El canto de cisne de Dolores O’Riordan

La publicación del disco de los Cranberries me tomó por sorpresa. Vi apenas una mención de este en el sitio web de Reuters, en el cual se hablaba de cómo el resto de la banda había usado material grabado por Dolores O’Riordan para un álbum póstumo, y subestimé mi capacidad de verme envuelto por canciones como Got It, que, con versos como «with the passing of time / it’s just like turning a page», simplemente me dejan en el mismo escenario en el cual me dejó Dreams en algún momento de los 90.

La crónica de Rolling Stone del álbum insiste en que este refleja la angustia de O’Riordan, su necesidad de moverse hacia cosas nuevas, y destaca que el material fue grabado como demos, con los cuales el resto de la banda tomó el reto de darles forma de material finalizado. The Guardian matiza el papel de las cuerdas y los pianos para reforzar el sonido característico de la guitarra y habla de cómo el material refleja una sombra alargada de Dolores. «Remarkable swansong», lo llama en algún punto el Irish Times. Un canto de cisne al que se le da la bienvenida con gratitud.

Illusion suena y me hace compañía mientras ordeno papeles e ideas y me digo a mí mismo que resulta difícil creer que hay una campaña para elecciones generales en curso cuando hace unos años cada poste, hasta la última piedra e incluso el asfalto de la carretera se pintaban de diferentes colores. De seguro la apatía domina las encuestas, pero no se pregunta lo suficiente por ella.

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En cierta forma, este ambiente me recuerda una visita a Tegucigalpa en noviembre de 2017, justo antes de las elecciones, por las no pocas similitudes: nuevas reglas electorales, una campaña electoral casi ausente, un ambiente de aparente calma y candidaturas que se disputan judicialmente hasta casi el último minuto. Casi nadie preveía problemas, y solo espero que el resultado final no sea el mismo.

La clase política tiene la virtud de jamás aprender la lección en lo que a campañas electorales se refiere. Vuelve a confiar en los mismos asesores y estrategas, en aquellos que facturan por recrear, reciclar y copiar buenas ideas del tipo replicar figuras de Lego con la imagen del candidato, colocar monigotes de los Avengers en un mitin, abusar del Photoshop o simplemente repetir que llevan cerca de 40 días sin hacer campaña.

Conduzco de vuelta a casa con Wake me when It’s Over (2019) en mi playlist. La voz de Dolores O’Riordan me envuelve una vez más mientras me habla de vivir en el pasado y de tragarse el orgullo y me deja pensando en recuerdos del tipo de los que se saldan con un yo tenía razón.

Grande Dolores. El verso inicial de All Over Now, sobre esa noche en un hotel en Londres, es un apunte sobre la fragilidad. In the End seguramente no evitará que alguien filme un documental para Netflix sobre los Cranberries, pero mantendrá vivos el sonido, la guitarra y esa voz.