Comúnmente, se argumenta que los culpables de la crisis son los bancos, específicamente los bancos de inversión. Los bancos de inversión fueron actores principales en la cadena de eventos que nos llevaron hacia la crisis. No obstante, su rol fue de facilitadores.
Usualmente, los análisis sobre la crisis se inician con la caída repentina del mercado inmobiliario de Estados Unidos. Dicho mercado es uno de los más dinámicos en el mundo y difiere de la mayoría de mercados inmobiliarios. Por lo regular, cuando las personas compran una casa se quedan endeudadas por 15 ó 20 años con el banco.
Durante este tiempo el banco tiene una cuenta por cobrar a esa persona y cobra mes a mes la cuota respectiva. De esa forma el banco, poco a poco, recupera su capital y es capaz de hacer nuevos préstamos. Sin embargo, en Estados Unidos los bancos pueden recuperar su capital en dos o tres años, y de esa forma tener un mayor retorno con menor riesgo. Esto lo hacen con la ayuda de los bancos de inversión y los mercados de capitales.
El concepto es relativamente sencillo: existen inversionistas, como compañías de seguros, fondos de pensiones e individuos, que desean tener instrumentos que pagan una cuota mensual durante un largo tiempo. Al mismo tiempo, existen bancos comerciales que tienen cuentas por cobrar por préstamos hipotecarios que quisieran vender para poder volver a prestar a otras personas y disminuir su riesgo a un sector en particular. Y aquí entran a operar los bancos de inversión, estas instituciones ayudan a diseñar instrumentos de inversión o bonos hipotecarios, que satisfacen las necesidades de los inversionistas y de los bancos comerciales.
Previo a la crisis, estos bonos hipotecarios, que representan la promesa de miles de individuos de continuar pagando el préstamo de sus casas, tuvieron un crecimiento importante en el mercado. Individualmente los préstamos eran considerados de alto riesgo o sub-prime. Sin embargo, al tener un instrumento que tenía exposición a miles de préstamos en distintos estados del país, los bonos o producto final eran considerados de muy bajo riesgo.
Lamentablemente, los modelos usados para evaluar el riesgo de estos bonos asumían que los cambios en los mercados inmobiliarios respondían a fenómenos locales de cada ciudad de Estados Unidos. Se pensaba que la probabilidad de que cayeran todos los mercados al mismo tiempo era imposible. Lamentablemente, fue eso lo que sucedió.
Los bancos de inversión más importantes eran Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lehman Brothers, Merril Lynch y Bear Stearns. De estos sólo dos sobrevivieron la crisis. El sistema bancario perdió billones de dólares y muchas instituciones tuvieron que recibir ayuda del Gobierno para sobrevivir. Estados Unidos ya aprobó nuevas leyes y regulaciones financieras para, según ellos, evitar una nueva crisis. Sin embargo, la pregunta fundamental de esta historia queda abierta: ¿Cómo es posible que tantos individuos, bancos comerciales, bancos de inversión e instituciones crediticias se equivoquen al mismo tiempo y en la misma dirección?
Hasta que podamos contestar satisfactoriamente esta pregunta y entender la verdadera causa de la crisis no podremos evitar la siguiente.
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