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A favor de investigar, pero con balance

Cuando se enfrentan en tribunales una persona con poder económico y político y otra sin, para el 70 por ciento, los jueces favorecerían al poderoso.
Para 12 por ciento, los jueces son honrados e indepentientes; para el 33 por ciento, honrados pero no independientes.
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A favor de investigar, pero con balance

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La justicia favorece a los que tienen más poder económico y político, y debe investigarse si hay vínculos entre jueces y redes criminales. La ciudadanía, que podría ser un árbitro en la batalla entre la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sobre estos dos temas, le ha dado la razón a una, pero parcialmente, según una encuesta de Plaza Pública que hizo la firma Gauss.

70.8 por ciento de los guatemaltecos considera que la CICIG debe investigar si hay jueces relacionados con redes ilegales y 19.2 opina que debe hacerse una depuración por los mismos jueces. (Ver gráfico 6) (para ver los gráficos, presionar sobre la imagen para que la gráfica se agrande)

Así, la ciudadanía tercia en la disputa que inició cuando Francisco Dall’Anese, jefe de la Cicig, y Claudia Paz, fiscal general, desistieron de traer al ex ministro y empresario Carlos Vielmann y al expolicía y empresario Edwin Sperisen de España y Suiza, por considerar que no se dan las condiciones necesarias para juzgarlos en el país, tras las absoluciones de acusados en casos paradigmáticos –como el del expresidente Alfonso Portillo o el de Alejandro Giammattei-. Es más, Dall’Anese planteó la creación de un grupo de investigación sobre redes corruptas en el Organismo Judicial.

A esto respondieron indignados la Corte Suprema de Justicia y la Asociación de Jueces y Magistrados, y apoyó la necesidad de debatir el tema de la depuración del Organismo Judicial el Instituto de la Judicatura, otra agrupación de jueces que vela por la transparencia en el sistema.

En lo que no dan la razón mayoritariamente a la CICIG y al MP es en que no existan posibilidades de juzgar a personajes con mucho poder económico o político en el país. Para un 38.9 por ciento, el MP tiene la razón en este desacuerdo; para el 34.6 por ciento, tiene más peso el criterio de los jueces; y 26.5 por ciento no respondió. (ver gráfico 4)

Después de todo, a la pregunta de si los jueces son honestos e independientes, honestos pero no independientes o si son corruptos y no independientes, el 54 por ciento optó por la tercera opción, 33 que honrados pero no independientes y 12 tiene una excelente opinión de ellos; entre el segundo y el tercer grupo, suman 44 por ciento los considera honestos. (ver gráfico 1)

 

 Si no reprobaron totalmente en honestidad, sí lo hacen en capacidades. Cuando se le preguntó a los guatemaltecos qué palabra definía mejor a los jueces, las características de prontitud, independencia y honestidad no superan el 17.8 por ciento, mientras que corrupción, favoritismo y lentitud obtuvieron el restante 81.2 por ciento. (ver gráfico 2)

 

El poder económico y político pesa en los tribunales

La influencia del poder económico y político en el Organismo Judicial fue el tema central de la encuesta, realizada a 501 ciudadanos en todas las cabeceras departamentales, aleatoriamente por etnia, género y clase social, fue el que empezaron a poner sobre la mesa estos casos paradigmáticos del MP y la CICIG contra personas poderosas económica o políticamente.

Cuando se enfrentan en tribunales una persona con poder económico y político y otra sin, para el 70 por ciento, los jueces favorecerían al poderoso; para el 25 por ciento tratarían igual a ambos ciudadanos; y para el 5 por ciento favorecería al más débil. En una metáfora, la serpiente de la justicia de monseñor Romero. (ver gráfico 5)

 

En una pregunta relacionada, se recordó a los encuestados que en Guatemala es poco común ver a una persona con poder económico o político sentenciada en un tribunal. Y se les preguntó cuál podría ser la causa. Para un 34.5 por ciento se debe a que los jueces no son independientes de los poderos. Pero para un 41.3 por ciento, se debe a que los poderosos pueden defenderse mejor. (ver gráfico 3)

  

En la penúltima pregunta no hubo un resultado abrumadoramente mayoritario sobre qué grupo poderoso es sobre el que menos independencia tienen los jueces (ver gráfico 7).

 

 Y al final parece que la ciudadanía espera mucho de quienes tienen que impartir justicia. Y en proporciones similares. La característica más importante que debería tener un juez debería ser por medio de su trabajo lograr una verdadera democracia (22.6 por ciento); tener vocación para administrar justicia (24.8); estar preparado para poder juzgar los casos (25.9) y ser independiente frente a los poderosos (26.7).  (ver gráfico 8)

 

 

*Para la elaboración de esta nota colaboraron Vivian Guzmán (gráficos), Dennys Mejía y Martín Rodríguez.

*La encuesta de Plaza Pública fue financiada por la Fundación Soros.

*Entre las imágenes encontrará la boleta utilizada. 

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