[field_foto_galeria_portada]
Ir

“Lo importante es que cualquiera que sea el fallo (sobre Torres), se acepte”

Con las elecciones que hubo se dio un gran paso. Conozco a la mayoría de miembros de la Corte Suprema y la Corte de Constitucionalidad y son bastante honestas y trabajadoras. Se ha dado un paso adelante.
Aquí hay un tema primero del respeto al derecho de propiedad, que es incuestionable, es un derecho constitucional y es un derecho humano. Ése es el primer tema.
Tipo de Nota: 
Información

“Lo importante es que cualquiera que sea el fallo (sobre Torres), se acepte”

Palabras clave
Historia completa Temas clave

Marco García Noriega es presidente del Cacif para este año de transición política, de un relativo vacío de poder. Lo fue también cuando se negociaron los acuerdos de paz, el pacto fiscal, cuando estuvo Portillo en la Presidencia y en otros momentos de amenaza al establishment. En esta entrevista, analiza con respuestas cortas, tangenciales, la posición del sector privado ante Sandra Torres, el embate del poder emergente en la competencia por el Estado, la pelea con los cooperativistas o el tema fiscal.

La socióloga Marta Casaús (Guatemala, Linaje y Racismo: 2007) apunta en su investigación que cuando la élite en Guatemala siente que vive un momento complicado, sale de sus negocios hacia la política para asegurar que se mantenga el orden, el statu quo. García Noriega, uno de los pesos pesados del empresariado, siete veces presidente de la patronal, personifica esa tesis.

Si el Cacif es el equipo que mejor aplica el catenaccio en América Latina –ha impedido una reforma fiscal integral desde 1951 y ha mantenido la carga tributaria menor al 10 por ciento del PIB (todo un récord)–, García Noriega sería uno de sus líberos. Y de esos italianos como Baresi, Nesta o Cannavaro. Con sangre fría tira los balones a los costados, aleja la pelota del área, hace alguna que otra argucia discursiva de las que permite el árbitro; no se despeina ni muestra preocupación aún cuando todo el equipo contrario está en su cancha y está acorralado. Y disfruta del pitazo final en el minuto 90, cuando ganan el partido con un 0-0 en los penaltis y revalidan su título de reyes del mundo, o del país.

P: ¿Cómo ven desde el Cacif estas elecciones en las que no tienen una opción política con la que se identifiquen plenamente como fue la Gana de Berger o el PAN de Arzú?

Sí, la vemos distinta, primero por el grado de polarización. Luego porque dos partidos llevan la delantera con una distancia bastante amplia (respecto) del tercer contendiente. Me refiero al Patriota que en promedio de las encuestas le lleva 20 puntos a Sandra Torres. Y es una cuestión de dos.

Por primera vez en la historia tenemos un tema legal –aunque habíamos tenido antes el tema de Ríos Montt- ahora se presenta con más formalidad el tema legal si ella puede ser o no puede ser candidata. Esto agravado porque muchos sectores e internos del partido le objetan la legalidad de que pueda inscribirse como candidata.

P: ¿Y para ustedes debería permitírsele participar?

Debemos evitar ser jueces. Para eso está el TSE y si hay que ir a amparo, la CSJ y la CC. Lo importante es que cualquiera que sea el fallo, se acepte. Lo que no es aceptable es que los guatemaltecos impartamos justicia con nuestra propia mano porque eso es lo que conduce a la anarquía y a la ingobernabilidad.

De que hay un tema legal que hay que discutir en las cortes, sí lo hay.

P: Regreso a la pregunta inicial. ¿Cómo se siente el CACIF con una relación más distante con los partidos que hace siete años?

Con todos los partidos hemos tenido una relación de respeto, y reuniones con cada uno de ellos. Nos interesa mucho ver cómo piensan cada uno de los candidatos y cuáles son sus planes, pues desde 1985 con Vinicio Cerezo, ninguno se ha llevado a cabo y empiezan con una labor de apagafuegos. Lo que le falta al país es una visión de largo plazo.

P: ¿Y ya se reunieron con Otto Pérez y Sandra Torres?

Ya nos reunimos con Otto Pérez y nos hemos reunido… con Harold Caballeros, el designado como vicepresidente (Roberto) Díaz-Durán; lamentablemente por la operación de Sandra Torres no nos hemos podido reunir con ella y lo haremos en la próxima semana. La próxima semana nos reuniremos con el PAN, corrimos la reunión con Eddy Suger porque estaba indispuesto. Con Adelita Camacho (de Torrebiarte) también tuvimos reunión.

P: Hace cuatro años, casi todos los principales binomios tenían un empresario (PP, Gana,  UNE, EG) y ahora no. ¿No será que los políticos decidieron independizarse del Cacif?

Creo que hay un acercamiento con todos los partidos bastante grande. Hay una comprensión de que empresario y gobierno tienen que ir de la mano para resolver los problemas del país. (Piensa.) Lo que plantea un nuevo reto, el de romper los lazos de desconfianza que había entre la clase política y la clase empresarial.

P: Por esos lazos de desconfianza es que empresarios se meten a hacer política desde los noventa para acá. Como Berger, Vila, el PAN, Castillo Sinibaldi… Esto no se ve ahora. ¿Cómo se rompen los lazos de desconfianza entonces?

Yo no veo ningún gabinete en el que no participe el sector empresarial.

P: ¿En cualquiera de los partidos que lleguen?

En cualquiera.

P: En el caso de Sandra Torres parece haber más animadversión tanto de ella hacia ustedes como viceversa.

Es que hemos tenido muy poca comunicación con ella, pero sí (la tuvimos) con el presidente de la República, quien era empresario. Ha habido conflictos, no lo vamos a negar… de percepciones. Lo que previmos que iba a suceder ha sucedido.

P: ¿En qué sentido?

En el tema de gasto público, de déficit, en el tema de seguridad. Es decir, básicamente, al principio había mucha esperanza de que se pudiera mejorar la salud estando el doctor Rafael Espada ahí, pero sigue tan desastrosa o peor que como estaba cuando empezó el gobierno. La infraestructura está en vilo si no se toman las medidas de emergencia adecuadas y no es normal para un país. La vivienda. El ataque contra la pobreza ha retrocedido, aún a nivel centroamericano, no sólo a nivel nacional. Por eso es importante retomar la agenda nacional, y siento que la sociedad civil ha tomado un papel más importante cada día: académicos, empresarios, sindicatos, tanques de pensamiento, el próximo gobierno tendrá gran fiscalización de la sociedad civil.

P: Uno de los puntos de tensión entre el gobierno y el sector privado ha sido el tema fiscal…

Sí.

P: …y todo apunta a que ahora aumenta la presión sobre el tema fiscal. Y justamente ahora, siguiendo la teoría de Casaús de que las élites salen a lo público cuando se sienten amenazados, colocan a uno de sus hombres más experimentados, como usted, para presidir el Cacif. ¿Cómo interpretan el momento?

Mantenemos los mismos principios y la sociedad civil coincide con esos principios: transparencia, calidad del gasto, educación, salud, seguridad y vivienda. E invertir esa tendencia de 70% de gastos de funcionamiento y sólo 30% de inversión, y que el Estado sea una fuente de empleo. Eso es más pobreza a mediano y largo plazo.

P: Hace seis años se percibía al Cacif como una fuerza política capaz de imponer sus puntos con más fuerza que ahora. ¿Se sienten ustedes menos fuertes?

Yo diría que más fuerza.

P: ¿Por qué?

Porque hemos agregado al sector empresarial (piensa) a muchos elementos pensadores de la sociedad civil. (Piensa.) Creemos que todos debemos pensar en nuestro país, no como sector sino como ciudadanos porque para unos años vamos a ser 25 millones de habitantes y sólo 0.3 por ciento va a tener estudios universitarios… Vamos a ser un país más pobre y a las puertas de un estallido social. Hay un consenso entre líderes de que no debe limitarse el tema político a los centros urbanos, sino a lo rural, respetando a las culturas que enriquecen a Guatemala.

P: Menciona que han ampliado la participación…

A través del diálogo. Mi experiencia fue que durante la época de conflicto hubo muy poco diálogo. La primera experiencia positiva fue el diálogo del pacto fiscal, en el que hubo 70% de coincidencias con miembros de la exguerrilla, movimientos sociales, indígenas, centros de pensamiento; nos dimos cuenta que hay una gran oportunidad para el país. Lo que ha sucedido que paralelamente se ha ido desarrollando una clase política que se dio cuenta del poder que tenía en el Congreso, pudiendo anular incluso el actuar del Ejecutivo.

P: De ese tema le preguntaré, pero antes de eso, menciona que están más fuertes porque se han ampliado, pero en este período es cuando se ha visto más confrontación entre el empresariado tradicional y el emergente. La disputa por los asientos en la Junta Monetaria o el distanciamiento tras el caso Rosenberg son dos ejemplos de un poder en juego entre el poder tradicional y los empresarios emergentes.

El tema de la Junta Monetaria se discutió en la Corte de Constitucionalidad y emitió una opinión (a favor del Cacif y en contra de las cooperativas). En cuanto a los empresarios emergentes, sí tenemos una distinción muy clara: empresarios emergentes que han hecho su capital con trabajo y honestidad y los que resultan con capital cuyo origen no se puede determinar.

Con los primeros tenemos buena relación, los apoyamos y qué bueno. Siempre se ha conceptualizado Cacif como la reunión de grandes empresarios, pero también hay pequeños empresarios como Fepime.

Igual nos une alguna relación con Rodolfo Orozco (cooperativista) y no por un problema aislado (caso Rosenberg) podemos dejar de pensar en el país.

(Durante la entrevista, García Noriega, de impecable traje oscuro y bien peinado, mantiene un semblante sereno, sin inmutarse con las preguntas, sin prisas en las respuestas. Muy sutilmente aprieta los labios cuando escucha algunas frases y responde como si supiera las respuestas de memoria, aunque sean ángulos que muy pocas veces le señalan en las conferencias de prensa. De pronto, tras varias respuestas serio, se asoman unas mini-gotas de sudor en el cabello, que pronto desaparecen. Sus 23 años de experiencia en negociaciones se advierten desde el primer momento. Y a pesar del labio apretado y el sudor pasajero, el oficio de líbero parece resultarle tan natural como placentero.)

P: Durante este período hubo un encontronazo entre el poder económico emergente lícito e ilícito y el poder tradicional para disputar el Estado en las cortes.

Se dio un gran paso al decir que el sistema de justicia no funciona como debería ser: que los jueces deberían ser bien pagados (…) porque son verdaderos héroes. Con las elecciones que hubo se dio un gran paso. Conozco a la mayoría de miembros de la Corte Suprema y la Corte de Constitucionalidad y son bastante honestas y trabajadoras. Se ha dado un paso adelante.

P: Una persona con su trayectoria en el Cacif sabe que las cosas en política no ocurren por arte de magia.

No.

P: Para que no hubiera una corte más cercana a poderes emergentes hubo mucho trabajo de ustedes. ¿Cómo se sienten después de esta batalla?

Bastante satisfechos.

P: ¿Cansados?

No. Satisfechos. Ahora estamos lanzando una campaña de recuperación de los valores. Se tienen que cumplir las normas en la familia, en la escuela, en la sociedad, y tenemos que recuperar los valores.

P: Si bien están satisfechos con el resultado de las cortes, en el Congreso tienen más fuerza los poderes emergentes. Incluso, el Cacif ha contratado consultorías para comprender por qué los diputados no les hacen tanto caso como antes, por qué son más independientes de ustedes, el poder tradicional.

(Asiente) La gran mayoría de guatemaltecos no son de partidos políticos por la represión que hubo. Y ahora tenemos una gran cantidad de jóvenes que sí quiere participar en política. Antes era pecado. (Sonríe por primera vez en la entrevista) Este tabú se ha ido rompiendo.

P: Más o menos. Tengo amigos y familiares jóvenes en política y cuando lo mencionan la reacción que obtiene no es muy positiva.

Pero es de la generación anterior. Ahora ya hay una participación; el que está de periodista opina de política abiertamente. Ahora lo que toca es el fortalecimiento de los partidos políticos, porque aquí hay 25 partidos y muchos con posibilidades nulas de llegar, y sólo están ahí por salir en la foto.

P: Habla de que lo que hay que hacer es fortalecer los partidos (para competir en el Congreso) y que hay muchos partidos, pero en América Latina normalmente la derecha sólo tiene un partido. Arena salvadoreña, PAN mexicano, La U colombiana…  pero acá hemos visto pasar partidos proempresariales como el PAN, la Gana de Berger, los unionistas, ahora Creo, Viva, Partido Patriota…  Van a trabajar ustedes para que sólo haya un partido proempresarial.

Yo diría que apoyaremos al gobierno que tenga una visión de país.

P: Se refiere con eso a apoyar al que gane las elecciones democráticamente.

Sí. Vamos a apoyar al que tenga conciencia de que las cosas no se resuelven en un minuto, sino a largo plazo.

P: Vamos al Estado de Derecho. En el Polochic ha habido varios desalojos violentos a pesar de que había diálogos en marcha. Los empresarios Widmann le han dicho a Plaza Pública que están muy satisfechos con el accionar del Estado, de la ex Primera Dama y el Ministro de Gobernación. ¿Cómo lo ven ustedes?

El problema es más profundo. Aquí hay un tema primero del respeto al derecho de propiedad, que es incuestionable, es un derecho constitucional y es un derecho humano. Ése es el primer tema. El segundo es que mucha gente estaba ocupando estos terrenos probablemente dirigidos por líderes irresponsables que creían que este ingenio iba a quebrar y ellos iban a hacer su agosto vendiendo estas tierras. Diálogo hubo durante muchísimo tiempo. Lamentablemente los desalojos pueden ser pacíficos o violentos. Si se hacen dentro del marco legal y con orden de juez competente, aquí es el tema de si se cumple o no se cumple (el Estado de Derecho).

Creo que el tiempo dará  la razón. El grupo que adquirió este ingenio es un grupo muy serio. Siento que va a generar muchísimos empleos a mediano y largo plazo. La respuesta se dará a muy corto plazo. Platiquemos en dos años y veremos si tienen la razón los demagogos o los empresarios que quieren llevar desarrollo y mejorar a las comunidades en donde están asentadas las empresas.

P: Estamos trabajando un tema sobre cómo los bancos han sido de los pocos ganadores con la crisis económica fiscal por medio de utilidades con la deuda interna. ¿Cómo lo ven desde el Cacif?

A todo el mundo se le olvida que en 2006 hubo una reestructuración financiera completa. El hecho de que la banca en Guatemala sea conservadora hizo que no invirtiera en productos derivativos y especulativos, y la reestructuración de las leyes financieras han permitido que se administren los riesgos de los créditos de la mejor manera posible.

La banca no vive de los préstamos del gobierno en general; son cosas coyunturales. Siento que también el tema de tener una deuda que supere el 3.5 del PIB es peligroso porque al final trae inflación y no permite salir al país adelante. Los niveles macroeconómicos se llevan con bastante responsabilidad; lo reconocen los organismos internacionales.

P: Si ustedes consideran irresponsable aumentar la deuda, vamos a ver en estos cuatro años a un Cacif tan opuesto como siempre a una reforma fiscal o un poquito más abierto para negociar.

Nosotros siempre hemos negociado las reformas fiscales.

P: Pero siempre evitan que se aprueben.

No. Lo que sucede es que tenemos modificaciones a las reglas fiscales cada dos años. En los últimos 23 años yo he participado de 45 reformas fiscales.

P: En todo caso serán reformitas.

Reformitas, como quiera. El país no puede seguir eso, sino reglas estables. Lo que ha parado a que haya una buena reforma fiscal es la calidad de gasto, transparencia y generalidad en el pago de impuestos, ampliar la base e incorporar a la economía informal, que puede estar llegando al 70%.

P: También se calcula que la mitad de esa economía informal es de autoempleo, de empleo familiar, empleo muy precario y pequeño…

Sí, pero a veces no son tan pequeños, sino que producen utilidades.

P: ¿Y por qué no para evitar que en 23 años hayan otras 45 reformitas no hacer una reforma integral del ISR, por ejemplo?

Pero no sólo eso. Tienen que haber principios. Transparencia, ampliación de la base, calidad del gasto, que los de inversión vayan a ser superiores a los gastos de funcionamiento.

P: Eso no hay gobierno que lo haga, ni aquí ni en América Latina ni en el mundo.

Pues es el cambio que hay que dar porque si seguimos manteniendo el Estado como fuente de empleo y no como desarrollador.

P: Usted hablaba de los elogios internacionales a la macroeconomía, pero también hay una crítica severa a lo poco que se recauda. The Economist Intelligence Unit lo menciona en su primera página del informe. ¿Cómo aumentarla sin tocar estos temas claves (como la reforma del ISR)?

Es que hay que tocarlos. Se había logrado avanzar en estos temas en el pacto fiscal, que se cayó cuando los políticos de entonces vieron una sociedad civil tan unida.

P: Siempre se pone como requisito la transparencia, pero los avances no se cuentan. La ley de libre acceso a información, que en El Salvador los empresarios ponían como requisito, aquí ya existe; aquí hay Guatecompras, Sicoin-web…  y nunca es suficiente.

¿Funciona o no funciona?

P: Yo la he usado, la ley de libre acceso, y muchas veces funcionan en muchas instituciones.

Ahí está el problema. Funciona regular, tiene que funcionar bien.

P: Guatecompras y Sicoin sí  funcionan.

Pero tienen que haber normas contra enriquecimiento ilícito… una nueva ley de servicio civil… porque si no, es un cheque en blanco.

P: Se nos acaba el tiempo (tras 45 minutos). ¿Se reeligirá como presidente del Cacif en 2012?

Primero Dios no. (Sonríe y se distiende por primera vez en la entrevista.)

P: ¿Sólo lo ponen para los momentos de crisis?

(Ríe) Sólo para estos momentos. (Ríe) Es rotativo, pero la mala suerte es que me toca siempre en estos momentos.

 

Autor
Autor