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El campo, la ciudad… Y Jimmy Morales cobrando sobresueldos del Ejército

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El campo, la ciudad… Y Jimmy Morales cobrando sobresueldos del Ejército

Al tercer día, después de que Jimmy Morales hubiese eludido la investigación judicial por financiamiento electoral ilícito, con la ayuda del Congreso, la calle despertó. El domingo, cuando la comisión pesquisidora debatía su informe, y el lunes, cuando se perpetró la votación de los 104 votos a favor del presidente, apenas unas decenas de personas se concentraban junto al Congreso de la República para reclamar que el jefe de Gobierno fuese investigado como cualquier otro guatemalteco. Finalmente, fue al tercer día, como una referencia bíblica, cuando los exteriores del Parlamento se llenaron de sábanas y consignas tras la convocatoria lanzada por la “Articulación por la vida, contra la impunidad y la corrupción”. Observarles a su paso por las calles de la capital bastaba para comprobar que las organizaciones indígenas y campesinas son las que se echaron la protesta al hombro. A pesar de que uno de los lemas clamase por la “unidad” entre el “campo y la ciudad”.

“No queremos corrupción, minería e hidroeléctricas. Somos autoridades y decidimos sobre nuestros territorios”. Emiliano, del Consejo del Pueblo Maya (CPO) de San Marcos, resume lo que puede escucharse en boca de muchos de los participantes en la marcha. No es solo la corrupción, es un todo. Los lemas que se corean apuntan hacia el presidente (“Jimmy Morales, a los tribunales” es el hit de la temporada), pero si se conversa con los manifestantes, afloran las razones de siempre, los problemas que nunca se han resuelto. “Si los diputados no quieren que se investigue es que tienen cola machucada”, considera María Josefa Macz, integrante del Comité de Unidad Campesina (CUC). Prosigue: “Ellos son los responsables del hambre, la pobreza y la desnutrición. Nos han robado los recursos naturales”.

El domingo, con apenas medio centenar de personas frente al Congreso, Carmen Urias, madre de Mayra Haydeé Chután Urias, una de las niñas muertas hace seis meses en la tragedia del Hogar Seguro, reparte octavillas en las que clama para que no se olvide su caso.

Madre de una de las niñas fallecidas en el #hogarseguro nos explicó por qué llego hoy al Congreso.

Posted by Plaza Pública GT on Sunday, 10 September 2017

Hablamos de corrupción, pero no solo de corrupción. O sí, porque la corrupción está en el fondo de todo. Quizás solo difiere el foco y lo que le toca a cada uno vivir.

Caminando por la antigua carretera al Atlántico, hoy Jacobo Arbenz, un grupo de unas 300 personas y una pregunta incómoda: ¿por qué existe la sensación de que no hay tanta gente movilizada como en 2015? Puede que sea consecuencia de la épica con la que se relataron las marchas de hace dos años, cuando renunciaron Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina. Que se olvida que aquel proceso duró cuatro meses con sus altos y sus bajos, sus protestas minoritarias y sus manifestaciones masivas, como recuerda Carlos Barrientos, del CUC y la Asamblea Social y Popular. Se echa en falta a esos vecinos de la capital, de las clases medias que, según cuenta la leyenda, tomaron la plaza en 2015. “Los medios masivos desinforman”, dice alguien. “Existe mucho individualismo”, opina otra persona. “En aquel momento, ellos (los capitalinos) sintieron que tocaron sus intereses”, apunta un tercero.

“No es fácil que los sectores medios y urbanos se movilicen”, dice Barrientos, que se dirige directamente a aquellos que tomaron parte en las protestas de hace dos años. “Recuerden ese sentimiento de dignidad”.

Para cuando las dos caminatas, una procedente de la carrera del Atlántico y otra de la Roosevelt, confluían en la sexta avenida, ya se había confirmado que Jimmy Morales cobró al menos ocho sobresueldos del Ejército, como se supo a raíz de publicaciones de Nómada y Soy502.

Al tercer día, los alrededores del Congreso estaban llenos de manifestantes. Eran, nuevamente, campesinos, que no hablaban solo de corrupción.

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