Esta vez la pandemia no los detuvo y han considerado todas las opciones posibles que las circunstancias permitan. Desde actividades presenciales en caso de que ya estemos vacunados (los habitantes de nuestra casa común, el planeta Tierra) hasta la modalidad virtual, con la cual estamos llevando a cabo los procesos académicos en las universidades.
Resurge este certamen hispanoamericano en una tercera etapa. Y lo hace de manera gloriosa y renovada, de acuerdo con las declaraciones del presidente de la comisión, el licenciado Julio Rodolfo Custodio. Veamos el porqué.
Históricamente, ha tenido grandes épocas entrecortadas por sucesos muy particulares. Las dos primeras, interrumpidas durante 14 años por el dictador Jorge Ubico Castañeda, a quien, como insano dictador que era, no le gustaba el pensamiento crítico. Así, hubo de suspenderse durante ese lapso, que yo llamo una larga noche intelectual en Guatemala porque se constituyó en una especie de primeras garras, esa vez de la oscuridad, que demarcaron los períodos antes de Ubico y después de Ubico. Luego, el año 2020 hizo presencia con todas sus fatalidades, por lo que, dadas las circunstancias provocadas por la pandemia de covid-19, el jueves 22 de mayo, antes de declarar luto literario por las muertes de tantas personas en el mundo, la comisión permanente suspendió en definitiva el LXXXIII certamen, correspondiente al año 2020. Estas fueron las segundas garras, ahora de la enfermedad. Pero el recién pasado 20 de enero resurgieron, como bien expresó el licenciado Custodio, victoriosos.
En esta tercera etapa renacen con tres ramas literarias: poesía, ensayo y novela. Y con un tema fijo: el bicentenario de la independencia de Centroamérica. Además, están dedicados al escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias, premio nobel de literatura 1967.
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No han faltado voces de disonancia por el establecimiento de un tema fijo, y no libre. También porque se ha creído que tiene como propósito avalar sucesos políticos del entorno de 1821. No obstante, se respetan esas opiniones. La comisión ha sido muy transparente en cuanto a que el tema no es para dar respaldo a ningún movimiento pasado ni presente, sino para proveer el debido escenario desde donde se pueda desarrollar, a través de un estudio concienzudo de la realidad histórica, un abrir de puertas a ese pensamiento crítico que no gusta a los dictadores. Así las cosas, se ha invitado a las universidades para que sus estudiantes participen, investiguen y profundicen en aquellos entramados históricos, que dan para mucho. Porque, como bien dijo en 1941 don Mariano Picón Salas, escritor y ensayista venezolano y uno de los más preclaros humanistas latinoamericanos: «La historia de la cultura hispanoamericana en su integridad y complejidad, en aquella como alta intuición poética que reclama toda historia para ser algo más que un amasijo de datos ordenados cronológicamente, aún está por escribirse, y no es mucha vanidad reclamar en este campo de estudios un modesto sitio de rastreador».
Vale decir que las consonancias o disonancias con relación a un hecho o a una serie de hechos históricos bien pueden plantearse desde la narrativa, el sentimiento o un estudio que, realizado con acuciosidad, provea nuevos conocimientos al respecto. De tal manera, a mi círculo de amigos con quienes comparto afanes literarios les sugiero participar. Esta podría ser su oportunidad. Si están de acuerdo o no con las gestas llamadas independencia patria, expongan sus argumentos. Les recuerdo que para relatar sucesos que sucedieron en la realidad o en la mente del escritor está la narrativa. Si desean expresar sentimientos en orden a dichos acaecimientos, tienen a la mano la poesía. Y, para profundizar en los conocimientos de esos hechos o proveer conocimiento nuevo, el ensayo es uno de los mejores vehículos.
«Así son los chivos: libres y eruditos», me dijo un amigo en ocasión de las actividades literarias que la comisión permanente de los juegos florales instituyó el año pasado para no dejar en limpio las fechas de la premiación del certamen. Y esa libertad y esa erudición se han puesto en marcha ahora para proveernos el perfecto cartabón que nos señale un derrotero intelectual.
Hasta la próxima semana si Dios nos lo permite.
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