Ir

Entre bibliotecas, librerías y ferias: a propósito de la Filgua

Cuando voy a una biblioteca, siento que estoy en el paraíso. Cuando visito una librería, es como si de pronto habitase en el centro mismo de la felicidad.
Tipo de Nota: 
Opinión

Entre bibliotecas, librerías y ferias: a propósito de la Filgua

07 de Julio de 2018
Palabras clave

«No leas mucho porque ningún hombre se va a fijar en ti», me dijo una de mis tías cuando me vio sumergida en las páginas del tomo con pasta dura de Moby Dick.

Yo, de 11 años, levanté la vista con la mente aún puesta en las palabras de la tormenta en el mar que estaba leyendo y me le quedé viendo mientras ella terminó contundente: «A los hombres no les gustan las mujeres que leen». Bajé la mirada y seguí con la lectura. En ese momento no presté atención al significado de lo que me dijo, pero esas dos frases tuvieron un gran impacto en mi vida. Primero, porque le creí. Y segundo, porque no dejé de leer, pero sí me quedó la sensación de estar haciendo...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor