En estos últimos años Bolivia no ha estado en la cartelera mediática. Al contrario: ha pasado bastante desapercibida. ¿Por qué? Por el mismo motivo por el que ahora sí está en la cresta de la ola de la prensa mundial: porque es socialista.
Desde 2005 está gobernada por el Movimiento al Socialismo (MAS), con el liderazgo del dirigente aimara Evo Morales, quien ya ganó por mayoría cuatro elecciones. En estos años el país ha experimentado importantísimos cambios, todos en función del mejoramiento de la calidad de vida de su población, básicamente pobre y de raíz indígena. De esos cambios los medios masivos de comunicación no dicen una palabra.
Su producto interno bruto, que creció cerca de 400 % en estos años, va a cerrar el 2019 con un crecimiento de casi el 5 % interanual (junto con Panamá, el crecimiento más alto de Latinoamérica). Según datos del Banco Mundial, Bolivia dejó el grupo de los países de ingresos bajos y pasó a pertenecer a la categoría de los países de ingresos medios (62 % de su población los tiene). Los recursos mineros (gas, litio y minerales varios) se nacionalizaron, y en algunos casos se mantienen explotaciones público-privadas, en las cuales el Estado boliviano capta una importante cuota, lo que le permite implementar profundos programas sociales.
Hay infinidad de logros. La pobreza se redujo del 60 al 34 %. La esperanza de vida subió de 64 a 71 años. El salario mínimo pasó de 57 dólares mensuales a 298. En el área de salud, las mejoras son ostensibles, con una población que se alimenta mejor y recibe asistencia adecuada. Durante la gestión de Evo Morales se construyeron 34 hospitales de segundo nivel y más de 1,000 clínicas populares.
Con los métodos educativos cubanos Yo Sí Puedo y Yo Sí Puedo Seguir se trabajó fuertemente la alfabetización, al punto de que Bolivia fue declarada por la Unesco país libre de analfabetismo. En este período de gobierno del MAS se construyeron casi 17,000 escuelas, de modo que ahora Bolivia es uno de los países latinoamericanos con mayor porcentaje de cobertura en educación primaria.
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Entre otro de los importantes avances de la sociedad boliviana conseguidas durante el gobierno socialista de Evo Morales puede mencionarse el trabajo en pro de la equidad de género. Como un símbolo de ello, antes del MAS solo había un 18 % de mujeres en el Parlamento, mientras que ahora hay un 51 %.
La sociedad, sin dudas, está cambiando mucho. Cinco mil nuevos kilómetros de carreteras y el lugar que ahora ocupan los pueblos originarios intentando superar el histórico racismo que caracterizó a Bolivia (mayoría indígena, pero siempre gobernada por una oligarquía criolla de espalda a esos pueblos) lo indican fehacientemente. Es por eso, porque ahora el país se está liberando del yugo imperial de Estados Unidos y está construyendo una alternativa no capitalista, que los grandes poderes lo atacan.
Y lo atacan en forma inmisericorde. En las recientes elecciones, una vez más, y por cuarta vez consecutiva, Evo Morales gana democráticamente. Obtuvo una diferencia de más del 10 % sobre su oponente, el candidato derechista Carlos Meza, del partido Comunidad Ciudadana. El triunfo del MAS fue inobjetable después de haber triunfado en el 85 % de los municipios y de haber obtenido mayoría en las dos cámaras legislativas. De todos modos, la derecha, tanto boliviana como internacional, impulsada en todos los casos por Washington, grita fraude. Lo curioso es que no aporta ninguna prueba al respecto y se niega a participar en una auditoría internacional que pide el Gobierno para evidenciar con total transparencia que ese es el resultado de las urnas.
¿Dónde está la cacareada democracia que levanta la derecha? Democracia controlada cuando le conviene. Cuando no le conviene, canta fraude. Ahora el argumento es que Evo Morales se ha perpetuado en el poder cual dictador. ¡Qué ridiculez! Es el pueblo votante el que lo ha elegido. No olvidemos que Angela Merkel lleva 20 años en el cargo en Alemania y Netanyahu 25 en Israel. Y la reina Isabel de Inglaterra… 66. ¿Se ve la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio?
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