Por Sindy Hernández
En los cafecitos o en las “chelitas”, en las lágrimas compartidas, en las idas a dormir a la casa de una o de la otra, en las trasnochadas y parrandeadas que nos dimos, ¿por qué no decirlo? ¡nos la pasamos bien!
Y es que es eso, Emilia era una mujer como otras, con sueños, su vida transcurría más allá de las actividades laborales, que si bien es cierto las disfrutaba y era comprometida con su trabajo, había algo quizá más importante, “amaba la vida”. Quizá po...
Por Sindy Hernández
En los cafecitos o en las “chelitas”, en las lágrimas compartidas, en las idas a dormir a la casa de una o de la otra, en las trasnochadas y parrandeadas que nos dimos, ¿por qué no decirlo? ¡nos la pasamos bien!
Y es que es eso, Emilia era una mujer como otras, con sueños, su vida transcurría más allá de las actividades laborales, que si bien es cierto las disfrutaba y era comprometida con su trabajo, había algo quizá más importante, “amaba la vida”. Quizá por ello fue brutal su muerte, porque la peleó, porque quería seguir viviendo, quería encontrar el amor verdadero, quería tener hijos, quería seguir estudiando, quería que compartiéramos la vejez, nuestras arrugas.
Amiga, hoy me atrevo a escribir, pero te he pensado ¡no sabes cuánto! Porque es en la cotidianidad que más siento tu ausencia. No te hemos olvidado, tus amigos, el Pedro, Anaité, el Quiquito, la Burgos, la Güichita, el Tallo, Mirta, Amparito, Julio, Elisa, todos con quienes compartiste de manera diferenciada. Todos queremos que tu muerte sea esclarecida. Sabemos que no te devolverán la vida, pero también sabemos que esclarecer tu muerte va a contribuir a una Guatemala menos violenta, en la que se hagan cumplir los derechos humanos, que en tu caso era el derecho a dejarte vivir.
Por ello, para recordar a Emilia y conmemorar un año de su muerte, invitamos este sábado 10 de diciembre a las 15:00 a una misa en la Catedral Metropolitana, para además enviar un mensaje a las autoridades, al Ministerio Público: queremos que se esclarezcan plenamente las circunstancias de su trágica pérdida y se lleve a la justicia a los responsables.
Invitamos a las personas con familiares o amigos que tienen víctimas producto de la violencia, para que se sumen en esta conmemoración. Queremos incitarlos a expresarse, a denunciar, a exigir se haga justicia y enterrar de una vez por todas en el cementerio a la impunidad.
Amiga, no te hemos olvidado, ¡seguiremos buscando justicia!
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