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Juan Pedro Fabián, maestro del primer grado de primaria, enseña a una alumna la palabra "mano", escrita en 4 idiomas diferentes.

COVID19: La educación a distancia en un país con poco internet

En los lugares sin acceso a luz eléctrica se instalaron altoparlantes en vehículos, así se anuncia la entrega de materiales educativos.
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COVID19: La educación a distancia en un país con poco internet

Historia completa Temas clave
  • El sistema de educación pública en 2019 atendió al 71.89% de los estudiantes en Guatemala. Las escuelas son las menos preparadas para implementar educación a distancia.
  • En Huhuetenango un maestro cuenta que sus alumnos no tienen internet, algunos apenas tienen televisión o radio.
  • Los centros educativos privados son quienes están en mejores condiciones para llevar la educación a distancia.
  • Cerrar las entidades educativas es una de las medidas más recomendadas para evitar la propagación del COVID-19.

Una de las primeras medidas del Gobierno para frenar la propagación del COVID19 fue la suspensión de clases. Es una acción recomendada, pero poco funcional en un país donde, por ejemplo, los padres de familia envían mensajes por cobrar al maestro para que les devuelva la llamada y les dé instrucciones. ¿Internet? Un gasto fuera del presupuesto.

Alejandro Giammattei decidió suspender las clases por 21 días. Esta medida, implementada en todos los países en donde se propagó el virus, busca evitar que los centros educativos sean un foco de infección más.

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No hay clases desde el 16 de marzo hasta el 3 de abril, justo antes de la Semana Santa. Luego vendrá el periodo de descanso y las clases deberían de reanudarse el lunes 13 de abril.

Con esta decisión, alrededor de 3 millones de niños, niñas y adolescentes que estudian en los establecimientos públicos no pudieron continuar con su proceso de aprendizaje. Y aunque existe una fecha para reiniciar las clases presenciales, si es necesario continuar con las medidas de distanciamiento social, los maestros consultados confirman que el MINEDUC no cuenta con las posibilidades de implementar un sistema de educación a distancia.

Educación a distancia, sin internet

Plaza Pública habló con una maestra en San Pedro Necta, Huehuetenango. En su comunidad, afirmó, la única opción fue repartir los pocos libros de texto que tienen. Instruyeron a los padres de familia sobre las lecturas y ejercicios que pueden realizar los niños y las niñas.

«¿Cómo quiere el Gobierno que se continúen con las clases por medios virtuales si los estudiantes no tienen internet?», cuestionó esta maestra. «Yo conozco a mi comunidad y acá son pocas las familias que cuentan con televisión o radio», afirmó.

El último Censo de Población y Condiciones de Vida elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) nos ofrece datos sobre el acceso a dispositivos electrónicos e internet en el país.

Apenas el 18.87% de la población mayor de 7 años cuenta con celular, computadora e internet. La mayor parte de estas personas se encuentran en las áreas urbanas, principalmente en Guatemala (8.75%) y en Quetzaltenango (1.21%).

Además, del total de los hogares en Guatemala, solo el 17.25% cuenta con acceso a internet. La mayoría de ellos se encuentra en Guatemala (9.55%). El principal medio de comunicación de los hogares es la televisión. En el 70% de las casas, es decir, en más de 2 millones 309 mil, se cuenta con este aparato.

Por ello, para la niñez de las áreas rurales es inviable seguir una metodología de educación a distancia a través de dispositivos electrónicos.

La misma situación que en San Pedro Necta la vive otro maestro de una escuela pública en Santa Bárbara, Huehuetenango. En su comunidad tampoco hay internet y la mayoría de las familias no tiene televisión ni radio. Repartieron materiales impresos a través de las organizaciones de padres de familia para que los estudiantes realicen algunos ejercicios.

«Si alguno de los estudiantes tiene alguna duda me llama, pero no son muchos. Varios me envían mensajes de texto por cobrar para que yo les devuelva la llamada», dijo. Además, contó que no recibe ayuda monetaria del Mineduc para mantener saldo en su teléfono y así atender a sus estudiantes.

Debilitamiento educacional desde Arzú

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Educación (Mineduc) el sistema de educación pública, es decir, las escuelas y los institutos, atendió a 2,889,054 niños, niñas y adolescentes en 2019, eso es el equivalente al 71% de los estudiantes inscritos en todo el país. Además, imparte clases al 84% de quienes cursan la primaria. Hoy todos los niños y niñas están en casa debido a la suspención de clases por la crisis del COVID19.

Bienvenido Argueta, experto en temas de educación, asegura que la suspensión de las clases es una medida necesaria en la actual coyuntura, ya que lo más importante debe de ser el cuidado y la vida de la población.

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Pero preocupa el desarrollo del actual ciclo escolar porque el Mineduc no cuenta con las condiciones necesarias para responder a la emergencia que vive la población. «Esta realidad es la consecuencia de un debilitamiento generalizado que tuvo el Ministerio de Educación desde la administración de Álvaro Arzú}, afirmó Argueta. «Al igual que el sistema de salud pública, la perspectiva en el ámbito educativo ha sido el de la privatización}, puntualizó.

Esto, según Argueta, impidió la actualización tecnológica de las escuelas, de los institutos y de los estudiantes. A pesar de que se han hecho esfuerzos específicos, la mayoría de la población estudiantil no cuenta, ni siquiera, con los libros de texto y mucho menos con dispositivos como computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes para seguir las clases a distancia.

«Una vez más las mejores posibilidades se encuentran en el sector privado», aseguró Argueta. «Sobre todo para quienes viven en el área urbana y tienen acceso a dispositivos electrónicos para recibir clases de manera virtual», dijo.

Difícil sin dispositivos electrónicos

Otro sector vulnerable lo constituyen las iniciativas privadas que atienden a población en situación de vulnerabilidad por pobreza y pobreza extrema o por violencia. Este es el caso de Fe y Alegría, una iniciativa que atiende a 16 mil estudiantes en 53 escuelas distribuidas en 19 municipios.

Miquel Cortés, sacerdote y director de esta iniciativa, asegura que con el inicio de la crisis instalaron una comisión para adecuar las actividades pedagógicas y garantizar la continuidad de los estudios para las niñas, niños y adolescentes que atienden.

«Entre los estudiantes hay diferentes posibilidades de acceso a dispositivos electrónicos e internet», comentó Cortés. «Hemos establecido espacios de comunicación y aprendizaje a través de recursos virtuales y se han trasladado contenidos educativos a través de videos, hojas de trabajo y guías de estudio», afirmó.

Para el sacerdote, el involucramiento de los padres de familia ha sido fundamental en este nuevo proceso de aprendizaje, ya que ellos son los encargados de velar porque los estudiantes cumplan con sus actividades de estudio.

Sin embargo, la mayor dificultad se encuentra con los estudiantes que no tienen acceso a dispositivos electrónicos o internet. El sacerdote asegura que con este grupo se apoyaron en los recursos didácticos que produjo el Gobierno. Estos videos, infografías y guías de estudio que se encuentran en la página de internet del Mineduc, se trasladan a través de canales y radios locales.

En los lugares sin acceso a luz eléctrica se instalaron altoparlantes en vehículos que recorren las comunidades. Así se anuncia la entrega de materiales educativos, se socializan las instrucciones de trabajo y se explican los contenidos. «Nos preocupa la educación, pero ahora lo más importante es asegurar la salud y la situación económica de las familias», puntualizó Cortés.

El caso de los colegios privados: más posibilidades

Los colegios privados tienen mayores posibilidades de continuar con los cursos de manera virtual. Varios establecimientos educativos han echado mano de plataformas que funcionan a través del internet para continuar con el desarrollo de los contenidos.

Si bien los establecimientos privados tienen poca cobertura en la educación primaria, su participación crece en los grados superiores. Durante 2019, este sector atendió al 37% de los estudiantes de básicos y al 70% del ciclo diversificado.

Diana Brown, directora ejecutiva de la Asociación de Colegios Privados, un ente que aglutina a 145 colegios, explica que adaptaron el contenido curricular para desarrollarlo por medios virtuales mientras dure la suspensión de las clases.

«No es que estuviéramos totalmente listos, pero nos anticipamos a esta crisis», afirmó Brown. «Hemos establecido canales de comunicación a través de correo electrónico, redes sociales y plataformas virtuales gratuitas para desarrollar el contenido de los cursos. En la medida de lo posible hemos logrado desarrollar las clases», afirmó.

En este caso el reto es garantizar que se estén desarrollando los contenidos y que los estudiantes, aún con la flexibilidad que requiere la situación, adquieran el conocimiento y las habilidades necesarias para su desarrollo.

«Cada centro educativo le informará a la Dirección Departamental del Mineduc sobre la metodología que se está implementando para el desarrollo de los cursos», dijo Brown, quien agregó que cuando se reanuden las clases se hará una prueba diagnóstica para determinar la situación de los estudiantes.

La necesidad de la extensión del ciclo escolar

Cuando Alejandro Giammattei anunció la suspensión de las clases por 21 días, aseguró que el tiempo perdido se podría recuperar en otro momento.

Para Bienvenido Argueta, ante la imposibilidad del Mineduc de implementar clases a distancia, la única solución es la extensión del actual ciclo escolar hasta noviembre o diciembre de 2020. 

Diana Brown, de la Asociación de Colegios Privados, manifestó la disposición del sector de ampliar el ciclo escolar si así lo decide el Gobierno. Además, considera necesario recortar las vacaciones de medio año que suelen durar una y dos semanas entre junio y julio.

Para Bienvenido Argueta no puede descuidarse el desarrollo de habilidades fundamentales como lectura comprensiva, comunicación y lenguaje (con énfasis en el lenguaje materno) y operaciones matemáticas básicas. Es importante definir cuáles son los contenidos mínimos que deben recibir los estudiantes mientras están en sus casas, pero también es necesario determinar a través de qué medios el Mineduc los puede distribuir.

«El Gobierno debe socializar videos, guías de aprendizaje y hojas de trabajo, por ejemplo, por todos los medios de comunicación posibles. Pueden utilizar la televisión, la radio y la prensa, pero lo más importante es la distribución de los libros de texto», afirmó Bienvenido Argueta.

En medio de todo esto, el principal reto cuando se reanuden las clases será garantizar las medidas de prevención e higiene en casa centro escolar para garantizar la supresión del COVID19.

«Se necesitará un plan para el remozamiento de las escuelas y así asegurar que la población estudiantil tenga acceso a, por lo menos, agua y jabón», refirió Argueta.

La importancia de cerrar las escuelas

Datos recopilados sobre el comportamiento de la enfermedad dan cuenta que la población entre 0 a 19 años tienen menos probabilidades de necesitar cuidados especiales si padecen la infección del COVID19.

Según el informe sobre el comportamiento del virus elaborado por el Imperial College de Londres, apenas el 0.1% de los niños y 0.3% de los adolescentes que adquieran el virus y presenten síntomas deberán ser hospitalizados. La necesidad de cuidados intensivos para este grupo poblacional también es baja. Solo 5 de cada 100 niños y adolescentes enfermos los requerirán.

La tasa de mortalidad para la niñez y la adolescencia también es baja. Para los niños de 0 a 9 años es de 0.002% y para adolescentes de 10 a 19 años, de 0.006%.

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Aunque estos datos sobre el comportamiento de la enfermedad son bastante alentadores porque las probabilidades de ocasionar la muerte en niños y adolescentes son bajas, los centros escolares son un foco de infección y de propagación del COVID19.

Aunque los niños y los adolescentes constituyen la población menos vulnerable, sí pueden ser portadores asintomáticos y llevar el virus a sus casas. Así, la propagación del virus en adultos y adultos mayores se propagaría, ocasionando el colapso del sistema de salud y elevando la tasa de mortalidad.  

Por ello, el informe del Imperial College hace énfasis en la suspensión de clases como una de las medidas más efectivas para la supresión del virus. Si se acompaña con el distanciamiento social, el aislamiento de casos sintomáticos y la cuarentena de los familiares de las personas con infección, señala el documento, se puede reducir el número de contagios.

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Se recomienda que la medida dure, al menos, tres meses. Cuando los casos de infección se encuentren a la baja estas medidas podrían levantarse, pero implementarse otra vez ante un posible rebrote.

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