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Una modesta respuesta al llamado antifeminista

Me llenaba de terror y rabia ante hombres que en los buses me tocaban, me gritaban obscenidades, me mostraban el pene, me seguían y amenazaban.
Tipo de Nota: 
Opinión

Una modesta respuesta al llamado antifeminista

26 de Agosto de 2019
Palabras clave

Soy una mujer guatemalteca, mestiza, nacida en 1984 y educada para ser buena: buena hija, buena esposa, buena madre, buena trabajadora, buena amiga, una buena mujer.

Todo se resumía a ignorar mis propias expectativas y anhelos para responder solo a las demandas e imposiciones de una sociedad violenta, religiosa, conservadora, doblemoralista e injusta. Conviví con expresiones de violencia en los círculos familiares, en las calles, en las camionetas, en la escuela, en la universidad. Se me pedía callar y sonreír, ser buena.

Como era de esperarse, nunca pude serlo. Me enfurecía tener que callar y fingir normalidad al observar a las mujeres de...

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