El Metal y la obscuridad

Sin embargo, disfruto de la canción que le da nombre al álbum, recordando que no importa lo que digan los críticos, siempre hay algún recuerdo que la voz de Bruce Dickinson despierta en la memoria…  y que sirve para sobrellevar la rutina con alguna dosis de humor.  Como la coincidencia que quiero encontrar entre la portada del disco (Eddie the Head emergiendo de un árbol en un bosque tenebroso) y el hecho que se cumplen cien años desde la filmación de la primera cinta de Nosferatu. Siempre encontré alguna similitud en los rostros de estos dos personajes. 

Más allá de los grandes nombres propios de las bandas del metal, el heavy metal tiene el enorme valor añadido de haber creado una comunidad con una inmensa identidad propia, que rebasa las playeras negras y los pelos largos. En ciudades como las capitales andinas, tiene su propia importancia y códigos, al engrosar sus filas con los hijos e hijas que fueron criados por sus abuelos durante las olas migratorias de finales de los noventa y mediados de los dos mil.

Desde el accidente de Tommy Iommi  en 1965, que lo llevó a crear un sonido nuevo en su guitarra, ajustada a las necesidades de quien pierde parte de un dedo, hasta el lanzamiento en este mismo año de Senjutsu –para usar un hito que también se refiere a los Iron Maiden– se puede afirmar, sin lugar a dudas, que el género goza de buena salud y está más vigente que nunca. 

Y está tan vivo, que cuando los operadores de los tanques rusos en Ucrania intentan usar sus equipos de radio, pueden disfrutar de largas horas de Pantera interfiriendo sus comunicaciones, cortesía del ejército ucraniano.  Amén de las múltiples razones técnicas que explican como un problema irresoluto de comunicaciones y contratación pública hace tan vulnerables las comunicaciones de un ejército moderno, no deja de tener algo de justicia poética que la tripulación de un tanque que pide instrucciones reciba por respuesta las canciones de Vulgar Display of Power(1992). 

Personalmente, considero que los relatos incluidos en Louder than Hell: The definite oral history of metal (2014) contienen algunos de los episodios más sinceros de la historia del género, en las que confluyen todos los sentimientos humanos. Una lectura sin desperdicio…  

Fear of the Dark me recuerda el viaje de regreso entre las sombras de los Andes, después de un descenso en bicicleta desde algún páramo entre lluvia y nubosidad, que, por supuesto terminó en alguna caída aún más memorable, con sus respectivos golpes y quemaduras de fricción.

Al terminar estas líneas escucho a mi hija contando su día en la escuela, en una sesión sobre la música de la generación de sus padres, en la que tuvo problemas para explicar por qué a su papá no le gustaba la música romántica en español. Sonrío mientras Spotify me sugiere  Almost Heathen el álbum de este año de Karma to Burn.