en la audiencia.

 

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