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Lorilei Williams: “EE.UU. está obligado a recibir a todos los solicitantes de asilo”

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Lorilei Williams: “EE.UU. está obligado a recibir a todos los solicitantes de asilo”

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La ley dice que todos los migrantes de la caravana tienen derecho a solicitar asilo a las autoridades estadounidenses. La realidad es un poco más complicada. Estos procesos pueden durar hasta cinco años. En algunos casos, se les beneficiará con permisos de trabajo, pero en otros no. “No hay dos casos iguales”, asegura la abogada de inmigración, Lorilei Williams.

Después de más de un mes de camino, parte de la caravana migrante ya está en Tijuana, muy cerca de su destino final. Sin embargo, ahora empieza el verdadero reto: entrar a Estados Unidos. La abogada de inmigración Lorilei Williams lo tiene claro: estos casos pueden tomar muchísimo tiempo. Es posible que quienes están esperando hablar con la patrulla fronteriza e iniciar su proceso, puede que reciban una respuesta definitiva hasta dentro de cuatro o cinco años. Mientras, ¿qué pasa con ellos y ellas? ¿Qué oportunidades tienen de permanecer en Estados Unidos? ¿Deben tomarse en serio las amenazas de Trump? ¿Llegó acaso la caravana a su fin o está frente a una verdadera posibilidad de prosperidad? Williams responde.

Lorilei Williams trabaja en la oficina de Servicios Legales de Staten Island (SILS, en inglés) en Nueva York, como directora del proyecto de ley migratoria. La abogada brinda servicios holísticos y representación legal a las y los migrantes de Staten Island que buscan obtener visas, ciudadanía o solicitar asilo en Estados Unidos, entre otras formas de protección. Antes de trabajar para SILS, Williams fue representante legal de menores no acompañados.

Graduada de la Washington University en San Luis, Misuri, Williams parece esperanzada de las oportunidades legales que tienen los migrantes que viajan en la caravana —y, quizás, cualquier otro migrante—. Afirma que, a pesar de la constricción y hostilidad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muchos de los hondureños que viajan desde hace un mes califican para recibir asilo o algún otro tipo de protección legal y así, asegurar su permanencia en Estados Unidos y, sobre todo, no regresar a situaciones peligrosas en sus países de origen.

Sin embargo, hay limitantes.

La abogada asegura que cada caso es diferente. Aunque existan dos situaciones idénticas, con argumentos y evidencias similares, los resultados pueden ser dispares. Incluso ilógicos. “Hay muchos factores que tomar en cuenta”, resalta. Entre ellos, la ciudad donde estos migrantes serán procesados y juzgados, la disponibilidad de abogados que estén dispuestas a tomar su caso ad honorem e incluso el ánimo y nivel de empatía de los jueces migratorios.

Simone Dalmasso

El presidente Trump recientemente amenazó que todos los que buscan asilo, una vez se registren en un puerto de entrada, van a ser mantenidos bajo custodia hasta que una corte determine si pueden recibirlo. ¿Es esto el destino para la caravana migrante?

Técnicamente no. Todos los que lleguen a los Estados Unidos tienen la oportunidad de aplicar a asilo. Creo que lo que Trump está intentando hacer es que aquellos migrantes que sean aprehendidos por las autoridades cruzando de manera irregular tengan una remoción expedita, es decir, sean deportados de inmediato. Pero mucho depende de lo que pasa en la frontera o al ser detenidos. En teoría les pueden negar el derecho a lo que nosotros llamamos bond hearing (estas audiencias le permiten a los detenidos pagar un bono para ser puestos en libertad, siempre y cuando aseguren a las cortes que van a continuar presentándose a las audiencias. Hasta un 96 % se presentan a las audiencias, según una investigación realizada por el American Immigration Council). Lo que dijo Trump, de mantenerlos en custodia durante todo ese tiempo, es poco factible. Y de ser cierto, solo sería aplicable a un pequeño porcentaje de los migrantes.

Para quienes puedan avanzar a través de estos procesos, ¿qué sigue?

Pueden hacer una de dos cosas. Cruzar a través de un puerto de entrada, es decir, aplicar por asilo y así ser admitidos a los Estados Unidos. O dos, cruzar de forma ilegal, por el desierto o el río. Si ingresan por el puerto de entrada, básicamente deben tocar la puerta, pedir su ingreso, pedir asilo. En la mayoría de los casos serán detenidos, procesados, entrevistados; en esta entrevista deberán demostrar que tienen miedo de volver a casa. Puede que a partir de ahí el proceso se trunque por varios meses, pero ya habrán entrado. Aun así, el agente de migración no necesariamente determinará si son elegibles para recibir asilo o no. Es decir, generalmente no podrá negarles el paso. Luego pasarán al Inmigration and Customs Enforcements (ICE). Estas organizaciones podrán dejarlos en libertad y darles un monitor de tobillo. Si son puestos en libertad deberán continuar el proceso. Si son puestos en una cárcel, su futuro depende de los jueces y, muchas veces, de la ciudad a la que sean enviados. Los abogados en Nueva York suelen ser muy amigables y en una ciudad como Manhattan tendrán acceso a más servicios legales que le favorezcan. Hay otras áreas más remotas, con muy pocos abogados que van a tomar su caso, que son antipáticos. Y está la opción de permanecer en las sombras: vivir de forma indocumentada. Muchos lo hacen. Pero esto limita las posibilidades de asilo.

¿Estas personas tienen acceso a un abogado que los defienda?

No. Si bien el gobierno determina que cada persona tiene derecho a un abogado, en este tipo de casos el gobierno no pone a disposición sus abogados. La mayoría de apoyo proviene de organizaciones sin fines de lucro. Eso no significa que quienes sí tomamos estos casos, muchas veces ad honorem, seamos suficientes para defenderlos a todos. Los migrantes también tienen la opción de presentarse sin representación. Por otro lado, los menores no acompañados sí tienen el derecho de ser representados por un abogado pagado por el gobierno. Pero tampoco se dan abasto.

Simone Dalmasso

Si a estas personas les permiten integrarse a una comunidad con un monitor de tobillo, mientras su caso se resuelve ¿pueden recibir un permiso de trabajo?

Generalmente no. La única excepción es que cuando están pidiendo asilo, pueden aplicar a un permiso laborar seis meses después de iniciado el proceso. Pero es complicado. Todos estos casos llevan un tipo de reloj. Digamos que el jurado pide una audiencia dentro de una semana, pero es muy pronto para la persona. Mueven entonces la audiencia para dentro de dos años. Entonces la persona puede detener su reloj y pedir autorización para trabajar. Y aun así el proceso está lleno de obstáculos.

¿Qué pasa con estas personas? ¿Qué hacen para sobrevivir?

Muchos trabajan sin papeles.

Pero eso puede actuar en su contra si el juez se entera.

Desde mi experiencia, generalmente esto no ha sido usado como un factor negativo por oficiales o jueces de migración. Pero tampoco garantiza que el hecho que alguien que solicite asilo y trabaje indocumentado sea tratado de forma neutral. Técnicamente sí podrían usarlo en su contra, si quisieran. Pero nunca lo he visto. Nosotros como abogados debemos de ser muy cuidadosos en cómo nos comunicamos con nuestros clientes, para evitar incitar que trabajen sin documentación, pues esto sí es en contra de la ley.

¿Tendrán estas personas acceso al servicio de salud pública o a educación pública para sus hijos e hijas?

La educación pública está disponible a todos en el país, independientemente si se está legal o no. Pero eso no significa que los padres no tendrán problemas para inscribir a sus hijos en las escuelas, pues cada una tiene sus procedimientos. En cuando a acceso a salud pública, depende del estado. En Nueva York no importa el estatus migratorio. Pero hay estados que sí piden la legalidad.

Simone Dalmasso

Este año el exfiscal general, Jeff Sessions, determinó que citar violencia doméstica y de pandillas no serían razón suficiente para recibir asilo. ¿Cuál es el estatus de esta política, ahora que salió Sessions?

No debería ser una preocupación grande. Los jueces migratorios no son técnicamente jueces. Son abogados para el Departamento de justicia. Sessions sí habría podido decirles qué hacer. Pero su decisión no afecta el proceso de solicitud de asilo. La clave está en el proceso. En estos momentos uno de los desafíos para quienes citan violencia doméstica, es demostrar que el acusador es un actor privado, alguien que el gobierno de su país no puede o no quiere controlar. En eso cambió la ley. Y es un reto para estas personas. Pero esto no cambia la disponibilidad de asilo para las víctimas de violencia. Además, te puedo decir que, como abogada, si recibo un caso como este no quisiera llevarlo a corte ahora pues puede que sí tenga un más alto porcentaje de respuesta negativa. Entonces puedo retrasar el proceso hasta el 2020 o 2021, por ejemplo, esperando que haya algunos cambios en la ley.

¿Qué pasa con las personas que necesitan atención médica? ¿Tienen esperanza de recibir ayuda? ¿Podrá quedarse, al menos de forma temporal mientras reciben su tratamiento?

Eso no cabe dentro de la categoría de asilo, a menos que puedan demostrar que su condición sea causa de persecución. Sí podrían recibir una ayuda humanitaria. Yo llevé un caso de una persona de Pakistán que sufre de albinismo. Esta persona no solo fue tratada diferente, sino que fue perseguida y tuvo que salir de su país por eso, y por lo tanto podía recibir asilo.  

¿Qué pasa con quienes no califican? ¿Qué esperanza tienen de permanecer en Estados Unidos?

Acá es cuando entra la astucia de los abogados y recurren a algunos trucos para proteger a sus clientes. Se puede obtener, por ejemplo, protección si estas personas son víctimas de violencia, discriminación o crímenes de odio en territorio estadounidense. Estas personas aplicarían a obtener la Visa U. También están aquellos o aquellas que contraen matrimonio con un ciudadano de los Estados Unidos.

El presidente Trump también pidió varias veces a los migrantes que vuelvan a su país y si quieren aplicar a asilo, lo hagan desde allá.

No debemos aceptar este argumento, pues muchas personas no tienen el mecanismo que les permita aplicar a asilo desde casa. Además, incluso si tienen esta facilidad, el proceso es igual de largo, o a veces incluso más. Estas personas están en una situación de emergencia y su mejor opción es salir y solicitar asilo en un puerto de entrada.

Siendo realistas, ¿cree que Estados Unidos tiene la estructura legal y suficientes abogados para ayudar procesar a los cerca de diez mil migrantes que van camino al norte, en las diferentes caravanas?

Tal y como todo funciona en este momento, no. Técnicamente sí es posible, pero las personas no serían despachadas pronto. Estos casos toman años y muchos abogados sí logran obtener permisos laborales para sus clientes mientras se resuelve todo. Va a depender. Algunas personas van a ser deportadas de inmediato. Otras no. Realmente el problema más grande con nuestro sistema de migración es cuán dispar es. Todas las personas son tratadas de forma diferente, incluso con casos idénticos y evidencia similar. Lastimosamente no depende de quién eres o tu pasado. Podrías, por mala fortuna, terminar en Atlanta y, a pesar de tener un caso fuerte y un buen abogado, ser deportado rápidamente. O, ir a Nueva York, y lograr alargar tu deportación por años hasta evitarla totalmente.

Simone Dalmasso

Menciona ciudades específicas. ¿Pueden estas personas solicitar a qué ciudad quieren ser enviadas?

En teoría sí. Si tienen familia en algún estado, fácilmente los pueden llevar ahí. Ahora, si su familia está en Atlanta, pero yo quiero ir a Nueva York porque en Nueva York hay un sistema legal más favorable para los migrantes, ICE también podría negarse. También hay quienes se mueven sin ser observados por las autoridades y, una vez se establecen en una ciudad, escogen ahí ser juzgados y movilizar su caso. Depende.

También este año Trump anunció la terminación del TPS para los hondureños y salvadoreños. ¿Debemos esperar una caravana en reversa formada por deportados que perdieron el TPS?

Para nada. Eso no va a suceder. Si esto continúa, sí, algunas personas van a ser deportadas. Pero la mayoría encuentra la manera de sobrevivir indocumentados acá, que es, a propósito, a pesar del miedo, una vida mejor que volver a sus países. Los que pierdan el TPS podrían aplicar a asilo político, por ejemplo. O atrasar su deportación a través de otros métodos. Incluso pueden detenerla de forma indefinida pues, como he dicho, estos casos toman años en resolverse. E incluso, si reciben una sentencia, una orden de deportación, podrán aspirar a otro procedimiento.

Parece que siempre hay formas de atrasar una deportación. ¿Qué pasa en los casos de personas que sí son deportadas? ¿No saben estos trucos que menciona? ¿Han agotado sus posibilidades? ¿Se dan por vencidos?  

No siempre hay formas de evitar la deportación. Pero tener un abogado, sin lugar a dudas, ayuda mucho. Para personas que no tienen representación legal sí es más probable que las deporten, pero también puede ser por una multitud de razones: cometieron algún error, puede que enfrente a un juez muy severo, que no sean elegibles para el tipo de estadía que estaban solicitado.

El viernes pasado, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que afirmaba que aquellos que atraviesen la frontera fuera de los cruces fronterizos ya no podrían solicitar asilo. ¿Es esto definitivo? ¿Podría afectar a quienes ya están en Estados Unidos?

El gobierno puede decir que sí, que es definitivo. Pero siempre hay formas de desafiar estas órdenes. De hecho, tan pronto él impulsó esta orden, fue retada en corte. Además, en Estados Unidos tenemos una ley que indica que todas las personas tienen la oportunidad de aplicar a asilo; él no puede solamente botar una ley que fue erguida por el Congreso. De momento es muy pronto para saber qué va a pasar, de qué forma va a ser implementada y a quiénes va a afectar.

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