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¿A qué olerá la Filgua en julio?

Con unos 32,000 centros educativos y unos 129,000 maestros, no existen políticas públicas sobre los libros, la lectura, la escritura y el fomento de nuevas bibliotecas.
Dejar que los libros mueran es resignarse a que el país pierda su hondura, su alma, lo mejor de sí. Es, sin duda, sustraer la mejor esencia del humano y de la vida en el planeta.
Tipo de Nota: 
Opinión

¿A qué olerá la Filgua en julio?

30 de Junio de 2018
Palabras clave

A pocos días de la inauguración de la Filgua 2018, una discusión se impone alrededor del mundo del libro en Guatemala.

Su escasa difusión, graves problemas de distribución, la ausencia de una política de Estado en relación con la industria editorial. Ello es apenas una breve enumeración de las dificultades y desafíos del sector. Desde la firma de la paz, un grupo de editores independientes se lanzó a construir un riquísimo catálogo que no solo recuperó a los escritores consagrados, sino que abrió camino a unas tres generaciones que llegaron para quedarse.

El mundo pasa por el sueño de los poetas, por s...

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