El Centro Histórico de Quetzaltenango ha tratado de ser preservado por las autoridades municipales. Las nuevas construcciones deben tener el mismo diseño que los edificios originales. Sin embargo, las modificaciones no siempre son autorizadas. Las calles deben permanecer empedradas y ni se debe pensar en asfaltarlas. Y hay otras restricciones. Pero grupos de grafiteros le han dado sus colores a las calles quetzaltecas en un acto de desobediencia civil. Diseños abstractos, pinturas surrealista...
El Centro Histórico de Quetzaltenango ha tratado de ser preservado por las autoridades municipales. Las nuevas construcciones deben tener el mismo diseño que los edificios originales. Sin embargo, las modificaciones no siempre son autorizadas. Las calles deben permanecer empedradas y ni se debe pensar en asfaltarlas. Y hay otras restricciones. Pero grupos de grafiteros le han dado sus colores a las calles quetzaltecas en un acto de desobediencia civil. Diseños abstractos, pinturas surrealistas y felices hacen del paseo por el Centro Histórico de Xela algo muy parecido a una caminata por un museo de arte contemporáneo callejero.