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La candidata presidencial por el partido Valor, Zury Ríos, sonríe al finalizar la caminata electoral en la colonia Maya, zona 18 capitalina, en compañía del alcalde Ricardo Quiñónez, en mayo. Simone Dalmasso

Zury Ríos y los caciques que la respaldan

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Zury Ríos y los caciques que la respaldan

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La candidata quiere conformar una bancada mayoritaria en el Congreso que le permita gobernar o, si pierde, con la que sea obligatorio negociar. Para lograr este objetivo incorporó en su partido a figuras históricas de la política municipal, varios de ellos ascendieron al poder con el FRG —el partido que fundó su papá, Efraín Ríos Montt—. El apoyo no es gratuito, implicó incorporar a los hijos de estos líderes en las primeras casillas de diputaciones en Retalhuleu, Alta Verapaz, Santa Rosa, Totonicapán y Quiché.

Hasta antes de 2015 los partidos hacían fila para gobernar. Quien quedaba en segundo lugar en una elección era considerado el vencedor de la siguiente. Bajo ese sistema, el éxito electoral se definía por la fuerza de la figura presidencial y el respaldo del poder local para impulsar el voto en línea: presidente, alcalde y diputaciones. Ni Jimmy Morales ni Alejandro Giammattei llegaron al poder de esa manera. Zury Ríos apuesta por volver al modelo tradicional.

El plan es mostrarse como la candidata fuerte y «con carácter». No ha sucumbido a las tendencias de baile en redes sociales, aunque su equipo de comunicación usa la música de tendencia para empacar las fotos y videos de sus giras. Ella habla con tono recio, y con ese mismo tono confronta al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por pedir el indulto de César Montes, el exguerrillero condenado por la muerte de tres soldados en una comunidad de El Estor, Izabal.

Ofrece la pena de muerte, y la mano dura del presidente Nayib Bukele para reducir la violencia, combinada con el plan de seguridad que aplicó el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe. Ambos modelos tuvieron resultados positivos para reducir los índices de violencia, pero fueron imperfectos en la ejecución debido al abuso de poder y resultaron en detenciones y ejecuciones extrajudiciales.

Ríos habla de crear 10,000 empleos mensuales, de quitar el Impuesto Sobre la Renta a las empresas a cambio de que construyan obras de infraestructura para salud. Ofrece una secretaría para atender a los veteranos militares y mejorar las condiciones de los policías. De forma muy general ha dicho que combatirá la corrupción al dar «muerte civil» a quienes resulten culpables. En contraste, su partido rescata a los acusados de corrupción en gobiernos pasados por razones pragmáticas: los necesitan para ganar.

La estrategia de Zury Ríos para lograr los votos no empezó en la campaña, sino cuando se definieron las listas de candidatos a las alcaldías y diputaciones. Hizo alianza con el partido Unionista y buscó y aceptó incorporar a las listas de elección a caciques, personas con poder político en los municipios. Varios de los personajes que ahora se presentan con el partido Valor o con la coalición Valor-Unionista iniciaron su carrera política con el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), el partido que fundó Efraín Ríos Montt, padre de la candidata y con el que ella quiso competir por la presidencia en 2011.

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En aquella fecha el partido era escombros de una gran estructura. En sus mejores tiempos el FRG dominó el Congreso, el Ejecutivo y tuvo bajo su mando a la mitad de alcaldes del país. Con este partido, Zury Ríos fue diputada por 16 años, cuatro periodos consecutivos, y dejó la curul en 2012, junto a su padre que fue directo a enfrentar la justicia por el caso del genocidio ixil.  

En 2015, Zury Ríos se sumó al partido Viva y quedó quinta en la elección presidencial. No logró los 300,000 votos, pero esos resultados y la polémica por el impedimento legal para participar la mantuvieron viva en la intención de voto.

Después llegó el veto de 2019 que le aplicaron el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad (CC), de acuerdo al inciso «c» del artículo 186 constitucional, que impide postular a la presidencia a los parientes cercanos de quien haya tomado el poder por las armas. Ríos Montt dio un golpe de Estado en 1982, hace 41 años.

Para evitar más negativas a su inscripción, Zury Ríos denunció la violación de sus derechos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) y llegó a un acuerdo de solución amistosa con el gobierno de Alejandro Giammattei para evitar un proceso que pudo tomar años hasta llegar a juicio. El acuerdo no aseguraba su participación, pero este año el TSE y la CC la inscribieron sin reparos y han negado cualquier pedido para sacarla de la contienda política.

En 2023, Zury Ríos hace el primer intento de ser electa con un partido propio, en donde ella es «el estandarte», «la estrella». El partido se crea para que ella compita, pero no puede sola. Su imagen, historial y conocimientos no son suficientes para ganar. De ahí la necesidad de las alianzas y de buscar a los poderes fuertes e históricos en algunas localidades.

«La única manera de que el alcalde trabaje y pida el voto para el diputado es que se sienta identificado», dice Elmer Josué Palencia Reyes, secretario de Organizaciones Políticas de Valor, el partido de Zury Ríos. Palencia Reyes aspira a la primera casilla de diputaciones por el Distrito de Guatemala y fue el encargado de buscar y hacer propuestas de candidatos a nivel nacional.

Algunas personas adoptaron el símbolo de Valor rápido, otros negociaron. «En Petén, los candidatos proponían a un alcalde para diputado y dejaban a su concejal como candidato a alcalde. ¿Y qué puede hacer uno? Aceptar porque ahí tiene asegurado el apoyo del distrito. Si tuviéramos una elección separada en alcaldes y diputados, hagamos (sic) la guerra por un puesto, pero como no es así», dice Palencia para explicar cómo funciona el juego electoral en el país.

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Exgobernadores, exalcaldes, exdiputados y dos reelecciones en Quiché

El partido Valor apostó por ganar y cedió espacios importantes a candidatos que exigieron cuotas de poder. Son pocos, en medio de varios miles de postulaciones. Entre ellos hay quienes fueron protagonistas de los casos de corrupción que desvelaron la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) de 2015 a 2019.  

En Quiché, el partido Valor será el vehículo electoral para el regreso de Carlos Enrique López Girón a la política. El exdiputado fue acusado en dos casos penales por su labor como diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Lo señalaron de participar en el financiamiento electoral no registrado de 2015.

Ese año fluyeron cientos de millones de quetzales para financiar partidos políticos. También se le acusó de contrataciones irregulares en el Congreso en el caso conocido como Plazas fantasma. Los dos procesos quedaron clausurados en tribunales por supuestas fallas en la investigación, o porque el delito no estaba vigente cuando ocurrieron los hechos. En todo caso, se juzgaron los procedimientos y no los hechos.

López Girón encabeza la lista de diputaciones de Quiché. Empezó su carrera con el FRG, cuando esta agrupación languidecía se cambió a la UNE y dentro del Congreso cambió de partido y terminó en el partido Todos.

Su hermano, Fredy Armando López Girón, quien dirigió la alcaldía de San Pedro Jocopilas, Quiché, desde 1996 hasta 2015, dos de estos periodos con el FRG, busca dirigir de nuevo el municipio. Tiene el antecedente de una condena por peculado en 2016 por la sustracción de 374,000 quetzales, por la simulación de pago de trabajos que no se realizaron. Al dejar la municipalidad trabajó en la Comisión Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) en 2021.

Cuando se le consultó a Palencia Reyes por las críticas al partido por admitir a figuras señaladas, expuso el pragmatismo que los mueve. «Hay liderazgos que estuvieron en el pasado y se retiraron de la política, y hoy que vuelven y vemos que tienen aceptación es porque algo bueno hicieron y la elección lo va a decir. Yo he caminado con ellos, hicieron trabajo local, especialmente como alcaldes, tienen mucha aceptación. La población no se equivoca, como dice Zury».   

El partido Valor promueve como segundo diputado por Quiché a Gilmar Florencio Carrascoza Urizar, hijo del alcalde Florencio Carrascoza Gámez. Este último comenzó su carrera política con el FRG y busca su quinta reelección en Joyabaj; por segunda ocasión compite por el partido Valor .

Carrascoza Gámez tiene el antecedente de haber perdido la inmunidad en 2021 por supuestas agresiones a la comunicadora Anastasia Mejía Tiquiríz. El alcalde trascendió al ser incluido en la lista Engel, emitida por el Departamento de Estado de Estados Unidos por socavar procesos o instituciones democráticas al intimidar y encarcelar injustamente a opositores políticos. En la tercera casilla está María Fernanda Quezada Cabrera, esposa del constructor y contratista de obra pública Rodolfo Fernando Girón Natareno.

Como alcalde de Chiché, Quiché, inscribieron a Carlos Reynabel Samayoa Urízar, quien fue gobernador del departamento en el gobierno de Jimmy Morales.

En el municipio de Chinique postulan a Julio Antonio Ordón Machán, actual síndico I de la comuna. Leonardo Sarat Oxlaj, exalcalde de Cunén con el partido Patriota busca de nuevo la reelección. En 2015 perdió las votaciones por un margen del 0.26%. La fiscalía contra la Corrupción lo denunció en 2017 por autorizar un contrato sin autorización del Concejo.  

En San Juan Cotzal, se vuelve a postular Jacinto Sambrano Medina, quien en 2019 fue electo por Valor.

El partido sumó a su proyecto a Sebastián Cobo de León, quien en 2016 trabajaba en el canal Cablevisión Dulce María en su natal Nebaj y quería difundir historias sobre las masacres cometidas por el Ejército durante el conflicto armado interno. Nebaj fue uno de los tres municipios ixiles en donde, según dos tribunales, se cometió el genocidio ixil mientras el país estaba bajo el mando de Efraín Ríos Mont.

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Hijos de caciques, unos desconocidos que van directo al Congreso o a las alcaldías

El próximo Congreso tendrá varios rostros nuevos. Si los votos fluyen en favor del partido en las listas de diputados distritales, habrá cabida para jóvenes que han crecido a la sombra política de sus padres.

En Zacapa, Isaías Martínez Morales, tres veces alcalde de San Diego, dos con el Partido Patriota y una con Todos aspira a una diputación. A mitad de su último periodo, en 2018, el gobierno de Jimmy Morales lo nombró director del Instituto de Fomento Municipal (Infom), entidad que ofrece apoyo técnico y financiero a los alcaldes del país. En su momento, ese acto fue visto como una recompensa por el apoyo de Martínez Morales y otros ediles a la decisión de Morales de expulsar al jefe de la Cicig, Iván Velásquez.

El hijo de Martínez Morales, Hanser Isaías Martínez Ruano aspira a la alcaldía de San Diego con la coalición Valor-Unionista. En el proceso electoral pasado figuró como financista del FCN-Nación, el partido del expresidente Morales.

En Totonicapán, los puestos clave son para los hijos de Edgar Arévalo: Sherol Ivanisse Arévalo Ávila y Edgar Iván Arévalo Ávila. Dos completos desconocidos que llegarán al Congreso sin más mérito que ser los hijos de un político que debe sus inicios al FRG.

En Alta Verapaz hay otro clan familiar. Pablo Rolando y Mayra Karina Moll Girón buscan una curul en el Congreso y son hijos de Eduardo Moll Santa Cruz, de Tamahú, el único alcalde de Alta Verapaz que aceptó postularse con Valor para la reelección.

En Guatemala, el alcalde de San Miguel Petapa, Mynor Morales, logró que su hijo, Mynor Morales Zurita, fuera inscrito como candidato a alcalde de Villa Nueva. El candidato para dirigir una ciudad con tantas dificultades tiene 25 años y su única experiencia ha sido acompañar a su padre en sus campañas electorales.

En San Raymundo ocurre otro caso. Desiderio Alvarado Márquez es el candidato a la alcaldía y su hermano Clementino Alvarado Márquez, quien fue síndico II de San Raymundo con el FRG en 2003, aparece como candidato a diputado por el distrito de Guatemala en la quinceava casilla.

En Santa Rosa, Aracely Chavarría de Recinos encabeza el listado de diputados y le siguen su hija María José Recinos Chavarría y otro pariente, Axel Rodaniels Recinos Orantes. En ese municipio el cacique o figura de poder local es el candidato a alcalde Rubelio Recinos, quien busca la sexta elección no consecutiva. El edil fue miembro del Partido Patriota, y en 2019 ganó por el Partido Unionista.  

Varias de estas candidaturas están en alianza con ese partido.

En Retalhuleu, el candidato a diputado es José Luis Galindo de León. Fue tres veces alcalde antes de convertirse en diputado con Valor, en 2019. Una investigación del diario elPeriódico lo presenta como un hábil político que siguió con sus negocios como constructor, aunque es prohibido, a través de la representación de familiares o terceros. Su hija, Angelica Sucely Galindo Motta, accionista de la empresa GAES, S.A., que obtuvo 11.4 millones de contratos en obra en municipios de Retalhuleu y de Quetzaltenango, ahora busca ser alcaldesa de la cabecera municipal.

El diputado Galindo amenazó al alcalde de Nuevo San Carlos, en marzo pasado. «Zury va a ganar y no va a estar tranquilo en la vida», se le escucha decir en un video.

En Sipacate, municipio de Escuintla, el alcalde Walter Orlando Nájera González, quien ganó con el partido Frente de Convergencia Nacional, el partido del expresidente Jimmy Morales, busca la reelección con Valor y la candidatura principal para el Congreso en ese distrito es para su esposa Mercedes Cristabel Guardado Linares.

Zury Ríos no aparece como primera en la intención de voto de los sondeos y encuestas que han publicado varias firmas internacionales y medios locales. Pero ella confía en sus propios conteos, que son en extremo positivos y la perfilan con un pie en la segunda vuelta. Después que Carlos Pineda, el candidato que lideraba las encuestas, quedó fuera de la escena electoral, el verdadero reto está en convencer a la ciudadanía para que acuda a votar y no se decante por el llamado al voto nulo que promueven dos de los candidatos a los que se les negó la participación.

Informes de la Misión de Observación Electoral de Guatemala indican que en las redes sociales se habla de fraude y queda manifiesta la desconfianza a las decisiones del Tribunal Supremo Electoral. Los análisis de varios politólogos señalan que la intención del sistema que dirige el proceso electoral es beneficiar a un grupo de candidatos y Zury Ríos aparece como uno de los perfiles a los que se quiere favorecer.

Otros nombres y un caso fallido

En Quetzaltenango, la lista la encabeza Geraldin Ariel Díaz Mazariegos, quien fue electo diputado por Valor en 2019. Antes de asumir la curul fue alcalde de San Carlos Sija. Una ventaja, porque conoce cómo buscar los apoyos en los municipios, aseguran en el partido.

En Petén, la casilla uno de la alianza Valor-Unionista la ocupa George Aníbal Orellana Orellana, concejal en Melchor de Mencos y coordinador del partido en ese departamento. Le sigue Mynor de Jesús Suárez Ortiz, condecorado por el Ejército porque ayudó a la localización de una mujer y su hija que murieron en el hundimiento de Villa Nueva en septiembre de 2022.

En Chiquimula, el candidato a diputado en la primera casilla es Rolando Arturo Solís Paiz. De acuerdo con el especial Guatemala: el paraíso de las balas, publicado en 2019 por Plaza Pública, el candidato vendió armas a la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS) a través de su empresa Combat. Según un cable diplomático del gobierno de Estados Unidos, filtrado por Wikileaks, hizo transacciones fraudulentas para importar armas desde Europa y Corea. El segundo en la fila es Hugo Leonel Ruíz Linares, un médico que funge actualmente como concejal segundo en la municipalidad de Chiquimula.

Como alcalde de San Pedro Sacatepéquez compite Juan Manuel Giordano Estrada, quien fue diputado del Partido Unionista y se cambió a la Gran Alianza Nacional. Es recordado porque en 2012 renunció a su curul para que su hijo Juan Manuel pudiera convertirse en el diputado más joven de la historia. El muchacho tenía 19 años, fue diputado durante ocho años y tuvo récord por ser tránsfuga y protagonizar escándalos. La elección de candidatos de Valor se complicó en Santa María Ixhuatán, Santa Rosa. El candidato a la alcaldía Byron Monterroso Mencos fue capturado en febrero bajo cargos de explotación sexual de las privadas de libertad de la cárcel de Mazatenango, en donde Monterroso Mencos fungía como director.

El partido y la candidata presidencial se desvincularon de inmediato al pedir que su planilla no fuera inscrita. «Es difícil hacer filtros», dijo Palencia, al explicar que, aunque las personas que postulan no tienen antecedentes penales, policiacos o casos pendientes con la justicia, es difícil conocerlos en todos los ámbitos.

Los filtros de Valor también fallaron al incluir a Jaime Martínez Lohayza como aspirante a la alcaldía de Jutiapa. La Corte Suprema de Justicia anuló la inscripción del mítico cacique porque en 2019 fue condenado por tráfico de influencias en favor de Francisco Morales Guerra, alias Chico dólar, un lavador de dinero que contribuyó a la campaña de la Gran Alianza Nacional, un partido integrado por alcaldes, del que Martínez Lohayza fue fundador y que fue clave para que Óscar Berger ganara la presidencia en 2003.

Radiografía del partido Valor

Valor no es un partido fuerte, pero ha crecido en comparación con 2019. Hace cuatro años lograron 15 alcaldías y nueve diputaciones. Para la contienda de 2023, el partido Valor inscribió 148 planillas para corporaciones municipales, esto es el 43.5% de los 340 municipios del país.

La alianza que Valor selló con el Partido Unionista le permitió sumar candidaturas en 118 municipios más. Esto significa que el partido tiene presencia en 266 municipios, es decir en el 78% del territorio nacional.

Dejó 74 municipios sin postular y de las 15 alcaldías que ganó en 2019, sólo pudo mantener tres. La de Villa Nueva, con Mainor Guillermo Orellana, la de San Miguel Petapa, con Mynor Rolando Morales Chávez y la de Tamahú, con Eduardo Moll Santa Cruz.

Perdió a los alcaldes de Cobán, y Senahú; y no apostó por la reelección del edil de San Cristóbal Verapaz. Valor también se quedó sin los alcaldes de Jutiapa; El Palmar, Génova y San Carlos Sija en Quetzaltenango. San Juan Cotzal, en Quiché y Nuevo San Carlos, San Felipe Retalhuleu, San Sebastián y Santa Cruz Muluá en Retalhuleu. Siete de ellos van por la reelección, pero con Vamos, el partido oficial.

«No quiero decir que el partido oficial se dedicó a socavar, pero se dedicó a reclutar liderazgos fuertes y como tienen los recursos, los programas, todo lo necesario para ofrecerle al alcalde para que responda a la población… ¿Qué puedo hacer yo contra eso?», dice Palencia Reyes, quien además de ser el secretario de Organización Política de Valor es candidato a la primera casilla de diputados por el Departamento de Guatemala. Esto comprueba que la imagen fuerte de una candidatura presidencial no es suficiente para atraer votos.

En Huehuetenango, que tiene 678,314 personas empadronadas y que ocupa el tercer lugar en relevancia nacional por la cantidad de votos que aporta, no hay candidatos de Valor en 14 de los 33 municipios. Hace 20 años este territorio fue uno de los bastiones del FRG. Efraín Ríos Montt era originario de ese departamento.

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En Alta Verapaz, que aporta casi 650,000 votos, se inscribieron candidaturas en los 17 municipios, pero con personas que han competido por ser concejales en otros partidos durante elecciones anteriores.

En San Marcos, con 589,000 votantes, no hay candidatos de Valor en 17 de los 30 municipios. En Quiché y Quetzaltenango, con 512,000 y 481,000 votantes cada uno, quedó con cuatro planillas vacías.

«Yo hubiese querido tener candidato en Chuarrancho y no pude porque ya todos estaban comprometidos y al que yo estaba buscando me dijo que no, y cuando me dijo que no los otros (a los que tenía en la lista) ya tenían partido», explica Palencia Reyes. El partido no logró postular en tres municipios de Guatemala, en donde consideran que la alianza con Unionista les puede asegurar buenos resultados. Dejó sin candidato a Chuarrancho, Chinautla y San Pedro Ayampuc.

Cuando Palencia Reyes empezó a buscar a los candidatos, Zury Ríos le dijo que tenía que ir a cada territorio, como lo hacía «el general» Ríos Montt, su padre. «Él agarraba su jeep e iba a las comunidades. Incluso hay una anécdota de que una vez (el carro) se quedó tirado (dejó de funcionar) y el general siguió a pie», cuenta Palencia Reyes.

El partido sabe que el poder local empuja el voto, porque tiene la capacidad de conectar con la gente de maneras que ni la presidenciable puede hacerlo. A Zury Ríos no le dará tiempo de visitar todos los municipios en donde tiene candidatos. Ni siquiera porque empezó con jornadas de afiliación que tenían todas las características de un mítin antes del inicio de la campaña.

En los últimos días Zury Ríos parece una ráfaga. Llega unos pocos minutos a cada localidad con tal de cubrir tres, cuatro o siete puntos cada fin de semana. Le ha dedicado más tiempo al candidato de la municipalidad de Guatemala, Ricardo Quiñónez. Este es un indicador del interés que tiene por los votos de la ciudad, un territorio clave por la cantidad de votos que representa.

La alianza Valor-Unionista

La candidata pactó con el Partido Unionista (PU) para que bajo los dos símbolos se promoviera su candidatura a la presidencia y la de Héctor Cifuentes, como vicepresidente.
El trato incluía respaldar la reelección de Ricardo Quiñónez como alcalde en la ciudad, una jurisdicción dominada por los unionistas desde hace dos décadas, así como la reelección de Álvaro Arzú Escobar como diputado del Listado Nacional. Es el secretario del partido y heredero del legado político de su padre, el expresidente Álvaro Arzú Irigoyen.

En conjunto, los dos partidos impulsan la candidatura de diputados en seis distritos departamentales y el distrito central –la ciudad de Guatemala—.

El vicepresidenciable, Héctor Cifuentes, fue la mano derecha del expresidente y cuatro veces alcalde de la capital, Álvaro Arzú Irigoyen, fundador del Partido Unionista. Fue acusado del delito de financiamiento electoral no registrado en 2019, pero se libró de los cargos porque el tipo penal no existía cuando ocurrieron los hechos. Su hijo y asesor jurídico, Javier Alejandro Cifuentes Gándara, es candidato al Parlamento Centroamericano en la casilla cuatro.

Encabezan esa lista Ana Ingrid Bernat Cofiño de Palomo, nuera de la diputada Lucrecia Marroquín, y Mónica Scarlett Mac Donald Gallardo, quien ha trabajado en el área jurídica de varias instituciones del Estado y fue electa suplente en la Sala de Apelaciones Mixta de Jalapa.

El Partido Unionista es una organización diminuta en cuestión de cifras. A pesar de tener 21 años de existencia es el que menos afiliados tiene de entre los 30 partidos políticos vigentes. En toda su historia, el partido ha logrado presencia mínima en el Congreso. En las primeras dos elecciones en las que participó consiguió siete curules, en 2011 logró sobrevivir al obtener un escaño, en 2015 hizo alianza con el partido Creo y se hizo de tres diputaciones. En 2019 ganó tres puestos en el Organismo Legislativo y cinco alcaldías, la más importante fue la de la capital por quinta ocasión consecutiva.

A pesar de sus escasos logros políticos en el Congreso, en las últimas dos legislaturas el unionismo aprovechó la inexistencia de bancadas fuertes para negociar sus pocos votos. Al punto de que Álvaro Arzú Escobar logró convertirse en presidente del Congreso de 2018 a 2020 durante el gobierno de Jimmy Morales. El partido ha sido fundamental para la alianza de partidos que opera desde entonces.

La fuerza del unionismo está en la capital y los números lo reflejan. La elección de 2015, la última de Arzú Irigoyen, pues falleció en 2018, fue la más exitosa. Ganaron con 269,161 votos a través de una alianza que Arzú hizo con Roberto González, su más cercano competidor.

Quiñónez quedó a cargo del legado y ganó su primera elección en 2019 con casi 168,000 votos, menos de 15,000 de diferencia con González, quien quedó en segundo lugar.

Zury Ríos y Quiñonez han participado en varias actividades juntos, pero es evidente que en la ciudad la figura clave es el alcalde. Visitaron el Mercado Central, en el centro de la ciudad e hicieron caminatas en varias zonas. El 14 de mayo pasado, después de visitar por la mañana San Pedro Soloma, Santa Eulalia y La Democracia, Huehuetenango, Zury Ríos llegó puntual a las 4:00 de la tarde para hacer el recorrido en la colonia Maya, zona 18. Quiñónez apareció casi 20 minutos después.

El evento tenía una logística especial. Una banda de jóvenes escolares encabezaba el grupo. Un vehículo les seguía y unas 500 personas formaban dos filas para que al centro pudieran pasar los candidatos a la alcaldía, la presidencia y diputados. La caminata abarcó alrededor de un kilómetro, y en todo el recorrido Quiñónez fue el personaje principal.

Zury Ríos intentó conectar con las personas. Saludaba a la distancia y sonreía todo el tiempo mientras su equipo obsequiaba gabachas y paraguas. Detrás de ella iba el candidato a diputado más visible del unionismo por el distrito central –capital— el exministro Enrique Degenhart, quien portaba un chaleco que solo llevaba el logotipo del sol que identifica al partido.

A lo lados, obsequiando algunos volantes, otro candidato por la ciudad, Armando Ernesto León González, hijo de la copropietaria y presentadora de Vea Canal, Karina González de Rottman. Ese día vestía una playera que mostraba la esencia del partido, un conservadurismo en cuanto a la familia, el rechazo al aborto y a la ideología de género.

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Los diputados del distrito central

Con la alianza Valor-Unionista se promueven las candidaturas de 11 diputados por el distrito central, que representa a la ciudad. El acuerdo permite que Valor presente como primera en la lista a Sandra Jovel, la exministra de Relaciones Exteriores del gobierno de Jimmy Morales.

Por el Partido Unionista está Degenhart, el exministro de Gobernación de Morales, quien firmó el acuerdo para convertir a Guatemala en tercer país seguro a pedido del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El tercero es Armando Ernesto León González, por Valor, y José Alejandro Martínez Contreras, quien ha sido asesor de Álvaro Arzú Escobar.

En quinta casilla aparece Óscar German Platero Trabanino, por Valor. Este abogado fue parte de la directiva de la Fundación contra el Terrorismo y por pocos días fue subdirector de la Dirección General de Inteligencia Civil de la Policía Nacional Civil durante el gobierno de la transición que encabezó Alejandro Maldonado, en 2015.

En la sexta casilla, por el Partido Unionista va Edgar David Contreras Montoya, quien fungió como director del Deporte y la Recreación en el Ministerio de Cultura y fue vinculado al caso de la contratación anómala de juegos mecánicos para ferias en 2013. Actualmente ocupa el cargo de director de la División Administrativa Financiera del Instituto de la Defensa Pública Penal.

La lista sigue con personas que ya han sido candidatas a diputados por Unionista, así como una asesora de Efraín Menéndez Anguiano, diputado de Valor y tercer vicepresidente del Congreso.

María Trinidad Gutiérrez López, está en la onceava casilla, fue quien coordinó la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (Codisra) durante el gobierno del Partido Patriota.

El Listado Nacional

El acuerdo para conformar el Listado Nacional fue beneficioso para Valor. La lista la encabeza Álvaro Arzú Escobar y los demás son cuadros de Valor.

Ana Lucrecia Marroquín Godoy viuda de Palomo, quien acompaña a Zury Ríos a lo largo de su carrera por la presidencia. El esposo de la parlamentaria, Francisco Palomo, fue abogado de Efraín Ríos Montt y fue asesinado en 2015.

Efraín Menéndez Anguiano y José Francisco Zamora Barillas, buscan la reelección. Zamora Barillas fue jefe de bancada en 2022 y se distinguió porque en un mismo día y horas facturó a nombre del Congreso 3,544 quetzales en restaurantes. El diputado usó una citación en el Congreso para promover la imagen de Sandra Jovel a costas de la problemática de un grupo de vecinos de las zonas 18 y 25.

En los demás distritos del país, la alianza de Valor-Unionista se refleja en la conformación de los listados a diputaciones en Sacatepéquez, Santa Rosa, Sololá, Quetzaltenango, Quiché, Baja Verapaz, Petén, Zacapa y Chiquimula.

Esta alianza era impensable hace 25 años. Los Ríos y los Arzú eran adversarios políticos, pero el tiempo y las circunstancias redujeron las diferencias. Los cohesiona la ideología: Dios, familia y propiedad privada; y el objetivo de tener una porción del poder político. Los Arzú en la ciudad y Zury Ríos en la presidencia.

El resultado de las votaciones determinará si el acuerdo firmado por Zury Ríos Sosa y Álvaro Arzú Escobar es ocasional o logra trascender.

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