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El rey Tesucún

En su segundo día como alcalde ordenó que se iniciaran trabajos para el alumbrado público. Así inició la historia política de uno de los alcaldes más exitosos: logró reducir la pobreza y la extrema pobreza a la mitad.
Tesucún dice que “las palabras del Presidente (sobre los Mendoza) son del Presidente” y que cada quien tiene su punto de vista. “Yo los conozco como empresarios y de eso puedo hablar. Nada más”.
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El rey Tesucún

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En los años ochenta, Julián Tesucún pudo morir instalando electricidad en fincas de narcos colombianos o pudo irse a la montaña con la guerrilla. No lo hizo. En vez de eso, ingresó a la política desde 1993 como alcalde de San José, Petén, donde ha ganado cinco elecciones consecutivas. Así Tesucún se convirtió en el rey de ese extraño municipio en el que las cosas funcionan, hay seguridad y menos pobreza, pero en el que se advierte la relación armónica, casi simbiótica, de las instituciones con los Mendoza, una familia que el presidente Colom colocó entre los “narcos que nadie toca”. Tesucún dice que son empresarios y sus amigos (juntos en la foto). Y Tesucún dejará su feudo convertirse en diputado el 14 de enero por la alianza UNE-GANA para representar a Petén.

Julián corría descalzo por la selva petenera hacía su casa. Sus pies se hundían en el lodo. Los aullidos de los monos lo aterraron y rompió a llorar. Julián tenía 12 años y tanto miedo que juró que algún día iba alumbrar las calles de su municipio, ese lugar remoto que va angosto desde el lago Petén Itzá hasta la frontera Norte con México, para que ningún niño tuviera que pasar por esa angustia de la jungla. 

Su promesa empezó con pequeños pasos. Llegó a ser uno de los doce electricistas en Petén en el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) en los años ochenta. La pobreza de su familia y la desigualdad que iba viendo le despertaron la conciencia y llegó a ser un apasionado de ideas de izquierdas y un activo líder sindicalista.

Pero su obsesión de alumbrar el pueblo no se la quitó nadie. Tras sus inicios como electricista, fue una de sus prioridades cuando asumió como alcalde, electo en 1993 por el Partido de Avanzada Nacional (PAN), entonces liderado por Álvaro Arzú y Óscar Berger. En su segundo día como alcalde ordenó que se iniciaran trabajos para el alumbrado público y la ampliación de la red de energía –tarea que le llevó más de 10 años completar–. Así inició la historia política de uno de los alcaldes más exitosos de los últimos años: logró reducir la pobreza y la extrema pobreza a la mitad en su municipio, según estadísticas confiables de Segeplan; hizo escuelas en todas las aldeas; convenció a comunidades para que en lugar de destruir la naturaleza la conservaran y vivieran de ella. Copó todas las instituciones para hacerlas funcionar con lealtad hacia su persona y se hizo querer. Se convirtió en 18 años en el rey, el Rey Tesucún.

Ahora dejará su trono para intentar convertirse en un Lord en el Congreso. Sus opositores le recuerdan su estrecha relación con la familia Mendoza Matta, a quienes se señala –a pesar de que no ha habido una demanda o un juicio en su contra– de ser un grupo fuerte del narcotráfico. La relación de la alcaldía con los Mendoza ha sido tangible: San José es la municipalidad de Petén que más dinero ha pagado a las empresas de los Mendoza por obras públicas, y recientemente Tesucún les dio un reconocimiento por el aporte en el desarrollo del pueblo, que anuncia en la página web de la alcaldía.

De fincas de narcos a entrenamiento revolucionario

En 1982, Tesucún era un electricista que había aprendido a instalar antenas “parabólicas” de señal de televisión. Era uno de los únicos 19 que sabía hacerlo en el Norte del país. Y un día apareció un grupo de empresarios que necesitaba técnicos para trabajar en Colombia. Pagarían en dólares. Tesucún se apunto en la lista de espera, pero escogieron a 16 y él fue uno de los tres que se quedaron fuera. Rogó y rogó que se lo llevaran a cumplir lo que parecía el Colombian Dream. Rabió por la desgracia cuando se enteró sus compañeros ya habían partido. Sólo tres regresaron con vida. De los otros nunca se supo. Llegaron a instalar equipo en las fincas de narcotraficantes y desaparecieron misteriosamente.

En 1983 ingresó al sindicato de trabajadores del INDE. Fue escalando posiciones hasta ser uno de los integrantes más influyentes. Fue allí cuando dejó tirado el miedo a hablar en público, que después explotaría hasta convertirse en un cacique regional.

Ese año fue invitado, junto a 20 de sus compañeros, al centro recreativo del INDE en Guacalate, Escuintla. Durante un mes vivieron en el lugar y lo que sería una capacitación fue en realidad un curso de adoctrinamiento revolucionario que unos supuestos sindicalistas venezolanos impartieron, con un supuesto patrocinio del gobierno holandés.

“Cuando salí del lugar si alguien me hubiese ofrecido ir a la montaña hubiese ido”, dice Tesucún. El ofrecimiento llegó más tarde, pero él ya había elegido ser político para cambiar su pueblo.

Un poquito de Ámsterdam, Andalucía y Miami en la selva

Tesucún presume de las obras; asegura habérselas ganado a sudor y trabajo. Aunque tuvo sus respiros. En 18 años como alcalde (1993-2011) viajó por el mundo, y como lo hacen empresarios, al regresar traía una idea para copiarla y modernizar el pequeño pueblo de 5 mil habitantes.

“Siempre buscaba cuidar el medio ambiente. Soy una ambientalista”, se define el ahora ex alcalde y candidato a diputado, quien asegura tener ascendencia noble de los itzás.

En un viaje a Ámsterdam vio un malecón. Se enamoró. Si el alumbrado lo ofreció por miedo esto lo hizo por orgullo. “En 1994 empezamos el malecón. Aparte de belleza buscábamos que los desechos del pueblo no llegaran al lago en época de lluvia y se logró”.

Ahora está en la última etapa del proyecto. Los últimos 400 metros para cubrir el área central del municipio.

Es difícil hablar mal de pueblo y casi comprensible que su  ex  alcalde  sea tan presuntuoso. San José  es un oasis en Petén. Y quizás un lunar en Guatemala. Encontrar un pueblo tan limpio es tan difícil como ubicar una colonia segura en Ciudad de Guatemala. Hay depósitos de basura cada 50 metros y cinco empleados de la municipalidad que limpian todos los días de 8 de la mañana a 5 de la tarde.

Y si faltaba reforzar la imagen de que San José era un pueblo peculiar basta decir que no existe una plaza como en cualquier municipio. En su lugar hay un parque acuático municipal con piscinas y toboganes, a la orilla del lago. La idea llegó después que Julián Tesucún visitara Miami.

Una medalla más para el rey Julián: San José es el único pueblo en Centroamérica que tiene 36 hectáreas municipales de área protegidas. Idea aprendida en el viaje a Cazorla, Andalucía.

“Ví que familias pueden vivir al cuidar el medio ambiente. Lo traje y se aceptó”.

Recientemente, Tesucún vendió bonos de carbono a la empresa estadounidense Global Carbón Group en un acuerdo en el que se compromete a mantener cuidado de más de 5 mil hectáreas de bosque en los próximos 20 años por $200 mil dólares inicialmente. También logró que cooperación española creara en el municipio una de las tres escuelas de arte y oficios que tiene en el país.

Por proyectos como estos en el municipio de San José se redujo la pobreza general de un 64% a un 33% entre 1994 y 2010. Se redujo a la mitad y cinco años antes de la meta prevista. Lo consiguió también con la pobreza extrema que ahora está en cifras del 7% por ciento de los habitantes.

Otra medalla de la que se siente casi orgulloso: asegura que fue él quien introdujo a Manuel Baldizón a la política nacional. Él lo recibió en Petén cuando le pidió ser candidato por el PAN y él lo llevó a reunirse con Leonel López Rodas “en la zona 14” para presentárselo como posible candidato a diputado por Petén en 2003. En un perfil que Juan Carlos Llorca escribió para elPeriódico en 2005, Baldizón confirmó que quien le hizo la oferta fue López Rodas. El joven petenero tenía entonces muchas ganas y dinero para la campaña y eso fue suficiente. Lo que siguió es historia.

Bilardo, populismo y ¿narcos?

San José, tan bonito, no es el país de las maravillas. Hay quienes critican que la municipalidad invirtiera más de Q15 millones para construir un estadio que Tesucún puso al servicio del equipo de primera división del fútbol nacional Jaguares de Heredia, propiedad de la familia Mendoza Matta. Es un equipo tan bien nutrido de inversiones que logró llegar a semifinales del campeonato pasado y fue derrotado por Comunicaciones. En el entretiempo de la seminifinal, Tesucún le dio un reconocimiento a Mendoza.

Según Tesucún el estadio se construyó después de una visita del técnico argentino Carlos Salvador Bilardo a San José. Lo llevó el seleccionador nacional de ese entonces, Benjamín Monterroso. Bilardo se paró en lo más alto de San José y dijo: “Aquí quedaría el mejor estadio del mundo: la belleza del lago lo haría especial”. Tesucún, ilusionado, le tomó la palabra.

Gastar Q15 millones en un estadio en un país y en un departamento con tantas necesidades no fue baladí. Las críticas llegaron porque Tesucún tomó dinero de la municipalidad para construir un estadio que sólo beneficia al equipo de fútbol y a él para levantar su imagen en del departamento; el estadio, con capacidad para 8,000 espectadores, se llama Julián Tesucún y Tesucún. La construcción del estadio y el equipo afianzaron su amistad con los Mendoza. En una entrevista al diario español El País, el presidente Álvaro Colom dijo que en Guatemala todos sabían quienes son narcotraficantes y nadie se atrevía a tocarlos; señaló directamente a la familias Mendoza y Lorenzana.

“Todo el mundo hablaba de los Lorenzana, de los Mendoza, de los Ponce... pero nadie los tocaba. La impunidad era total. Tanto era así que los Lorenzana disponían de siete fincas registradas a su nombre en la reserva de la biosfera maya. Imagínese qué poder llegó a tener la mafia en los Gobiernos anteriores que los narcos conseguían poner ilegalmente a su nombre un patrimonio natural reconocido por la UNESCO”, lanzó el presidente Colom en esa entrevista que provocó que el periódico se preguntara si el país era un narco-Estado. Cabe recordar que Waldemar Lorenzana fue capturado este año; sobre los Mendoza mencionados por el Presidente no hay ninguna demanda.

Así también de todos los municipios de Petén, San José es el que  más dinero ha pagado a empresas de esta última familia por obras municipales. En total son Q15,748,730, según datos de Guatecompras. A la constructora del Nor-Oriente, propiedad de Edwin Mendoza, le han pagado Q3,753,889 y a la constructora O.M, de Obdulio Mendoza, le pagaron Q11,994,841.

La relación entre Tesucún y Mendoza apunta a ser más que una alianza empresarial. El alcalde bautizó el nuevo estadio municipal del caserío San Pedro con el nombre “Milton Oswaldo Mendoza Matta”. La página web de la municipalidad explica el nombramiento así: “El nuevo estadio llevara el nombre del Empresario “Milton Oswaldo Mendoza Matta” conocida  persona que ha contribuido al desarrollo del deporte en el municipio. El estadio cuenta con un moderno equipo de drenaje francés y una grama de primera calidad.”

Tesucún dice que “las palabras del Presidente son del Presidente” y que cada quien tiene su punto de vista. “Yo los conozco como empresarios y de eso puedo hablar. Nada más”. Sabe que sus opositores pueden complicar su llegada al Congreso con el argumento de su relación al narco. No obstante, haber conseguido la primera casilla del Listado por Petén –una victoria en el feudo de las otrora amigas Sandra y Gloria Torres o del jeque de la Gana y vicepresidente del Congreso, Manuel Barquín– asegura que el 14 de enero estará sentado en el pleno del Legislativo.

“Yo sólo le digo que invertiré Q800 mil en la campaña. No más. El dinero sale de mis empresas y del apoyo de mis amigos”.

Aunque quizás también sale de la municipalidad. Desde febrero, justo cuando él renunció, su hijo Juan Carlos Tesucún le ha vendido a la municipalidad de San José, a través de su gasolinera Las Azucenas, combustible por Q372,613.76.

Antes no era proveedor de la municipalidad y no había vendido ni un centavo. Juan Carlos es candidato a concejal de la planilla de la UNE, planilla “familiar” en la que el candidato a alcalde será Gustavo Tesucún, sobrino del Rey de San José.

Así, el Rey abdicará en su remoto territorio de 2,252 kilómetros cuadrados –más que el doble del municipio de la Ciudad de Guatemala–, pero dejará a un pariente gobernando mientras el príncipe toma experiencia para sucederle y él se aventura en las ligas mayores de la política nacional, con todos sus éxitos, populismos, amigos cuestionados y contradicciones a cuestas.

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